El 3 de diciembre se celebró el XI Congreso de la sección sindical de
CCOO de Navantia-Ferrol. El Sector Crítico presentó una ponencia
alternativa que giraba en torno a dos ejes: el modelo de empresa
impulsado por la dirección, basado en la subcontratación masiva, y la
falta de acción sindical por parte de la dirección del sindicato.
El 3 de diciembre se celebró el XI Congreso de la sección sindical de CCOO de Navantia-Ferrol. El Sector Crítico presentó una ponencia alternativa que giraba en torno a dos ejes: el modelo de empresa impulsado por la dirección, basado en la subcontratación masiva, y la falta de acción sindical por parte de la dirección del sindicato.
Respecto a la subcontratación, resaltamos sus consecuencias negativas. En primer lugar, la degradación de las condiciones laborales de los trabajadores de las compañías auxiliares. Pero también el deterioro de la propia Navantia, porque diez años después de la reconversión naval de 1999 (que, vía prejubilaciones, destruyó un tercio del empleo) ningún trabajador del astillero piensa que la situación de la empresa haya mejorado, todo lo contrario. El tiempo está demostrando que este modelo de empresa no es efectivo ni siquiera desde una óptica puramente empresarial porque ni aumenta la productividad ni reduce los costes. Lo que sí consigue es enriquecer a unos pocos a costa de los derechos y las condiciones laborales de la mayor parte de la plantilla, formada por trabajadores precarios del más del centenar de compañías que operan en el recinto.
Para que Navantia tenga futuro hay que reivindicar el aumento de la plantilla, empezando por las plazas comprometidas durante la reconversión de 2004 y continuando por la recuperación de la escuela de aprendices, la mejor manera de formar profesionales.
En esta situación, la defensa de los intereses de los trabajadores exige el abandono de la pasividad en la que están instalados los dirigentes de la sección sindical. A este respecto, la ponencia del Sector Crítico contenía un exhaustivo análisis de lo que fue la acción sindical durante la negociación del último convenio (2008-2009), caracterizada por el rumbo errático, la falta de estrategia, la ausencia de iniciativa, las enormes carencias en la información a los trabajadores, etc.
El Sector Crítico defendió el poner fin a la pasividad, dando un giro sindical a la izquierda, hacia un sindicalismo reivindicativo, combativo, asambleario y sociopolítico, un sindicalismo que no se resigne ante "lo que hay" y que impulse la unidad de todos los trabajadores, de la principal y de las compañías, para luchar unidos contra un modelo de empresa que nos perjudica a todos.
Estos análisis se tradujeron en toda una serie de propuestas concretas que el Sector Crítico presentó al congreso, tanto en el terreno del programa reivindicativo (empleo, limitación y ordenación de la subcontratación, defensa de la empresa pública, etc.) como en el terreno de la acción sindical y la organización (presencia de los delegados en los tajos, mejora radical en la información a los trabajadores, creación de un Consejo de Fábrica mixto con representantes de los afiliados de la principal y de las compañías, etc.).
Tanto para la secretaría general como para la comisión ejecutiva hubo dos candidaturas. La del Sector Crítico estuvo encabezada por Javi Losada, que obtuvo el 36% de los votos y se hizo con 5 de los puestos de la ejecutiva, frente a 9 de los oficialistas, quedándonos a 4 votos de obtener un sexto representante. Estos resultados son un avance importante para el Sector Crítico, que en el congreso anterior, celebrado hace cuatro años, había obtenido el 24% de los votos.
Asimismo, el congreso aprobó dos resoluciones, ambas por unanimidad: una llamando a la movilización del 12 de diciembre y otra en apoyo a los trabajadores de Mitsubishi de Venezuela.
Respecto a la subcontratación, resaltamos sus consecuencias negativas. En primer lugar, la degradación de las condiciones laborales de los trabajadores de las compañías auxiliares. Pero también el deterioro de la propia Navantia, porque diez años después de la reconversión naval de 1999 (que, vía prejubilaciones, destruyó un tercio del empleo) ningún trabajador del astillero piensa que la situación de la empresa haya mejorado, todo lo contrario. El tiempo está demostrando que este modelo de empresa no es efectivo ni siquiera desde una óptica puramente empresarial porque ni aumenta la productividad ni reduce los costes. Lo que sí consigue es enriquecer a unos pocos a costa de los derechos y las condiciones laborales de la mayor parte de la plantilla, formada por trabajadores precarios del más del centenar de compañías que operan en el recinto.
Para que Navantia tenga futuro hay que reivindicar el aumento de la plantilla, empezando por las plazas comprometidas durante la reconversión de 2004 y continuando por la recuperación de la escuela de aprendices, la mejor manera de formar profesionales.
En esta situación, la defensa de los intereses de los trabajadores exige el abandono de la pasividad en la que están instalados los dirigentes de la sección sindical. A este respecto, la ponencia del Sector Crítico contenía un exhaustivo análisis de lo que fue la acción sindical durante la negociación del último convenio (2008-2009), caracterizada por el rumbo errático, la falta de estrategia, la ausencia de iniciativa, las enormes carencias en la información a los trabajadores, etc.
El Sector Crítico defendió el poner fin a la pasividad, dando un giro sindical a la izquierda, hacia un sindicalismo reivindicativo, combativo, asambleario y sociopolítico, un sindicalismo que no se resigne ante "lo que hay" y que impulse la unidad de todos los trabajadores, de la principal y de las compañías, para luchar unidos contra un modelo de empresa que nos perjudica a todos.
Estos análisis se tradujeron en toda una serie de propuestas concretas que el Sector Crítico presentó al congreso, tanto en el terreno del programa reivindicativo (empleo, limitación y ordenación de la subcontratación, defensa de la empresa pública, etc.) como en el terreno de la acción sindical y la organización (presencia de los delegados en los tajos, mejora radical en la información a los trabajadores, creación de un Consejo de Fábrica mixto con representantes de los afiliados de la principal y de las compañías, etc.).
Tanto para la secretaría general como para la comisión ejecutiva hubo dos candidaturas. La del Sector Crítico estuvo encabezada por Javi Losada, que obtuvo el 36% de los votos y se hizo con 5 de los puestos de la ejecutiva, frente a 9 de los oficialistas, quedándonos a 4 votos de obtener un sexto representante. Estos resultados son un avance importante para el Sector Crítico, que en el congreso anterior, celebrado hace cuatro años, había obtenido el 24% de los votos.
Asimismo, el congreso aprobó dos resoluciones, ambas por unanimidad: una llamando a la movilización del 12 de diciembre y otra en apoyo a los trabajadores de Mitsubishi de Venezuela.