Prejubilados y antiguos trabajadores se movilizan para cobrar sus deudas
Esmaltaciones (en Vitoria) se trasladó el pasado año a la factoría de menaje "más moderna de Europa" después de que el Ayuntamiento les recalificase los terrenos de la vieja fábrica para construir viviendas. Esta "mejoría", lejos de beneficiar a los trabajadores, está representando una pesadilla.
En abril de 2007 Esmaltaciones San Ignacio presentó una suspensión de pagos como anticipo a un extenso plan para mejorar los beneficios empresariales con la excusa de la competencia china.
En primer lugar, la empresa empezó no pagando las deudas con sus propios trabajadores. Si antes del verano la plantilla tuvo que movilizarse para cobrar sus salarios, ahora son los prejubilados y antiguos trabajadores los que se movilizan para cobrar las deudas que tiene con ellos la empresa. Muchos de ellos se acogieron a una prejubilación y la empresa les adeuda cerca de 12.000 euros por trabajador. Otros trabajadores que cobraban desde 1991 por la cuestión del transporte la empresa dejó de pagarles en julio y lo mismo ocurre con trabajadores despedidos que están igualmente sin cobrar o trabajadores que han ganado juicios en Magistratura y que tampoco han cobrado lo suyo.
En segundo lugar, Esmaltaciones quiere elevar los ritmos de producción un 100%, subiendo los topes de forma que la plantilla de producción ha visto reducirse sus salarios y ahora es imposible llegar a dichos topes.
En tercer lugar, la empresa busca sustituir empleo fijo con derechos y antigüedad por precario y bajos costos salariales. Para ello está acosando a toda la plantilla: cierre del comedor, reducción del tiempo de bocadillo, cámaras de videovigilancia, presionando y acosando a los trabajadores en cada puesto de trabajo, tanto de buzo como oficinistas, encargados, etc. Frente a esta situación ha habido movilizaciones en la planta de Vitoria con paros de una hora haciendo la culebra dentro de la fábrica.
En cuarto lugar, el Grupo IEG está despidiendo trabajadores, cerrando fábricas como la de Rentería, Guernica en Guipúzcoa y Vizcaya y ahora quiere cerrar Lezo en Logroño. Los trabajadores debemos estar todos unidos y no aceptar ni un solo despedido en el Grupo IEG y ni un solo ataque por parte de la empresa.