Un año después del nacimiento del Comité de parados de Cortes de la Frontera (Málaga) está todavía más vigente la necesidad de que los trabajadores nos organicemos y tomemos partida en los acontecimientos que venimos sufriendo, ya que nos encontramos en un contexto crucial para la clase trabajadora. Ya se ha aprobado la reforma laboral más regresiva de la historia reciente de nuestro país, la reforma de las pensiones o la retirada, para algunos de los parados, de los miserables 426 euros de subsidio de desempleo. Todo esto se concreta en que cada vez tenemos más difícil no sólo el pago de las facturas, sino el sustento alimenticio de nuestras familias, con lo que nos vemos abocados a un no futuro en nuestro pueblo, sin expectativas de que esta situación mejore, a pesar de la enorme riqueza natural con la que contamos en nuestro municipio.
La situación de precariedad de las familias ha ido en aumento. Así, cuando los trabajadores y parados de Cortes empezamos a organizar el comité había 414 trabajadores cortesanos desempleados. Hoy, somos ya 480. Pero nosotros no tenemos la culpa de la crisis y, por tanto, reivindicamos nuestro derecho a no ser los pagadores de la misma. Nos negamos a resignarnos porque estamos convencidos de que las propuestas que fueron presentadas a los responsables del ayuntamiento, tras un debate democrático en el que participaron y apoyaron cientos de vecinos de Cortes, son el camino para aliviar esta situación que padecemos.
Alcalde: “Tengo compromisos que no puedo romper”
Estas propuestas que no son otras que la gestión pública de nuestros montes y de los fondos públicos de inversión estatal, un plan municipal de vivienda, una bolsa de empleo para la adjudicación de trabajos municipales de forma justa e igualitaria, un plan de inserción laboral para la mujer y la suspensión o reducción del pago de los impuestos municipales para aquellas familias con todos sus miembros en paro, fueron radicalmente rechazadas por la corporación municipal. Pedíamos a nuestros representantes, del PSOE, que dedicaran todos sus esfuerzos a utilizar los recursos en beneficio de los que más lo necesitan y que utilizando su situación privilegiada, se pusieran a la cabeza de estas reivindicaciones. Sin embargo, en la reunión que tuvimos con los representantes municipales no nos dieron ni una sola razón técnica, política o económica para explicar su negativa; pero eso sí, escuchamos un argumento inaceptable, que se resume en la siguiente frase, pronunciada literalmente por nuestro alcalde: “No puedo aceptar vuestras reivindicaciones porque tengo compromisos que no puedo romper”.
¿Cuáles son esos compromisos? Pues aquellos contraídos con el beneficio empresarial, frente a la gestión pública. Y ésta es la única explicación para que a día de hoy, en Cortes de la Frontera nuestras propuestas no hayan sido aceptadas y seamos más parados que cuando empezamos. Lamentablemente esto no es exclusivo de nuestra corporación municipal, sino que es la misma política que se hace a nivel estatal, que no es otra que la de desviarse claramente hacia el otro lado haciendo oídos sordos a la base social que le hemos votado para que estén donde están.
Nuestra campaña tiene efectos
Fruto de este año de trabajo, hace dos meses se pusieron en contacto con nosotros los responsables del plan de Inclusión Social de la Serranía de Ronda, desarrollado con el apoyo del Centro de Desarrollo Rural (organismo financiado con fondos europeos). Estaban muy interesados por las reivindicaciones y acciones llevadas a cabo por el comité, por lo que apoyaron nuestro último acto público, realizado el pasado 25 de marzo. En dicho acto varios colectivos como la Asociación Montaña y Desarrollo, Pro Derechos Humanos, Sindicato de Estudiantes, Izquierda Socialista de Málaga y CGT, y tuvo una enorme repercusión en el pueblo, lo que unido a todo el trabajo llevado a cabo hasta ahora por los compañeros del comité y la proximidad de las elecciones municipales, han dado un giro a la actitud de la corporación municipal. No sólo se ha parado la campaña de desprestigio hacia el movimiento de parados, sino que el mismo alcalde se ha disculpado por las declaraciones que hizo a la prensa en las que nos descalificaba abiertamente, dando lugar a una reunión entre los representantes del comité y los representantes del Ayuntamiento. Esta reunión fue el pasado 28 de marzo, en ella nos escucharon y se comprometieron a estudiar la posibilidad de llevar nuestras propuestas en su programa electoral aunque nada de esto se ha concretado. Por otro lado, desde IU también se han comprometido a llevar todas nuestras propuestas en su programa electoral.
Elecciones del 22 de mayo
Esto es una muestra de la fuerza que tenemos los trabajadores organizados, defendiendo un programa en beneficio de la mayoría y de la situación tan complicada en la que los pone esta circunstancia. Tanto PSOE como IU han intentado que los representantes del comité de parados vayan en los primeros puestos de sus candidaturas a las elecciones, incluso partidos de derechas, como el Partido Anadalucista lo han hecho. Nos hemos reunido con las candidaturas de los partidos de izquierdas y les hemos escuchado atentamente, pero nos hemos visto obligados a rechazar la oferta por una razón muy simple: no había un compromiso firme de que nuestras propuestas que podrían aliviar de forma clara la lacra del paro en nuestro pueblo fueran a ser puestas en marcha inmediatamente. No estamos dispuestos a renunciar ni un ápice a nuestro programa por un cargo, en base a la idea que se nos propone para ir en las candidaturas: que la crisis la tenemos que pagar entre todos de momento (que se concreta en que la paguemos los de siempre) y ahora tenemos que apretarnos el cinturón y aguantar, que ya más adelante, habrá oportunidad de intentar materializar nuestro programa. Esto es, más allá de programas electorales y declaraciones de intenciones, seguir como hasta ahora.
Desde el Comité de parados pediremos por esta razón el voto muy crítico a los partidos de la izquierda, aunque estamos convencidos de la capacidad que tenemos los trabajadores si nos organizamos para detener los ataques que estamos sufriendo, de desplegar nuestras fuerzas y obligar a nuestros dirigentes a cambiar de política y luchar contra el paro, mantener la cobertura social y plantear una alternativa auténticamente socialista a la crisis. Se puede hacer, lo estamos demostrando y seguimos decididos, por eso, ahora más que nunca, hay que seguir luchando por lo que es justo, razonable y el bien para la mayoría.