Kennametal es una multinacional con presencia en
más de 60 países y que en su fábrica de Vitoria-Gasteiz ocupa a 49
trabajadores. Es una de las marcas líderes en la fabricación de
herramientas de corte a nivel mundial. La dirección de la empresa,
aludiendo cuestiones organizativas, anunció el cierre de esta planta el
10 de septiembre, tras dos EREs temporales.
Kennametal es una multinacional con presencia en más de 60 países y que en su fábrica de Vitoria-Gasteiz ocupa a 49 trabajadores. Es una de las marcas líderes en la fabricación de herramientas de corte a nivel mundial. La dirección de la empresa, aludiendo cuestiones organizativas, anunció el cierre de esta planta el 10 de septiembre, tras dos EREs temporales.
En realidad se trata de una deslocalización más, ya que el objetivo del cierre es repartir la cartera de pedidos y de clientes por otras plantas en diferentes partes del mundo a pesar de que la planta de Vitoria es rentable.
Es de todos sabido que las leyes amparan a las empresas en sus planes contra los trabajadores. Si la administración rechaza el ERE de extinción que ha presentado la empresa, ésta tiene otras salidas para cerrar la fábrica, como proceder a despidos improcedentes o descapitalizar la empresa y llevarla a una suspensión de pagos, siempre con la connivencia de las instituciones.
La dirección de Kennametal falsificó los datos en el Informe de Viabilidad que presentó a la administración para justificar el cierre. Los compañeros de la Corriente Marxista El Militante intervinimos en la lucha desde el principio, sacando una hoja y un cartel que se repartió masivamente defendiendo la unificación de las empresas con EREs y con problemas, para dar una respuesta unitaria. También desde El Militante llevamos a cabo una campaña de recogida de cerca de cien firmas de trabajadores de la empresa y sindicalistas de todo el Estado en contra del cierre.
Los trabajadores de Kennametal hemos estado presionando en múltiples ocasiones para salir a la calle con el conflicto, se hicieron concentraciones en la Plaza de Correos, delante de Delegación, etc. Lamentablemente desde las direcciones sindicales de ELA y UGT no se ha seguido este camino, sino que, casi desde el principio del conflicto, han entrado en la negociación de las indemnizaciones. Esta estrategia nos lleva a un callejón sin salida y no resuelve los problemas fundamentales de los trabajadores como son el paro y los EREs. Al final el Comité de Empresa ha llegado a un acuerdo con la dirección de la multinacional para cerrar la fábrica en unos meses, despidiendo a los trabajadores con las indemnizaciones pactadas.
La unidad de acción sindical y la unificación de las luchas son más necesarias ahora que nunca. Por eso debemos de exigir a los ELA, CCOO, LAB Y UGT, que tienen la fuerza suficiente, que elaboren un programa de movilizaciones contundentes y unitarias para frenar los ataques de la patronal. Era imprescindible vincular la lucha de Kennametal con otras empresas. Nuestra mayor defensa es la unidad de toda la clase obrera: en la unión reside nuestra fuerza.
También se debería haber exigido a las administraciones la nacionalización de aquellas empresas que amenacen con el cierre. El dinero que destinan a los bancos para salvar el sistema financiero en beneficio de unos pocos, debe ser utilizado para mantener los puestos de trabajo y el bienestar de la mayoría.
Hay que sacar lecciones de este conflicto para que no se vuelva a producir. Los puestos de trabajo perdidos en Kennametal como en otras muchas empresas pertenecen al conjunto de la clase trabajadora y no podemos permitir que desaparezcan y se destruya el tejido industrial porque eso nos llevaría a la pobreza.
La plantilla de Kennametal agradece el apoyo y la solidaridad que ha recibido de multitud de trabajadores y sindicalistas de todo el Estado. Este gesto nos motiva para seguir luchando y nos muestra el camino a seguir, que no es otro que buscar la unidad de la clase obrera por encima de las nacionalidades para derrotar este sistema corrupto que es incapaz de dar una vida digna para la mayoría de la sociedad.
En realidad se trata de una deslocalización más, ya que el objetivo del cierre es repartir la cartera de pedidos y de clientes por otras plantas en diferentes partes del mundo a pesar de que la planta de Vitoria es rentable.
Es de todos sabido que las leyes amparan a las empresas en sus planes contra los trabajadores. Si la administración rechaza el ERE de extinción que ha presentado la empresa, ésta tiene otras salidas para cerrar la fábrica, como proceder a despidos improcedentes o descapitalizar la empresa y llevarla a una suspensión de pagos, siempre con la connivencia de las instituciones.
La dirección de Kennametal falsificó los datos en el Informe de Viabilidad que presentó a la administración para justificar el cierre. Los compañeros de la Corriente Marxista El Militante intervinimos en la lucha desde el principio, sacando una hoja y un cartel que se repartió masivamente defendiendo la unificación de las empresas con EREs y con problemas, para dar una respuesta unitaria. También desde El Militante llevamos a cabo una campaña de recogida de cerca de cien firmas de trabajadores de la empresa y sindicalistas de todo el Estado en contra del cierre.
Los trabajadores de Kennametal hemos estado presionando en múltiples ocasiones para salir a la calle con el conflicto, se hicieron concentraciones en la Plaza de Correos, delante de Delegación, etc. Lamentablemente desde las direcciones sindicales de ELA y UGT no se ha seguido este camino, sino que, casi desde el principio del conflicto, han entrado en la negociación de las indemnizaciones. Esta estrategia nos lleva a un callejón sin salida y no resuelve los problemas fundamentales de los trabajadores como son el paro y los EREs. Al final el Comité de Empresa ha llegado a un acuerdo con la dirección de la multinacional para cerrar la fábrica en unos meses, despidiendo a los trabajadores con las indemnizaciones pactadas.
La unidad de acción sindical y la unificación de las luchas son más necesarias ahora que nunca. Por eso debemos de exigir a los ELA, CCOO, LAB Y UGT, que tienen la fuerza suficiente, que elaboren un programa de movilizaciones contundentes y unitarias para frenar los ataques de la patronal. Era imprescindible vincular la lucha de Kennametal con otras empresas. Nuestra mayor defensa es la unidad de toda la clase obrera: en la unión reside nuestra fuerza.
También se debería haber exigido a las administraciones la nacionalización de aquellas empresas que amenacen con el cierre. El dinero que destinan a los bancos para salvar el sistema financiero en beneficio de unos pocos, debe ser utilizado para mantener los puestos de trabajo y el bienestar de la mayoría.
Hay que sacar lecciones de este conflicto para que no se vuelva a producir. Los puestos de trabajo perdidos en Kennametal como en otras muchas empresas pertenecen al conjunto de la clase trabajadora y no podemos permitir que desaparezcan y se destruya el tejido industrial porque eso nos llevaría a la pobreza.
La plantilla de Kennametal agradece el apoyo y la solidaridad que ha recibido de multitud de trabajadores y sindicalistas de todo el Estado. Este gesto nos motiva para seguir luchando y nos muestra el camino a seguir, que no es otro que buscar la unidad de la clase obrera por encima de las nacionalidades para derrotar este sistema corrupto que es incapaz de dar una vida digna para la mayoría de la sociedad.