Los trabajadores de Sermunegisa (Girona+neta, antes Musersa) en varias asambleas confeccionamos una plataforma de reivindicaciones que aprobamos por unanimidad (CGT, CCOO y UGT).
Entre otras, las más importantes eran:
1.- Creación de empleo. El ayuntamiento ha adjudicado a FCC el servicio de recogida de basuras y limpieza viaria en los próximos ocho años por un importe de 89,9 millones de euros. Dinero público que va a engordar los bolsillos de los ricos. Estos recursos públicos, gestionados directamente desde el ayuntamiento servirían para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y para la creación de empleo en nuestra ciudad, ¿Por qué no lo hacen?
2.- No perder poder adquisitivo. Según el Instituto Nacional de Estadística en el periodo 2001-09 los precios crecieron un 31,6%, esto sin incluir la disparatada subida de la vivienda; mientras el salario medio sólo lo hizo en un 13,9%, casi 20 puntos de diferencia que refleja el descomunal excedente acumulado para los beneficios empresariales.
3.- Equiparación salarial de los trabajadores de recogida selectiva, ahora cobran menos que sus compañeros, realizando el mismo trabajo y estando en la misma empresa.
4.- Frenar la contrarreforma laboral, que está significando un hachazo a nuestros derechos.
Después de bastantes reuniones con la empresa, ésta se mantenía en la posición de querer aplicar la nueva contrarreforma laboral, distribuir la jornada de forma arbitraria, movilidad funcional sin respetar las categorías, congelar los salarios de los trabajadores (reduciendo el poder adquisitivo), suprimir licencias retribuidas, también incumplen un acuerdo de equiparación salarial con los trabajadores subrogados de la recogida selectiva, etc., etc.
Extender el conflicto al conjunto de la población
Ante la intransigencia de la patronal, el comité de empresa propuso un calendario de movilizaciones: manifestaciones, concentraciones en la puerta del ayuntamiento todos los viernes de abril y el viernes 4 de mayo, y la convocatoria de una huelga indefinida a partir del día 9 de mayo como última medida para defendernos. Esta última propuesta no era la más correcta, los trabajadores no querían verse de golpe ante una huelga indefinida. Lo más sensato hubiera sido haber planteado un calendario de lucha como en el pasado ya habíamos hecho y que había supuesto victorias importantes (luchas de Musersa).
Desde la CGT insistíamos que el problema no era la falta de liquidez que el ayuntamiento pretendía difundir a los ciudadanos y a los propios trabajadores. En una de las octavillas que repartimos decíamos que es mentira que no hay dinero. Sí hay dinero, de hecho desde el mes de enero, subieron un 3,2% la tasa de recogida de basuras que en Girona ya es la más cara de todo el estado español. El pasado 22 de marzo declaraba a la prensa Baldomero Falcones, presidente y delegado de FCC, “mejorar en algo más de 7.000 euros por cabeza la nómina de sus cerca de 240 principales directivos y que el beneficio de FCC durante el ejercicio de 2011 fue de 108 millones de euros, aunque si no hubiese que haber saneado las cuentas de cementos Portland, los beneficios hubiesen alcanzado los 316 millones de euros” (54.664 millones de las antiguas pesetas).
Al entender este servicio público, no como un mero negocio empresarial del que sacar tajada sino como una necesidad social que repercuta en beneficio del conjunto de la clase obrera, reivindicamos la municipalización del servicio de recogidas de basuras y reciclaje.
El gobierno con todos sus medios de comunicación nos están bombardeando con que para salir de la crisis hay que aceptar recortes o lo perderemos todo, que tenemos que arrimar todos el hombro etc., metiendo en el mismo saco a los explotados y a los explotadores. Estos mensajes, buscan crear un clima de terror en las empresas, pero los sindicatos pueden y deben combatir estas mentiras, con argumentos, datos y un plan de acción que busque fortalecer la organización y la conciencia de los trabajadores. La lucha ahora empresa a empresa es muy dura, tenemos que buscar solidaridad entre la población ante los ataques que se avecinan, tenemos que darnos fuerzas, unión y comprender que el trabajo es nuestro, que nos pertenece y que nadie nos lo puede quitar, pues es un derecho.
La dirección de UGT pacta con la empresa
Sin embargo, el día 8 de mayo, tres horas antes de dar comienzo la huelga, se realiza una asamblea general a la que la UGT trae un preacuerdo que la empresa le traslada a espaldas del resto del comité: un convenio de tres años de duración con el que perdemos poder adquisitivo. Los representantes de UGT argumentaban que “o cogíamos esto o empezábamos el cataclismo de la huelga”. Es inaceptable que estos miembros del comité utilicen las mismas armas que la patronal para intentar instaurar el miedo en la plantilla y así conseguir dividirla.
La propuesta de la sección sindical de CGT fue la de hacer un llamamiento a la unidad y la lucha de todos para tener fuerza y conseguir los puntos más importantes de nuestra plataforma. Para ello proponíamos desconvocar la huelga indefinida –que no era vista por la mayoría de los trabajadores- y confeccionar un nuevo calendario de movilizaciones, realizando asambleas en los barrios obreros y repartiendo miles de octavillas por toda la ciudad. Queríamos que la población conociera nuestras reivindicaciones laborales y la relación que existe entre el aumento de plantilla y una mejor limpieza de la ciudad, no solo del centro de la misma, sino también de la periferia de la ciudad que son los que más padecen la insuficiencia de plantilla ya que se limpia con menos frecuencia que el centro. Estábamos convencidos de que, de esta manera, nuestra lucha se vería con simpatía entre los trabajadores de Girona y además podíamos vincularnos a otras luchas que se estaban dando en la ciudad (el personal del ayuntamiento, otras empresas de limpieza donde había graves casos de represión,…). Pensamos que teníamos fuerza suficiente para luchar y conseguir un mejor acuerdo. Después de todo esto y de las maniobras de UGT, la votación fue ajustada: 42 votos a favor del acuerdo, 36 votos a favor de la propuesta de CGT y 8 abstenciones.
Los miembros del comité de empresa de UGT han sido la muleta en la que se ha apoyado la empresa y el ayuntamiento para garantizar sus grandes beneficios a costa del salario no pagado a los trabajadores. En una de las primeras asambleas generales, el portavoz de UGT dijo que, o se conseguía la mayoría de las justas reivindicaciones o “se pintaba la cara con pintura de guerra”. Esto fue un engaño a los trabajadores, que se sienten con toda razón traicionados, pues en el momento decisivo, se echaron a los brazos de los empresarios casi suplicando un acuerdo, aunque éste significara un retroceso o un paso atrás en nuestros salarios. La colaboración de la sección sindical de UGT con la patronal se romperá por la presión de la plantilla, que tiene tradición de lucha y en más de una ocasión ha demostrado que tiene conciencia y fuerza para parar estos ataques. La lucha y la unión es lo único que puede parar la reforma y los ataques de la patronal, tenemos que estar dispuestos y convencidos “no valen los faroles“.