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El llamamiento a una huelga general de la provincia de Cádiz, aprobado unánimemente en la asamblea del 25 de mayo en la que participaron tanto trabajadores y trabajadoras de la principal como de las subcontratas, fue un gran paso adelante en la batalla por salvar la factoría y defender los puestos de trabajo.

La decisión de CGT de fijar la fecha de esa huelga provincial para el viernes 18 de junio abrió la posibilidad de que toda la clase trabajadora y la juventud de Cádiz se implicara en evitar el cierre de Airbus Puerto Real, dejando claro que no podemos confiar en acuerdos que no garantizan el empleo ni el futuro.

La empresa, el Gobierno y los dirigentes de CCOO y UGT han visto el peligro de que la lucha se extienda y adquiera la fuerza necesaria. Es por esto que, en vísperas de la marcha a Madrid, estos dirigentes que hasta ahora han boicoteado el calendario de huelgas y movilizaciones aprobado por las y los trabajadores, hacen un falso llamamiento a la “unidad” para evitar a toda costa que este calendario se lleve adelante y han propuesto una huelga del metal para el día 18 en lugar de la huelga general en toda la provincia, para así desactivar la única acción que podría movilizar al conjunto de la población y frenar los planes de la empresa. Desde Sindicalistas de Izquierda e Izquierda Revolucionaria creemos que la verdadera unidad que sirve a la clase trabajadora es la que, codo con codo, construimos día a día defendiendo un sindicalismo de clase combativo y democrático, que no actúa a espaldas de la plantilla.

Por eso entendemos que las asambleas y las decisiones democráticas que los trabajadores y trabajadoras de la planta principal y de las auxiliares, afiliados o no a algún sindicato, sea CGT, CCOO, UGT, han tomado en estas, deben ser respetadas.

Un plan de movilización como el que aprobamos el día 25, proponiendo una huelga general que extiende nuestra lucha y la unifica con la de otras empresas y sectores que también sufren las consecuencias de las políticas de recortes y despidos, es el mejor camino para ganar esta dura batalla.

Creemos que los compañeros de CGT deben mantenerse firmes y llevar a cabo el plan acordado. Es un error ceder la iniciativa de nuestra movilización a los dirigentes de CCOO y UGT, sabiendo que son los mismos que no han tenido reparos en proponer un plan que condena a Airbus Puerto Real a la desaparición y que pone en riesgo los puestos de trabajo.

En Cádiz, como en otras zonas del Estado, tenemos la amarga experiencia de la reconversión industrial de los años 80, y de todos los cierres de empresa que vinieron después, y sabemos perfectamente que sólo podemos confiar nuestro futuro a la lucha firme y sin concesiones por nuestros derechos.

No podemos consentir el cierre de Airbus en Puerto Real. Debemos exigir su nacionalización inmediata bajo control de las y los trabajadores, manteniendo los puestos de trabajo y todas sus capacidades productivas y poniéndola a funcionar en beneficio de toda la sociedad.

¡Defender la industria y los puestos de trabajo es defender nuestro futuro!

¡Hay que convocar la huelga general el 18 de junio y a la manifestación!

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