¡Ni un paso atrás!¡Hay fuerza para vencer!
Las y los trabajadores del metal de Araba y Bizkaia, junto a Mercedes Benz, están protagonizando jornadas de huelga históricas. Pero sin duda, la lucha de Mercedes ha supuesto un salto cualitativo, ya que la factoría de Gasteiz, la más grande de Euskadi, supone 5.000 empleos directos y otros 30.000 indirectos, y en torno a un 5% de PIB de Euskadi. La importancia y repercusión de esta lucha es tal que se han desatado todas las alarmas, iniciándose un fuerte campaña por parte de la patronal, los medios de comunicación, el PNV y el Gobierno vasco para tratar de frenar esta lucha ejemplar a toda costa con mentiras, amenazas y chantajes.
A pesar de todo, y tras tres jornadas de huelga, de nuevo hemos asistido a una jornada histórica, con un seguimiento de la huelga convocada por ELA, LAB y ESK del 95% que ha paralizado completamente la fábrica. En la mañana de hoy un piquete masivo a las puertas de la fábrica dejaba en evidencia la enorme fuerza de los trabajadores y cómo sí hay condiciones más que de sobra para torcer el brazo de la patronal y conseguir todas las reivindicaciones de los trabajadores.
Y todo a pesar del nefasto papel de los dirigentes de UGT y CCOO que se han negado a secundar estas nuevas jornadas de huelga decididas democráticamente en Asamblea, sumándose a la campaña de los medios de comunicación y la patronal de cara a atemorizar a la plantilla. ¡Que completa vergüenza!
????4.Greba eguna✊????
— ELA.Dhl-Mercedes (@ElaDhl) July 6, 2022
????️Las líneas NO arrancan????️
La plantilla se vuelve a plantar
⛔6.Gaua ez⛔
‼️IPC sí o sí ‼️ pic.twitter.com/I2udwrFQdO
Pero a pesar de estas maniobras para intentar dividir a la plantilla y desmovilizarla, ELA, LAB y ESK han mantenido los paros decididos por las y los trabajadores. ¡Este es el camino! Y más cuando Urkullu, fruto de la presión, se ve obligado a viajar a Stuttgart para rendir cuentas a los directivos de la multinacional. Justo ahora es más necesario mantener y redoblar la presión tal y como han hecho las y los trabajadores en el día de hoy. ¡Así es como se tiene que negociar, con la huelga y la lucha en las calles!
La dirección de la empresa ha aprovechado el anuncio de una inversión de 1.200 millones de euros para chantajear a los trabajadores introduciendo la sexta noche y devaluando los salarios con subidas muy por debajo del IPC. Y todo a pesar de que se beneficiarán de la lluvia de millones de los fondos europeos.
Pero viendo que este chantaje no tenía ningún efecto, y tras el creciente éxito de las huelgas y movilizaciones, decidieron recurrir a los dirigentes sindicales de UGT y CCOO con una propuesta muy alejada de las reivindicaciones mínimas de la plantilla. Ni retiran la propuesta de sexta noche, ni acuerdan subidas salariales acordes con el IPC: un 5% de subida salarial, ¡la mitad de la subida del IPC de junio!, en el 10,2%, y un 2% entre 2023 y 2026. Una brutal devaluación de nuestros salarios que puede empeorar en los próximos meses.
Frente a estas maniobras, hay que seguir impulsando, tal y como han hecho los compañeros de ELA, LAB y ESK, las asambleas democráticas de trabajadores, tanto para fijar el plan de lucha como para votar cualquier posible acuerdo o propuesta. ¡No podemos permitir que nadie decida por nosotros entre las cuatro paredes de un despacho!
La lucha de Mercedes se está convirtiendo y se puede convertir en una referencia para las y los trabajadores de Euskal Herria y del resto del Estado, en un contexto de recesión y crisis capitalista, y de hundimiento de nuestros salarios fruto de la inflación. Una situación que en los próximos meses se agravará.
Unificar toda la fuerza de la clase trabajadora generalizando y radicalizando las protestas y las huelgas es el único camino. Ahora es el momento de seguir golpeando, con nuevas huelgas unificadas del metal de Araba y Bizkaia junto a las y los compañeros de la Mercedes, e impulsando una Huelga General en Euskal Herria. Hay condiciones de sobra. Si ELA y LAB, la mayoría sindical, convocaran esta huelga general, sería un completo éxito que pondría contra las cuerdas a la patronal y a los Gobiernos a su servicio, y que se convertiría en una referencia para las y los trabajadores del resto del Estado.
