Asturias ha vuelto a ser el escenario de nuevas agresiones y actos fascistas. El 9 de febrero tres estudiantes de izquierdas fueron brutalmente apaleados por un grupo de siete fascistas delante de la cafetería de la Facultad de Geológicas en Oviedo. Los fascistas iban armados con martillos y no tuvieron ningún problema en ir en búsqueda de estos jóvenes para propinarles una paliza a plena luz del día.
Desde el SE considerábamos que se trataba de un ataque muy grave que no podía quedar sin respuesta. Cualquier ataque de esta gentuza es un ataque al conjunto de los jóvenes, trabajadores, inmigrantes, etc., y como tal debe de ser respondido contundentemente. Es precisamente la impunidad de los fascistas y el hecho de que no se les denuncie lo que les da alas para seguir con su actividad. Por ello decidimos impulsar una campaña de rechazo y denuncia pública de esta agresión y señalar la escalada de agresiones de carácter fascista que en el último periodo venimos sufriendo en diversas zonas del estado.
Puestos en contacto con organizaciones juveniles de izquierdas y sindicatos propusimos realizar una concentración en el lugar de la agresión. Tras realizar repartos de panfletos y una asamblea en uno de los institutos públicos más cercanos convocamos la concentración el 15 de febrero. Ésta contó con la presencia de miembros de la dirección de la Federación de Enseñanza de CCOO y de SUATEA (STEs).
Pintadas fascistas en Avilés
También aparecieron en el barrio de Versalles de Avilés multitud de pintadas fascistas en las fachadas de varios establecimientos regentados por trabajadores latinoamericanos. El SE ha denunciado que estas pintadas suponen una amenaza directa hacia estas familias, y que debe ser contestado con un gran rechazo social para aislar a estos elementos fascistas y xenófobos, para ellos hemos lanzado una campaña de información, organización y protesta en Avilés. También sabemos que estos elementos están organizados a nivel de Asturias y que mantienen relación con grupos fascistas de otras zonas del estado. Sin duda, son fuertemente financiados y consentidos por la policía, que les permite hacer lo que les da la gana con los jóvenes de izquierdas o inmigrantes de los barrios obreros. Exigimos su desarticulación inmediata.
Todo esto nos recuerda bastante los hechos ocurridos en Alcorcón, ya que los medios de comunicación burgueses se han encargado de manipular la información haciendo que los inmigrantes aparezcan como un problema. Confundiendo a las víctimas con los agresores. Si a esto sumamos el discurso radical del PP, se puede entender que los grupos fascistas se sienten fuertes y protegidos y se pongan las pilas para intimidar y agredir.
Ninguna agresión debe quedar sin respuesta
Es nuestra obligación como jóvenes de izquierdas defender los derechos de los inmigrantes así como del conjunto de la clase obrera frente a cualquier abuso y, por supuesto, ante una agresión fascista y extender entre la población de Avilés, una vez más, la solidaridad con los afectados y nuestro rechazo rotundo a los fascistas. Para ello es necesario que desde las organizaciones obreras y juveniles de izquierdas se denuncien estos hechos para que la mayoría de la sociedad conozca lo que está sucediendo aquí, (y en todas partes) y poder movilizarnos, al calor de la unidad, en nuestros barrios, institutos y universidades. Sabemos que tratarán de equipararnos y hacer ver esta tremenda agresión como enfrentamientos entre ideologías y jóvenes "extremistas" La forma más efectiva de combatirles es demostrar en la práctica que son una minoría. Una minoría muy ruidosa y cobarde que sólo se atreve a agredir a personas aisladas o a pequeños grupos de gente cuando ellos son muchos más, como sucedió en Oviedo. Debemos aislarlos socialmente y quitarles la impunidad de la que gozan, diciendo con nombre y apellidos quiénes son los agresores y quiénes les apoyan. Ninguna agresión debe quedar sin respuesta. Ésta es la forma más contundente de hacerlo y la que más daño les hará.
Desde el Sindicato de Estudiantes nos solidarizamos con los agredidos y llamamos a todas las organizaciones de izquierdas a luchar contra las agresiones fascistas, porque unidos, trabajadores y jóvenes, podemos pararles.