"Por sus hechos los conoceréis", dicen las Sagradas Escrituras. Como escribíamos el mes pasado, los hechos demostraban que Mª Jesús Paredes era ideológicamente de derechas, algo que podría ser normal si no fuese porque es una alta dirigente de CCOO. A los hechos se les han unido ahora sus propias palabras, en concreto, en El País del 28 de diciembre.
"Por sus hechos los conoceréis", dicen las Sagradas Escrituras. Como escribíamos el mes pasado, los hechos demostraban que Mª Jesús Paredes era ideológicamente de derechas, algo que podría ser normal si no fuese porque es una alta dirigente de CCOO. A los hechos se les han unido ahora sus propias palabras, en concreto, en El País del 28 de diciembre.
En la entrevista, Paredes se saca la careta y dice que CCOO no es de izquierdas, que no sabe lo que es un sindicato de clase y que le habría parecido un honor que el PP le hubiese propuesto ser candidata a diputada en las próximas generales. Además, declara que el mayor orgullo de sus veinte años (¿pero no había una limitación a tres mandatos?) al frente de COMFIA, la federación de banca de CCOO, es haber conseguido que el Santander distribuyese 100 acciones gratis a todos sus trabajadores. ¡Desde 1987 como secretaria general y su mayor orgullo es un reparto de acciones para los trabajadores de su banco! Los trabajadores del Santander pueden dormir tranquilos porque Paredes les ha proporcionado un futuro tan blindado como el de Botín: el día que se publicó la entrevista la acción del Santander cotizaba a 14,76 euros.
Fue evidente que la entrevista no era una inocentada porque, analizando la práctica sindical de Paredes, los marxistas habíamos llegado precisamente a la conclusión de que así es cómo piensan ella y muchos otros dirigentes oficialistas de CCOO. Lo sorprendente no es que lo piense, sino que lo diga, dejando en evidencia a Fidalgo y compañía, a los que no se les ve nada cómodos con toda esta situación (¡estas cosas se piensan, pero no se dicen!) porque pone al desnudo la auténtica naturaleza de los oficialistas ante la base del sindicato y, sobre todo, ante muchos cuadros intermedios honestos que los apoyan. Pero esto a Paredes ya no le importa. El 19 de diciembre dimitió como secretaria general de COMFIA y ahora tiene que pensar en sus negocios. El tiempo dirá si sólo se va a dedicar a sus empresas o también a negocios políticos.
En general, en la vida hay pocas casualidades, y en la lucha de clases todavía menos. La presencia de Fidalgo en la FAES, este verano, al lado de Aznar y llamándole presidente fue todo un síntoma de una situación que ahora es más evidente. Ya lo dice el refrán, "dime con quién andas y te diré cómo eres". Ojalá más gente siga el ejemplo de Paredes y digan lo que piensan, ojalá Paredes acabe en el PP. Para ella sería un honor y para otros un horror, pero sería la mejor forma de que todos los afiliados de CCOO se den cuenta de que la actual dirección oficialista ha usurpado el legado de los hombres y mujeres que, arriesgándolo todo, levantaron las Comisiones Obreras durante la dictadura franquista. La dictadura desapareció, pero la lucha contra el capital continúa, sólo que hoy implica una faceta nueva: también hay que luchar en CCOO para que nuestro sindicato vuelva a cumplir la función para la que fue creado: defender los intereses de clase de los trabajadores. Y esto significa luchar porque CCOO tenga unos dirigentes como sus afiliados: inequívocamente de izquierdas.