El pasado 14 de enero de 2008, el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares comunicó a Mariano Rivier, trabajador laboral fijo de este Ayuntamiento y miembro del comité de empresa por CCOO, la apertura de un expediente disciplinario por motivos que podrían ser considerados (según el Ayuntamiento) graves o muy graves. El 3 de diciembre de 2007, la anterior corporación del PP le sancionó con un apercibimiento escrito por los mismos motivos por los que ahora se le pretende volver a sancionar.
El pasado 14 de enero de 2008, el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares comunicó a Mariano Rivier, trabajador laboral fijo de este Ayuntamiento y miembro del comité de empresa por CCOO, la apertura de un expediente disciplinario por motivos que podrían ser considerados (según el Ayuntamiento) graves o muy graves. El 3 de diciembre de 2007, la anterior corporación del PP le sancionó con un apercibimiento escrito por los mismos motivos por los que ahora se le pretende volver a sancionar.
Esa sanción fue recurrida, porque entre otras irregularidades no se le concedió ni siquiera una entrevista para dar su versión sobre los hechos que se le imputan. Durante el desarrollo de estos acontecimientos se produjo la moción de censura que colocó al frente del Ayuntamiento un gobierno de izquierdas formado por el PSOE e IU. Era de esperar que con el cambio en el consistorio se anulara la sanción contra Mariano, pero nada más lejos de la realidad. La respuesta que da el nuevo equipo de gobierno al recurso de anular la sanción contra Mariano Rivier, es reconocer parcialmente su reclamación frente a la sanción del PP y a la vez iniciar un nuevo expediente por los mismos motivos, pero en esta ocasión como una falta grave o muy grave que puede acarrear hasta el despido disciplinario.
La situación de los trabajadores del Ayuntamiento de Azuqueca
Mariano Rivier fue un dirigente sindical de la lucha contra el cierre de Carrier en la provincia. Fruto de su actividad, la empresa intentó despedirle sin éxito, hasta que después del cierre fue despedido definitivamente. Se ha caracterizado durante el tiempo que ha trabajado en el Ayuntamiento de Azuqueca por su actividad sindical, defendiendo en todo momento los derechos de los trabajadores del mismo. Por ejemplo, defiende abiertamente que las horas extraordinarias en la administración pública sean compensadas en días de descanso, cuando lo habitual en determinados departamentos de este Ayuntamiento es que se paguen, ocultando así la necesidad de contratar a nuevos trabajadores. También este Ayuntamiento utiliza como práctica habitual que los peones y ayudantes de obras y servicios de la brigada de jardinería utilicen todo tipo de maquinaria a motor, actividad que no está dentro de las funciones de estas categorías inferiores, con el riesgo de sufrir un accidente y además la responsabilidad del mismo recaería sobre ellos. La situación de los oficiales no es mucho mejor, ya que las tareas que desempeñan están infravaloradas. Además se ahorran subidas de categoría y cursos de formación. Precisamente, esta actividad ha provocado la hostilidad de su encargado y del concejal correspondiente (en este caso Victorio Calles Luengo de IU).
La campaña contra el expediente
Cuando los compañeros de la corriente marxista El Militante, el sector crítico de CCOO y el Sindicato de Estudiantes tuvimos conocimiento de este caso claro de represión sindical, decidimos lanzar una campaña de solidaridad a nivel estatal, enviando resoluciones de protesta como primer paso. En una semana llegaron al Ayuntamiento de Azuqueca más de 200 resoluciones de todos los puntos del Estado. Esto tuvo efecto y el viernes 1 de febrero el Ayuntamiento tuvo una reunión con el compañero afectado. En esta reunión se acordó retirar el expediente. Hay que destacar la actitud prepotente del concejal de IU Victorio Calles Luengo, que en esa reunión llegó a plantear que el PP no se había atrevido a abrir el expediente pero que él sí, o que no había represión sindical porque a Mariano Rivier se le había dejado utilizar sus horas sindicales.
Es intolerable que un concejal de Izquierda Unida defienda este tipo de políticas y se coloque en el otro lado de la barricada. El lugar de IU debería estar junto a los trabajadores y no enfrente de ellos. También hay que señalar la lamentable actuación de los dirigentes de CCOO en este conflicto, tardaron más de diez días en ponerse en marcha para hablar con el Ayuntamiento. Tratándose de un delegado de CCOO sorprende la lentitud con la que actuaron aunque finalmente lo hicieran. Esta victoria demuestra que la única forma de parar los ataques contra los trabajadores es con un sindicalismo combativo.