En defensa de unos puestos de trabajo dignos. ¡Todos y todas a la huelga del metal! Contra la carestía de la vida, la precariedad y los despidos

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El deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores del sector del metal de Araba va en aumento año tras año, imperando la temporalidad y la flexibilidad, los salarios de miseria, el abuso de las horas extra, el aumento de la subcontratación, etc.

La precariedad se ha generalizado para la mayoría de los trabajadores, especialmente para los más jóvenes. El convenio del metal de Araba es el que peores condiciones tiene en toda Euskal Herria, con los salarios más bajos y la jornada laboral anual más alta.

Los pactos de eficacia limitada firmados durante estos años en minoría por UGT y CCOO  cediendo a las pretensiones de la patronal nos han conducido a esta situación. Por otro lado, la patronal, con el pretexto de la crisis del Covid-19, ha aprovechado para generalizar los ataques a nuestras condiciones laborales mediante ERTEs que se han convertido en EREs, o el despido masivo de eventuales, al tiempo que sus beneficios crecían exponencialmente. Ahora además vemos como perdemos poder adquisitivo a marchas forzadas con una inflación ya cercana al 10%.

Pero esta ofensiva no se ha quedado sin respuesta. Numerosas empresas en Euskal Herria se han lanzado a la lucha e incluso se han coordinado para unificar los conflictos. La lucha más emblemática ha sido la de las y los trabajadores de Tubacex, que ha permitido finalmente tumbar los 129 despidos. Pero no ha sido la única: ITP, Petronor, las limpiadoras del Guggenheim, Artiach, Irizar y ahora Osakidetza, con la que podríamos haber coincidido. Otro ejemplo ha sido la huelga del metal de Cádiz, traicionada finalmente por las burocracias de CCOO y UGT, pero que demostró la  enorme fuerza que tenemos los trabajadores cuando luchamos colectivamente.

En todas estas luchas, la actitud tanto del gobierno vasco del PNV como del gobierno central de PSOE y Unidas Podemos ha sido la misma: responder a todas ellas con una represión feroz con un claro objetivo, evitar que la movilización se extienda y contagie a otros sectores.

18, 24 y 26, ¡a la huelga y a las manifestaciones!

Las negociaciones del Convenio del Metal de Araba se mantienen estancadas desde hace más de tres años. Sin embargo, fruto de la presión y el malestar existente, CCOO ha abandonado su anterior estrategia de pactar convenios a la baja en minoría con UGT  y se ha sumado a ELA y LAB, elaborando una plataforma conjunta que recoge avances en las condiciones laborales para los trabajadores del sector. Ahora toca defenderlo mediante la organización y la movilización en las calles.

La patronal no va a regalarnos nada. Cualquier mejora en las condiciones laborales de los trabajadores solo puede conseguirse mediante la lucha. Si los convenios provinciales del metal de Bizkaia, Gipuzkoa o Nafarroa son mejores que el de Araba es gracias a que los trabajadores se han organizado y movilizado con contundencia. Así ocurrió en 2019 con las huelgas combativas del metal de Bizkaia.

Tal y como han demostrado los trabajadores de Tubacex, la única forma de defender unas condiciones laborales dignas y evitar la pérdida de poder adquisitivo es mediante la lucha y la movilización contundente. Tenemos que llenar masivamente las calles los próximos 18, 24 y 26 de mayo, elaborando un calendario ascendente de movilizaciones en el sector hasta torcer el brazo de la patronal. Este es el único lenguaje que entiende la patronal, ¡el de la huelga y la lucha!

Necesitamos una huelga general que unifique las luchas

Pero lo que ocurre en el metal de Araba no es algo aislado. Enfrentamos una auténtica ofensiva por parte de la patronal y los Gobiernos a su servicio, con un deterioro generalizado de las condiciones de vida, el aumento del paro, las colas del hambre, una inflación por las nubes y la destrucción de la educación, la sanidad y los servicios públicos. Y ahora además con la excusa de la guerra imperialista de Ucrania pretenden imponernos nuevos sacrificios, a pesar de que 2021 ha sido año de beneficios récord para la patronal.

Por eso, hay más razones que nunca para que la mayoría sindical, ELA y LAB, den un paso al frente y unifiquen las luchas con la convocatoria de una huelga general en todo Euskal Herria, tal y como se planteaba tan solo hace unos meses, especialmente tras la NO derogacion de la nueva reforma laboral que seguira condenandonos a la precariedad y la miseria. Si hace unos meses había razones, ¡¡ahora hay muchas mas!!

Una huelga general  tiene que tener unos objetivos muy claros:

Unificar las luchas de todos los sectores para frenar los despidos y los ataques a nuestras condiciones laborales, y exigir subidas salariales acordes con el IPC real. ¡Qué nuestros salarios suban como la cesta de la compra! ¡Contra la carestia de la vida y la ofensiva patronal, huelga general!

Derogación inmediata de las contrarreformas laborales y de pensiones. SMI y pensión mínima de 1400 euros. ¡Basta de palabras, queremos hechos!

No a los recortes y la austeridad del Gobierno Vasco PNV-PSE. En defensa de los servicios públicos. ¡No a los PGE! ¡No al Pacto Educativo! ¡Basta de llenar los bolsillos de la banca y la patronal!

Derogación inmediata de la Ley mordaza y de todas las leyes represivas. ¡Basta de criminalizar a las y los que luchamos!

Nacionalización de las eléctricas, la banca, las multinacionales de la alimentacion y los sectores estratégicos. Contra la especulación de la vivienda, expropiación de constructoras e inmobiliarias y creación de un parque de vivienda pública.

Por el derecho a la autodeterminación de Euskal Herria y el socialismo.

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