Durante los últimos años la política del PSOE en Castilla-La Mancha ha insistido en la externalización, es decir, la privatización de servicios públicos. Mientras el ex presidente José María Barreda rellenaba su discurso durante la campaña electoral hablando de los avances en Sanidad y Educación, la realidad mostraba que se han ido privatizando servicios públicos en detrimento de la calidad en el empleo y en el servicio prestado.
Un buen ejemplo de esto lo hemos tenido hace pocas semanas cuando las empresas Kulh Linaer y Dokesim, encargadas de la limpieza de los hospitales públicos de la comunidad, anunciaban que no iban a pagar sus nóminas a los trabajadores porque la Junta de Castilla-La Mancha les debía alrededor de siete millones de euros. Esta maniobra de las empresas iba unida a los histéricos anuncios del PP de que la Junta estaba en quiebra técnica. Tenían el objetivo de crear un ambiente de miedo ya no sólo en la plantilla de las empresas de limpieza, sino también del resto de empresas privatizadas y de los propios empleados públicos generando un contexto propicio para aplicar toda la “agenda oculta” del PP, que como ha quedado claro después de las elecciones del 22-M consiste en aplicar duros recortes.
A pesar de esto, los trabajadores en esta ocasión no esperaron a la “buena voluntad” de la empresa, como había ocurrido en otras ocasiones, sino que inmediatamente comenzaron a movilizarse organizando concentraciones en la hora del bocadillo en el hall del hospital, llenándolo de carteles, sacando el conflicto a la opinión pública y haciendo un llamamiento al resto de trabajadores del hospital y de Guadalajara para que les apoyaran. Finalmente, en varios hospitales se decidió ir a la huelga para obligar a la empresa a pagar los salarios. Gracias a la movilización los trabajadores forzaron a la empresa a pagar los salarios.
Externalizaciones, una agresión a las condiciones laborales
El caso de la limpieza no ha sido el único servicio “externalizado” que ha mostrado problemas. En el caso de la lavandería del hospital de Guadalajara, recientemente privatizada, ha supuesto un deterioro importante en la prestación del servicio, llegando incluso a faltar ropa para que el personal del hospital pudiera llevar adelante su trabajo. Igualmente con el servicio de ambulancias el año pasado los trabajadores se movilizaron por los constantes retrasos en los pagos de los salarios y recientemente han vuelto a las movilizaciones por la negativa de la empresa a cumplir la subida salarial pactada en el convenio. En definitiva, las privatizaciones suponen un desvío de dinero público, a empresas privadas que buscando el máximo beneficio deterioran considerablemente las condiciones de trabajo y el propio servicio prestado.
Con la llegada del PP al gobierno de Castilla-La Mancha, como ya ha anunciado la propia presidenta, Mª Dolores de Cospedal, se preparan nuevos ataques contra los servicios públicos. La intención del PP es reducir el gasto público privatizando empresas como GEACAM con alrededor de 2.400 trabajadores, responsable de la prevención y extinción de los incendios forestales, y de Radio Televisión Castilla-La Mancha. También han dejado claro que se va a recortar en Educación —junto con más ataques como la anunciada ley que va dar el rango de autoridad pública a los profesores, convirtiendo a los docentes en policías— así como en Sanidad, detrás de las declaraciones de la libertad de elección de centro sanitario se encuentra un intento por implantar en Castilla-La Mancha el modelo sanitario de la Comunidad de Madrid. No en vano el nuevo consejero de Sanidad, Echániz, consejero de Sanidad de 1999 a 2003 en la CAM, tiene un currículum que no deja lugar a dudas.
De momento los dirigentes sindicales de CCOO y UGT no se han posicionado de una forma clara ante estos recortes, pero los primeros pasos de Cospedal muestran que durante los próximos cuatro años se va a lanzar una auténtica ofensiva contra los servicios y empleados públicos. La única forma de poder frenarlo es con la movilización y la lucha como demuestra el conflicto de la limpieza de los hospitales.