El 31 de marzo se desató un incendio en las Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos más importantes de Europa. Son más de 9.000 hectáreas que se distribuyen por la provincia de Coruña, con un alto valor ecológico por su flora y su fauna, entre las que podemos encontrar especies en peligro de extinción. El incendio afectó a 370 hectáreas de terreno y ha provocado una gran indignación entre los ciudadanos gallegos, debido a los precedentes que tenemos. Los incendios suponen un gravísimo problema todos los años, y la mayor parte de la población ha sido capaz de identificar a quienes son los principales responsables de esta situación, la Xunta de Galicia.
Como han denunciado numerosas asociaciones ecologistas, la Xunta ha llevado a cabo un tijeretazo brutal a los presupuestos destinados a la prevención y extinción de los incendios. El recorte en 2012 fue de 45 millones de euros respecto de los presupuestos del año 2009, más de un 23% del total. Han eliminado el voluntariado del monte, han suspendido las Brigadas de investigación del monte, etc.
A nivel legislativo la Xunta ha sacado una ley de montes que permitirá la desregulación de la administración de los montes, haciendo que ésta caiga en manos de grandes empresas madereras, lo que favorecerá la especulación del suelo y el monocultivo de eucalipto, que tanto degrada el bosque autóctono.
Con las nuevas Sociedades de Fomento Forestal pretenden reducir las limitaciones de la producción minifundista, permitiendo a los propietarios de las parcelas agrupar sus terrenos para un aprovechamiento y comercialización mejor de la madera. Pero también permite que pueda entrar capital inversor extranjero, así como la compra, la venta y la cesión de las parcelas, lo que favorecerá que los montes gallegos pasen a ser propiedad de un puñado de empresas madereras. Todo esto incluye cuantiosas subvenciones públicas que acabarán en manos de estas empresas. No es de extrañar que la Asociación de Monte Industria este encantada.
La mayor parte de los territorios incluidos en el Plano Director de la Red Natura no cuentan con la protección necesaria, ya que no se han redactado para ellos los Planos de Ordenamiento de los recursos y los Planos Rectores de Uso y Gestión. Esto significa que mientras tengan una declaración de impacto ambiental favorable se podrá recalificar el suelo en estas zonas de alto valor ecológico, se podrán instalar piscifactorías, incineradoras, cotos de caza, celebrar rallys...
El incendio de las Fragas do Eume ha despertado en la juventud y los trabajadores gallegos la memoria de lo que pasó con el hundimiento del Prestige. La Xunta del Partido Popular dirigida por Nuñez Feijóo, no ha cambiado un ápice su política respecto a la utilidad o significado del patrimonio natural de Galiza. Ellos saben para quién gobiernan. La patronal encargada de la explotación de los recursos naturales de Galicia se frota las manos con la batería de normas y leyes que les facilitan la tarea. Desde Pescanova con sus plantas de piscifactoría, las grandes canteras, la industria eólica o las que explotan nuestros recursos hídricos, hasta la gran industria maderera. Todas ellas han encontrado facilidades para instalar sus empresas en zonas protegidas.
Todavía no podemos saber con exactitud el impacto que el incendio ha tenido, pero poco importa si tenemos en cuenta, que no es el primero ni será el último. No es posible proteger nuestros montes reduciendo cada vez más los presupuestos dedicados a ello. Como no es posible hacerlo gobernando para quienes nuestros recursos naturales no son más que un jugoso negocio.