A las siete de la tarde de hoy martes 14 de mayo, y tras finalizar la asamblea diaria de la acampada estudiantil, ha arrancado una enorme y poderosa concentración al grito de ¡desde el río hasta el mar Palestina vencerá! Con las banderas palestinas ondeando y nuestras kufiyas en el cuello y en la cabeza, rodeados de las decenas de pancartas que decoran la acampada, más de 3.000 personas hemos vuelto a mostrar nuestro apoyo al pueblo palestino en un ambiente de rabia y confianza en nuestras propias fuerzas.  

Éramos muchos estudiantes, por supuesto, pero también nos han acompañado trabajadores y trabajadoras, profesores de la Universidad, colectivos en lucha, plataformas sociales y sindicatos combativos, en esta protesta que es la más multitudinaria desde que arrancó la acampada. La solidaridad que ha despertado la movilización universitaria está siendo tremenda: todos los días se aportan sacos de dormir y tiendas de campaña, se dona agua y comida, productos para la higiene, docentes que vienen que echarnos una mano en plena época de exámenes…

Hoy, esta solidaridad y simpatía, se ha vuelto a demostrar. Sin dudarlo ni un segundo, la concentración se ha convertido en mani. Hemos cortado la calle y comenzado nuestro recorrido hacia el Rectorado. Con nuestras voces hemos denunciado al Estado sionista de Israel: ¡aquí están los antisionistas!, ¡el capitalismo crea al sionismo!, ¡Gaza, aguanta, la uni se levanta!, pero también hemos enviado un mensaje al Gobierno español y a las instituciones universitarias.

Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y compañía, con un morro que se lo pisan, llevan toda la semana poniendo tweets de apoyo a las acampadas y “celebrando” la valentía de la juventud en nuestra lucha contra el genocidio. Menudo circo de hipocresía, oportunismo y poca vergüenza. El mismo Gobierno que sigue vendiendo armas a Netanyahu y que no corta relaciones económicas ni políticas con los responsables del asesinato de más de 40.000 personas, se intenta poner la medalla de demócratas comprometidos con la paz. Vomitivo. Por eso, mientras recorríamos la Avenida Complutense les hemos enviado un mensajito: Gobierno ‘progresista’, cómplice y sionista, ¡quien vende armas apoya la matanza!, Netanyahu asesina, Pedro Sánchez patrocina.

Para sorpresa de nadie, al llegar a la Plaza Cardenal Cisneros nos estaba esperando un cordón de la Policía Nacional. Este es el verdadero rostro de este Gobierno: enviar a los antidisturbios del Ministerio del Interior para bloquear el paso de una manifestación estudiantil pacífica. Les hubiese encantado que la protesta de hoy terminara con cargas para criminalizar a la juventud y tratar de desprestigiar unas acampadas que están siendo ejemplares, pero no les hemos dado el gusto.

Lo hemos dicho al volver de nuevo al campamento: no vamos a dar ni un paso atrás, vamos a seguir peleando porque se cumplan todas nuestras demandas. Gracias a la acción directa de las y los estudiantes estamos consiguiendo que los rectores tengan que dar explicaciones sobre las relaciones que mantienen con el Estado sionista de Israel y les estamos forzando a escucharnos. Este es el camino.

La juventud y la clase trabajadora en todo el mundo hemos demostrado nuestra solidaridad internacionalista. Una solidaridad que no sólo pasa por condenar al sionismo y su matanza, sino a nuestros propios Gobiernos imperialistas, racistas y capitalistas, que tienen las manos manchadas de sangre palestina.

Sigamos impulsando las acampadas y sumando a más gente a esta lucha. Palestina vencerá.

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