¡IPC sí o sí! ¡Esta lucha la vamos a ganar!

Las dos primeras jornadas de la nueva huelga del metal de Bizkaia convocada para los días 28 de noviembre al 2 de diciembre, han sido un éxito rotundo. La represión de la Ertzainza y su actitud provocadora e intimidatoria hacia los piquetes informativos, han fracado rotundamente en su objetivo de amedrentar a los trabajadores y restar así seguimiento al paro. Todo lo contrario, la intervención de esta auténtica guardia pretoriana de la patronal ha sido todo un acicate que ha contribuido a que la participación en la huelga esté siendo, una vez más, masiva.

El metal de Bizkaia hemos protagonizado ya 6 jornadas de huelga en la que hemos paralizado completamente el sector, realizando piquetes masivos y protagonizando manifestaciones multitudinarias. Ahora, ante la negativa de la patronal a concedernos lo que nos corresponde, volvemos a la huelga y a las calles con 5 días de huelga. ¡Hay que golpear con la máxima contundencia! ¡Este es el único lenguaje que entiende la patronal!

Ante esta resistencia, y ante el peligro de que nuestro conflicto se convierta en una referencia para muchos otros sectores por todo Euskal Herria, la respuesta de la patronal son amenazas y represión, con la inestimable ayuda del Gobierno vasco del PNV y el PSE. Califican nuestras reivindicaciones de “injustas, innecesarias y avariciosas”, solo porque pedimos una subida salarial acorde con el IPC real, porque nos negamos a perder adquisitivo. Y todo en un contexto de beneficios empresariales record. ¡Vaya cara más dura!

De hecho, la combatividad y masividad de las huelgas que hemos protagonizado ya está demostrando sus resultados. ¿O por qué han accedido a retirar el aumento de 6 a 12 meses en los contratos temporales por circunstancias de la producción? ¿O por qué han subido la propuesta salarial hasta el 6,5%, aunque siga siendo insuficiente? ¿O por qué han retirado el aumento de la disponibilidad a 130 horas?

Ha sido solo gracias a la lucha y a la calle. Pero nos quedan todavía muchas cosas para tener un convenio digno. La patronal no se mueve del 6,5% en 2022 y un 3,5% n 2023, pero la inflación ronda en 2022 el 10%. Pero en los productos más básicos es aún peor: un 15,4% en alimentación o un 28,3% en gas y calefacción. Llevamos años empobreciéndonos, ¡y ahora quieren dar una vuelta de tuerca! ¡No podemos permitirlo!

Por otro lado, la patronal quiere firmar el Convenio hasta el año 2025, en un contexto en que la inflación no para de empeorar, y en que las perspectivas de numerosos organismos internacionales resultan sombrías. La FVEM nos quiere hipotecar. Para evitar que nuestro poder adquisitivo se hunda hay que exigir una subida salarial de acuerdo con el IPC real acumulado. La patronal también ha menospreciado la rebaja de la jornada anual, la extensión de la subrogación y la limitación de las ETT.

Las trabajadoras y los trabajadores somos muy conscientes de los que supone una huelga. Sabemos lo que supone tener que apretarse el cinturón. Pero también sabemos que si no levantamos la voz y golpeamos con contundencia nos retrotraerá décadas en nuestras condiciones laborales. Además, hemos sufrido el acoso permanente y los golpes de la Ertzaintza simplemente por ejercer nuestro derecho a huelga, con varios compañeros detenidos. ¡Exigimos que cese la represión!

La huelga va a ser un completo éxito. Pero necesitamos dar nuevos pasos para fortalecer nuestra organización, realizando asambleas generales y locales masivas donde todas y todos los trabajadores debatamos y decidamos como continuar la lucha, las nuevas acciones y huelgas a realizar, y en su caso, sobre las propuestas de la patronal y un posible acuerdo. Una organización aún más decisiva si nos vemos obligados, ante el inmovilismo de la patronal, a endurecer el conflicto y caminar hacia una posible huelga indefinida.

Por otro lado, este salto en nuestra organización tiene que servir para coordinar nuestras acciones y huelgas con las de otros sectores en lucha, y extender la solidaridad entre la población solicitando apoyo económico para llenar nuestras cajas de resistencia. Esta semana, sin ir más lejos, habrá huelgas en Correos, Amazon y en la educación pública de profesores y estudiantes. ¿Por qué no confluir con estos sectores y otros en lucha? ¿No multiplicaría nuestra fuerza?

Tenemos que convertir nuestra lucha en una referencia, y exigir dar un paso más, exigir una huelga general en toda Euskal Herria. ¡Sobran motivos para ello! ¡Hay fuerza para vencer!

Borroka da bide bakarra!

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