Un balance del acuerdo desde el sindicalismo combativo

El conflicto de la logística en Guadalajara ha demostrado una vez más la fuerza de la clase trabajadora. Apenas hace un mes la patronal se negaba en rotundo a pagar los atrasos de 2021, pero con la amenaza de la huelga y la disposición mayoritaria de los trabajadores y trabajadoras de secundarla, la patronal ha tenido que dar marcha atrás en su ataque inicial.

En el acuerdo alcanzado finalmente, y firmado pocas horas antes de que la huelga comenzase, se recoge que la patronal pagará los atrasos de 2021, además de consolidarse como estaba firmada la subida salarial del 6,5% en 2021. Para el año 2022 se mantendrá la cláusula de revisión salarial del IPC interanual de diciembre, así que a fecha de 1 de enero de 2023 la subida de precios quedará compensada en parte.

También quedará reflejado en el convenio que todos los trabajadores y trabajadoras tendrán derecho a tiempo de bocadillo retribuido, y se rebaja de un año a 9 meses el tiempo para hacer indefinidos los contratos por circunstancias de la producción. Igualmente se ha conseguido que el complemento de incapacidad temporal se pague en el mes correspondiente y no en diciembre como ocurría hasta ahora y que el tercer día de asuntos propios sea retribuido.

Con la huelga hubiéramos arrancado más avances

Si bien este acuerdo recoge la subida salarial pactada el año pasado, los sindicatos firmantes del mismo, CCOO y UGT, saben también que parte de lo que hemos ganado este año cobrando los atrasos de 2021, lo perderemos el año que viene con la renuncia a cobrar el 40% de la diferencia entre la subida salarial y el IPC real.  A pesar de los avances que hemos señalado, el convenio tampoco va a reducir la precariedad en nuestras condiciones laborales. Los contratos a tiempo parcial van a seguir siendo la tónica general y las empresas continuarán haciendo contratos temporales de forma abusiva.

Pero el aspecto más negativo ha sido incluir en la negociación el pago de los atrasos de 2021 vinculándolo a la firma del convenio de 2022. Esto supone un precedente muy beneficioso para la patronal y muy perjudicial para nosotros y nosotras, y que podría repetirse en el futuro, sometiendo a los trabajadores y trabajadoras de la logística a un chantaje permanente.

Desde CoBas señalamos claramente que no es correcto ni democrático que no se haya celebrado una asamblea de trabajadores y trabajadoras para ratificar el acuerdo alcanzado por los sindicatos de la mesa negociadora, y desconvocar o no la huelga. La última palabra sobre la firma de un convenio tiene que ser siempre la de quienes nos vamos a ver afectados por el contenido de lo que se firma.

Desde Co.Bas. pensamos que se podía haber conseguido un convenio mucho mejor si se hubiera llevado adelante la huelga. La fuerza y determinación que se palpaba en las plantillas, en las asambleas previas, y en los piquetes, era lo que asustaba a la patronal, que sabía lo que se jugaba si el sector se paraba.

La mejor prueba de esto es que la patronal que se había negado a hablar del convenio desde 2016, enfrentándose a la amenaza de la huelga, ha tenido que aceptar toda una serie de mejoras. Este es el camino, como toda la experiencia demuestra: solo a través de la lucha podemos mejorar de forma sustancial nuestras condiciones laborales.

Ahora se trata de consolidar estos avances, vigilar su cumplimiento y organizarnos masivamente para lograr en la próxima ocasión lo que no hemos conseguido esta vez. Por eso os invitamos a que os afiliéis a CoBas para levantar un sindicalismo de clase, combativo y democrático.

¡Viva la lucha de la clase obrera!

¡Afíliate a Co.Bas!

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