En Catalunya los recortes que está imponiendo CiU son brutales, tanto a la universidad [ver entrevista a Lluís Perarnau, dirigente de UGT en la UAB, en este mismo número] como a la enseñanza media. En el tramo no universitario el tijeretazo se concreta en una reducción de hasta el 20% de los gastos corrientes en los centros de estudio, además del despido de 2.000 profesores. Se ha eliminado la sexta hora, manteniéndola en la privada-concertada y se ha congelado la construcción de las aulas necesarias para acabar con los barracones. Recientemente se ha reducido drásticamente las partidas destinadas a becas, transporte y comedor. A este ataque se suma la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de imponer una segregación de la educación pública en líneas lingüísticas, en lo que constituye un ataque directo al catalán. El 8 de octubre, en una reunión abierta, la Plataforma Unitària en Defensa de la Universitat Pública (PUDUP) lanzó la convocatoria de huelga en la universidad para el día 17. Desde el Sindicat d’Estudiants hemos hecho un llamamiento a la participación activa de la enseñanza media para ese día. La lucha debe continuar después del 17. En Catalunya están movilizadas las medias, la universidad y la sanidad, que también está siendo atacada. Pero hay que unificar y extender estas luchas. Los dirigentes de CCOO, UGT y USTEC no deben perder más tiempo; hay que impulsar desde ya una movilización seria, ascendente y continuada en el tiempo. Desde el SE defendemos una huelga general del sector público seguida de una huelga general de 24 horas en Catalunya. La ofensiva de CiU está siendo salvaje, sólo la podremos frenar con un plan de lucha contundente.