SERESCO: Los informáticos precarios

SERESCO es una empresa española fundada en 1969 y dedicada al desarrollo de soluciones de software y al suministro de servicios dentro del ámbito de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Cuenta con oficinas en Asturias, Galicia, Madrid y Cataluña. Durante 2007 la empresa obtuvo unos ingresos de 21.873.193 euros, lo que supone un incremento del 12,13% con respecto al año anterior. En palabras de Manuel Busto, Director General: "esta cifra supone un excelente resultado para la compañía e indican que estamos en el buen camino. Los últimos contratos firmados nos han permitido no sólo afianzar nuestra posición en la región sino sobre todo extender nuestra actividad al resto del país".

A principios de este año la plantilla total rondaba los 670 trabajadores, un 10% más que el año pasado. Consultoría y Software representa el 48% del empleo y es la que más ha crecido, siendo la Cartografía con 150 trabajadores, la segunda área en número de empleados. En Asturias somos unos 560 trabajadores.
Para contar la situación que se vive en la empresa empezaremos por otro lado. En enero de 2005 el Principado de Asturias adjudicó a la multinacional americana Accenture la gestión del llamado Centro de Gestión de Servicios Informáticos de la Administración del Principado de Asturias, sus organismos y entes públicos, por un importe de 32 millones de euros y por un período de cuatro años (prorrogables a 2 años más). La transnacional factura anualmente unos 12.000 millones de euros. ¿Quién iba de la mano de este gigante? SERESCO.
Esta externalización de los servicios públicos no es ni más ni menos que una privatización encubierta. Los empresarios se justifican diciendo que "la gestión privada es más eficiente y aprovecha mejor los recursos". Lo más justo sería decir que las empresas privadas se aprovechan de los recursos públicos en su propio beneficio. ¿De qué manera? Reduciendo plantillas, recortando derechos sindicales, precarizando las condiciones de vida de los trabajadores...afectando incluso a la eficiencia que tanto dicen defender. Lo peor es que todo esto se hace con el consentimiento de las instituciones y los políticos de turno.
Ganan millones de euros, aumentan sus beneficios y además les regalan subvenciones: "El departamento que dirige Josep Piqué ha concedido otra ayuda de 50 millones (un 30% de la inversión total) a la empresa de servicios informáticos asturiana Seresco. El consejero delegado de la firma es Tomás Reinares, hermano del teniente de alcalde de Oviedo, Jaime Reinares, del PP." (El País. 17-03-99). ¡Cuanta hipocresía por parte de estos señores cuando nos hablan de moderación salarial y de reducir gastos! ¡Ellos se van de fiesta y nosotros nos comemos las sobras que dejan caer!
Ahora que estamos entrando en una crisis económica mundial los empresarios quieren aprovecharse una vez más de nuestro sudor para aplicarnos sus recetas. Las quejas de la empresa se filtran por la prensa: "Si continúa la competencia excesivamente agresiva...puede haber deslocalizaciones de importantes firmas asturianas (...) La subida de salarios, a la larga, es peligrosa para el propio sector. Se produce un proceso inflacionista que repercute en los costes de producción. Y hay que recordar que las compañías asturianas se pueden resentir ante este encarecimiento productivo, ya que compiten en un mercado global." (La Nueva España. 04-02-07).
Pero ¿hay una crisis en el sector? Miremos esta noticia aparecida en La Nueva España el 24 de marzo de 2008: "Al sector tecnológico asturiano no le salen las cuentas (...) una agrupación sectorial que aglutina 67 empresas -clúster- estima que en los próximos dos años se podrían dejar sin cubrir algo más de 900 puestos de trabajo (...) Todo esto en un escenario en el que el negocio de las nuevas tecnologías está experimentando un crecimiento relevante en la región. El conjunto de empresas del clúster facturó durante el pasado año más de 200 millones de euros y da empleo ya a más de 2.500 personas."
Las quejas de los trabajadores no se hicieron esperar: "Los informáticos asturianos consideran que la falta de personal cualificado que sufre el sector tecnológico de la región se debe, fundamentalmente, a los bajos salarios que ofrecen las compañías de Asturias y a las escasas posibilidades de carrera profesional que estos especialistas encuentran en las empresas de la región en comparación con otras de mayor tamaño asentadas en comunidades como Madrid." (La Nueva España. 26-03-08).
¿Por qué a las empresas "no les salen las cuentas"? Porque quieren seguir exprimiéndonos más. Han pedido al gobierno regional que les manden a los "cursos de formación" que imparten trabajadores del paro o "reciclados" de otros sectores...el asunto es seguir cobrando dinero de las arcas públicas. El "chollo" del siglo. Imaginemos el futuro: si la cosa se pone fea se largarán sin dudarlo y nosotros nos quedaremos en la calle, sin formación y con una miseria de paro.
¡Pero a nosotros tampoco nos salen las cuentas! Cobrando 650 euros al mes se nos hace "un poquitín" complicado. Por supuesto a los dueños millonarios de SERESCO no les afecta mucho si el precio de los alimentos, el transporte y la vivienda se disparan con la especulación y la crisis. Y es que tenemos un convenio "cojonudo": se negocia cada dos años, los trabajadores ni participamos y encima estamos metidos en... ¡el convenio de las aseguradoras! Una discriminación en toda regla y que por supuesto la empresa aprovecha colocándonos en las categorías con salarios más bajos y sin posibilidades de progresar porque como dijo una vez un compañero "aquí es como en la guerra, al año ya somos veteranos".
Comienza el verano y la misma cantinela de siempre: despidos y excusas sobre el "poco trabajo" mientras a los demás nos meten presión, la empresa decide los turnos a su antojo y cuando vuelva el apurón nos "pedirán" que echemos horas. ¡Se estarán frotando las manos con la jornada de 60 horas que se aprueba en toda Europa!
Las "opciones" que nos presenta la empresa son claras: trabajas y te callas o te vas. Los trabajadores debemos tener nuestra opción. Y no estamos hablando solamente de denunciar individualmente los atropellos que sufrimos. Esto es un primer paso fundamental y necesario como atestigua el caso de David, trabajador despedido recientemente que consiguió el despido improcedente y se le pagara lo que correspondía. Después del primer paso viene otro fundamental: organizarnos como colectivo, que sepan que tendrán, no a uno, sino a muchos haciéndoles frente. Hay que formar un comité de empresa que responda a nuestras principales exigencias: salario digno, calendario laboral y contrato indefinido.
Esto no cae del cielo, para eso hay que moverse. Debemos empezar a unirnos. Nunca nadie nos regalará nada. Tendremos que arrancarlo con nuestra propia fuerza.