La huelga general de 24 horas en la comarca lucense de A Mariña del 17 de noviembre ha sido un éxito rotundo. Tanto las principales fábricas, como el comercio, la hostelería y las administraciones permanecieron completamente paradas durante toda la jornada.
Este apoyo total se expresó en la multitudinaria manifestación que arrancó a las 12 de la mañana en el Hospital Público da Costa y recorrió las calles de Burela. ¡Más de 10.000 personas en una comarca de poco más de 80.000 habitantes!, en un ambiente tremendamente combativo, donde se escuchaban consignas como “A Mariña salvase loitando”, “Si no nos separamos, el ERE lo tumbamos”.
El bloque formado por los trabajadores de Vestas y el formado por los de Alcoa fueron particularmente combativos, gritando consignas contra cualquier acuerdo que pase por la destrucción de puestos de trabajo, “a indemnización non é a solución”, “45 días por jodernos las vidas”, y exigiendo una intervención estatal en las fábricas que garantice un futuro viable y digno para las familias trabajadoras, “a solución unha intervención”, “SEPI traidora, a Mariña no perdona”, y planteando la dimisión del Gobierno si no hay solución al conflicto.
Los delegados de CGT en Navantia-Ferrol, que formamos parte de la plataforma de Sindicalistas de Izquierda y Esquerda Revolucionaria de Galiza, estuvimos presentes en esta movilización solidarizándonos con los trabajadores y trabajadoras de la comarca, porque su lucha es la nuestra. Repartimos cientos y cientos de hojas para expresar nuestro apoyo e insistir en la necesidad de seguir por este camino, el de la unificación de todos los conflictos, y exigir la nacionalización de Alcoa y Vestas, sin indemnización (ya bastante dinero público se han metido en los bolsillos todo este tiempo) y bajo control de los trabajadores.
El ambiente de la manifestación es un reflejo de la tremenda oportunidad que existe para extender la lucha al conjunto de la clase obrera gallega primero, y del resto del Estado español después, rompiendo de una vez con los frentes localistas en unidad con la patronal, que en la práctica solo sirven para subordinar nuestros intereses a los de la patronal y cercenar el potencial de una lucha independiente del conjunto de la clase obrera.
Las condiciones para convocar una huelga general de Galicia a principio de año, unificando las luchas de A Mariña y Ferrolterra con la lucha de los trabajadores del metal de la provincia de Pontevedra o los de Alu Ibérica en A Coruña, están dadas. Una huelga general que exija la nacionalización de las principales fábricas amenazadas de cierre en A Mariña, Ferrolterra, A Coruña o Vigo, así como un plan de rescate para salvar a la clase obrera, empezando por una inversión para recuperar y mejorar los servicios públicos respecto a antes de la crisis de 2008 y la reversión de todos los recortes, tendría un seguimiento masivo. Y asfaltaría el camino para una gran huelga general en el resto del Estado español, donde como están demostrando los trabajadores del Metal en Cádiz, en huelga indefinida por un convenio digno, hay un ambiente incluso más favorable. ¡La lucha es el único camino!