Estos últimos días de enero se han desarrollado dos luchas ejemplares en dos empresas importantes de Pamplona que además han sido exitosas. La primera de ellas tuvo lugar en Koxka, empresa dedicada al frío industrial, en la que el Comité convocó huelga para oponerse a la externalización de una parte de la empresa, que afectaba a 12 trabajadores. La huelga fue casi unánime y la dirección de la empresa, viendo el seguimiento masivo de la plantilla, decidió desistir de sus planes.
Le siguió Kayaba, una empresa dedicada a la fabricación de amortiguadores para automóviles con una plantilla de 850 trabajadores. Aquí se convocó una huelga indefinida para oponerse a un despido por acumulación de bajas laborales. El seguimiento fue total. La empresa el primer día saca un comunicado explicando a los trabajadores el dinero que van a perder por la huelga, la repercusión en el desempleo y cómo va a afectar a las inversiones que los empresarios japoneses tienen que aprobar. Durante horas se reúne la empresa con el Comité sin ningún acuerdo y viendo que el segundo día de huelga el ánimo de los trabajadores sigue igual, la empresa da marcha atrás y readmite al trabajador.
Éstos son dos ejemplos de cómo la lucha sindical sirve y de cómo si nuestros sindicatos fuesen realmente de clase, combativos y democráticos defenderían mucho mejor nuestros intereses.