¡Acabar con todos los recortes a la enseñanza pública!

Firma la petición: ¡Suspensión de la EVAU ya!

La pandemia del coronavirus ha dejado en evidencia, en el Estado español y en todo el mundo, la catástrofe social provocada por años de recortes y privatizaciones. Lamentablemente, en una crisis de esta envergadura, con más de 15.000 contagios, un colapso de la sanidad pública, y el despido de decenas de miles de trabajadores y trabajadoras, el conjunto de las medidas que desde el Gobierno se han presentado tienen como eje fundamental garantizar que los beneficios de los grandes capitalistas no se resientan. Más de 100.000 millones de euros del presupuesto público (un 10% del PIB) irán directamente a las grandes empresas del IBEX 35 y la banca, mientras solo ofrece migajas a las familias obreras enfrentadas a una catástrofe.

Una de las medidas anunciadas en el decreto del estado de alarma fue la suspensión de las clases desde infantil a Universidad durante 15 días prorrogables. Pero ya es evidente que esta situación se mantendrá durante tiempo indefinido, sin que se pueda descartar la pérdida del curso académico para millones de estudiantes por la situación de extrema gravedad sanitaria que estamos padeciendo.

Esta decisión no ha ido acompañada de ningún plan para paliar los efectos negativos que esto va a suponer para millones de estudiantes. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes exigimos desde el primer momento al Ministerio de Educación una actuación enérgica para garantizar nuestros derechos:

  1. ¡Reducción de los temarios en todos los tramos educativos y suspensión inmediata de la EVAU! Qué el ministerio de Educación establezca la nota media del bachillerato para acceder a la Universidad
  2. ¡Universidad pública y gratuita para los hijos e hijas de familias trabajadoras! El plan de choque que necesitamos es acabar con los recortes, la privatización de la educación y la sanidad, y defender los empleos y los derechos de los trabajadores y la juventud.

Por parte del Ministerio de Educación y la Ministra Isabel Celaá nos han contestado con el silencio, hasta que el 17 de marzo, tras una reunión con el Ministerio de Universidades y el Ministro Manuel Castells, de Unidas Podemos, anunciaron que la EvAU será pospuesta pero no se suspenderá.

¿Cómo es posible que ante esta situación los máximos responsables del Gobierno del PSOE-Unidas Podemos en Educación sigan sometiendo a los y las estudiantes a este estrés e incertidumbre y sigan sin aportar ni una sola medida concreta?! Ya es hora de que escuchen nuestra voz y hagan caso a los más de 17.000 estudiantes que hemos firmado la petición iniciada por el Sindicato de Estudiantes.

Desde el Gobierno tampoco se ha planteado ningún plan para las y los estudiantes que no podremos asistir a nuestros colegios, institutos y facultades públicas estos días, más allá de vagas referencia a las clases online, Esta medida podrá aplicarse en los centros privados de élite, pero en la mayoría de los públicos, sometidos a recortes muy duros y que carecen de las herramientas informáticas necesarias para hacerlo posible, suena como un chiste malo.

No se puede seguir ignorando las carencias que la enseñanza pública sufre. Los despidos de miles de profesores, los hachazos a los presupuestos, el incremento salvaje de las matriculas universitarias, es un peso cada vez más insoportable que golpea a la calidad de la educación que recibimos millones de estudiantes de familias trabajadoras. ¡Hay que poner fin a esta deplorable situación ya!

LA EvAU no es de izquierdas, es una medida reaccionaria y clasista que perpetua una universidad para la élite

Durante años se nos ha intentado vender que la EvAU es una medida que sirve para “garantizar” la igualdad de oportunidades para acceder a la universidad para todas y todos los estudiantes, independientemente del nivel económico de sus familias y de si han estudiado en centros públicos o privados. ¡Esto es completamente mentira! Y es bochornoso que haya organizaciones estudiantiles, que en su afán por sostener a este Gobierno, hayan abandonado una posición en defensa de las familias trabajadoras en este punto y se aferren al discurso clásico de los dirigentes del PSOE, como el que tenía Alfredo Pérez Rubalcaba durante su paso por el Ministerio de Educación, que ya utilizaba estos mismos argumentos para defender la selectividad.

La EvAU es una prueba totalmente injusta que, como muestran los datos de la Comunidad de Madrid de 2013 hasta 2017, en un estudio que publicó eldiario.es, beneficia a los estudiantes con mayor nivel socioeconómico. Este estudio señala claramente que los estudiantes provenientes de barrios con mayor renta son los que obtienen mejores resultados para poder acceder a las carreras que desean: la diferencia de su nota media en selectividad con los estudiantes de los barrios más desfavorecidos llega a alcanzar casi un punto de diferencia en los resultados de la EvAU (de 5,66 a 6,23).

La realidad es abrumadora. La universidad pública cada vez se parece más a la privada en muchos aspectos: tasas por las nubes que son un veto completo a los estudiantes de familias trabajadoras. Una política de becas que ha sufrido recortes constantes. Notas de corte para acceder a las facultades cada vez más elevadas, y que obviamente solo benefician a aquellas clases sociales que disponen de todos los medios materiales y humanos para garantizar una educación de calidad para sus hijos.

La selectividad es sólo otro obstáculo más: no corrige las notas infladas de los centros privados, mientras que los estudiantes de estos mismos centros son los que siempre pueden disfrutar de academias particulares, mejores condiciones en casa, profesores de refuerzo, viajes al extranjero para aprender idiomas, etc. De hecho, los Gobiernos del PSOE y del PP siempre han contado con la selectividad como una criba final impidiendo que la nota media de bachillerato sea la forma de interpretar las aptitudes académicas de los estudiantes, algo obviamente mucho más democrático y justo socialmente, y que sea esa nota la que permita entrar directamente a la universidad pública.

Los datos de la composición de clase de la universidad pública son reveladores y confirman todo lo que decimos: según el informe Ser estudiante universitario hoy de la Xarxa Vives d'Universitats, y que el diario Público sacó a la luz, hoy en día solo el 10,6% de universitarios son de clase trabajadora, frente al 54,7% de alumnos clases altas y el 34,7% de clase media. Demoledor.

La mejor forma de acabar con la desigualdad que provoca estudiar en un centro público y uno privado, de vivir en un barrio rico o en un barrio obrero, no es defender la selectividad sino acabar con la pesadilla de recortes a la pública, Que los Gobiernos, incluido el actual Gobierno de PSOE-Unidas Podemos también, dejen de regalar decenas de miles de millones de euros de los presupuesto públicos a la Iglesia católica y los empresarios de la privada que hacen de nuestra educación un suculento negocio.

Asegurar una educación pública, gratuita, laica y de calidad pasa por garantizar que hay plazas suficientes para todas y todos en la Universidad Pública en las mejores condiciones, y asegurar que esta sea además completamente gratuita para los hijos e hijas de las familias trabajadoras.

¡Basta de medias tintas y mentiras! ¡Queremos soluciones ya!

Desde el Sindicato de Estudiantes exigimos al ministerio de Educación acciones claras y contundentes para garantizar los derechos de las y los estudiantes y que nuestras notas, y por tanto nuestras notas medias, nuestras becas y nuestro futuro no se vean afectados por esta situación. Ante un confinamiento que va a ser prolongado, con el estrés que estamos padeciendo en muchas familias que además sufren los contagios y los despidos, los responsables educativos tienen que reducir drásticamente los temarios, que se pueda pasar de curso atendiendo a esta situación extraordinaria que padecemos, y suspender la EVAU para que nuestra nota media del bachillerato sea la nota de corte para poder acceder a la Universidad.

Si no se toman estas medidas, volverán a ser los estudiantes de las clases más favorecidas los que sorteen esta situación, mientras millones de jóvenes de familias trabajadoras nos quedaremos atrás. Lo que está en juego es muy serio: ¡es nuestro futuro!

Pero no sólo exigimos esto como medida paliativa ante la crisis del coronavirus. El Gobierno del PSOE-Unidas Podemos debe derogar inmediatamente de la LOMCE y acabar con todos los recortes educativos sobre los que se ha construido esta situación de emergencia social en la educación, sacar la religión de nuestras aulas y terminar con el regalo de miles de millones de dinero público a la Iglesia Católica y a la educación privada concertada, derogar de una vez y para siempre la selectividad y asegurar la gratuidad y las plazas suficientes, con todos los recursos que esto implica, de la educación pública desde la Escuela Infantil hasta la Universidad.

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