Más necesario que nunca,  los sindicatos tienen que unificar las luchas

El año comenzaba en Seat con el anuncio de la empresa de 330 despidos. Alegaban desde la dirección de la empresa que eran bajas motivadas por "bajo rendimiento" y que afectaban fundamentalmente a directivos de la empresa. Sin embargo, cuando empezaron a comunicar individualmente a los trabajadores afectados, se hizo evidente las verdaderas intenciones de la multinacional: un ERE encubierto.

 

 

Más necesario que nunca,  los sindicatos tienen que unificar las luchas

El año comenzaba en Seat con el anuncio de la empresa de 330 despidos. Alegaban desde la dirección de la empresa que eran bajas motivadas por "bajo rendimiento" y que afectaban fundamentalmente a directivos de la empresa. Sin embargo, cuando empezaron a comunicar individualmente a los trabajadores afectados, se hizo evidente las verdaderas intenciones de la multinacional: un ERE encubierto.

Mentiras y ataques en Seat

Sólo uno de cada seis despedidos es un directivo (de los 120 trabajadores con los que ya se había pactado su prejubilación, sólo uno era directivo): entre los afectados, jóvenes matriceros -que tendrán muy difícil encontrar un nuevo empleo cuando han sido despedidos por "bajo rendimiento"-, trabajadores premiados con recientes ascensos, trabajadores de Seat Sport -campeones en 2009 por segundo año consecutivo del Campeonato Mundial de Turismos- y uno de los casos que más ha indignado: un responsable del sistema informático que había tenido recientemente dos infartos. La desfachatez de la empresa no es nueva, recuerda a cuando en 2005 y en medio del boom económico, despidió a 660 trabajadores.

Ante este nuevo ataque, la indignación de la plantilla no se hizo esperar y cuando se empezó a notificar a los trabajadores afectados su despido, Zona Franca, seguida por Martorell, decidió parar en solidaridad con los compañeros y para mostrar su rechazo a los planes de la multinacional. La situación terminó con los Mossos d'Escuadra interviniendo para evitar la entrada de afectados y sindicalistas en el edificio corporativo de Seat. A pesar de los intentos de mediación del Departament de Treball, la actitud de la empresa ha obligado a los dirigentes sindicales de Seat a convocar huelga para el próximo lunes 25 de enero tras una semana de enormes tensiones, denuncias y paros semi-espontáneos.

Seat trata de imponer unas relaciones laborales individuales, al margen de la negociación colectiva. Como ha señalado el comité de empresa, de aceptar estos despidos, se reconocería a la empresa la potestad de despedir a cientos de trabajadores de manera individual. La propia figura de "bajo rendimiento" (muy poco utilizada por las empresas antes de la crisis, ahora su uso para justificar EREs se ha triplicado), es un recurso que fomenta necesariamente esa relación individual entre empresa y trabajador que tanto añoran en la patronal. Como explican desde los sindicatos, el ataque en Seat va más allá de la empresa automovilística, es un ataque a los derechos laborales del conjunto de la clase obrera.

¿Cómo se ha atrevido la empresa a lanzar un ataque así? Como siempre, la debilidad invita a la agresión. La mayoría de trabajadores que aceptaron un descenso salarial en el referéndum celebrado en marzo lo hicieron porque los dirigentes sindicales no ofrecían ninguna otra alternativa y garantizaban que ese sacrificio evitaría males mayores como los despidos. Los siguientes EREs temporales aplicados en la empresa (el último en otoño afectando a cerca de 7.500 trabajadores) también se argumentaban de la misma manera. Detrás de todas estas medidas subyace la misma filosofía: los trabajadores somos los responsables de la crisis. Entrar en el juego de la empresa, aceptando ERE tras ERE, sacrificio tras sacrificio, debilita a la plantilla, y debilita a los sindicatos frente a la patronal. La empresa evaluó que era el momento adecuado para sentar un grave precedente. No contaban con la voluntad de lucha de los trabajadores de Seat.

Más mentiras y ataques en Nissan

Un caso similar tenemos en Nissan. En esta otra empresa automovilística, en el último año, después de varios EREs temporales y uno de extinción, ha habido junto con las bajas incentivadas y prejubilaciones, cerca de 1.700 puestos de trabajo destruidos. Pero ante un repunte de la producción, la empresa, en lugar de recolocar a los trabajadores despedidos tras el último ERE de extinción, tal y como había acordado con los sindicatos, ha obligado a los trabajadores a trabajar el sábado. En respuesta se ha convocado huelga para el 23 y 30 de enero.

En Nissan, los trabajadores protagonizaron en otoño de 2008 importantes movilizaciones para evitar los despidos anunciados por la empresa. Además su lucha sirvió para aglutinar a otras empresas también en lucha, más pequeñas y que difícilmente podían frenar los ataques de la patronal en solitario. La empresa se vio obligada a modificar sus planes: retiró el ERE de extinción y elaboró un plan de EREs temporales y bajas incentivadas. A cambio los dirigentes sindicales terminaban con las movilizaciones. Sin embargo, los sacrificios de los trabajadores no evitaron un nuevo ERE de extinción. Ahora, para la mayoría de la plantilla, acudir los sábados cuando sus compañeros han sido despedidos es un verdadero insulto.

Unificar las luchas. Nacionalización del sector del automóvil.

La Federación de Industria de CCOO ha vinculado públicamente los ataques en Seat, en Nissan y en Gearbox -empresa perteneciente a Seat, que llevan mucho tiempo en lucha- y las respuestas en las tres empresas. Este es un primer paso muy importante a la hora de unificar estas luchas. Muchos trabajadores del sector de automoción y de toda la rama del metal, se preguntan porque los sindicatos no han unificado los distintos conflictos que se están dando y que tienen el mismo origen -la crisis capitalista- para, de esta manera, poder responder a la patronal con más fuerza y más contundencia. Ese es el camino a seguir en Nissan y Seat. Sólo la lucha de todo el sector automovilístico y del metal contra los EREs y los despidos puede frenar los planes de la empresa.

Durante años, los dueños de estas empresas ganaron beneficios monstruosos. ¿Dónde está todo ese dinero? Invertido en la bolsa, en manos de los bancos o malgastado en lujo y ostentación. Los capitalistas del sector del automóvil han demostrado que no son más que parásitos que viven de sus trabajadores. La única salida para la crisis del sector del automóvil es la nacionalización de estas empresas en una gran empresa pública de automoción controlada por los trabajadores. Una medida así sería mucho más ventajosa para el conjunto de la sociedad que las millonarias ayudas que el gobierno central y la Generalitat han dado a las empresas automovilísticas y que han terminado en los bolsillos de los capitalistas.

NI UN DESPIDO MÁS

QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS

POR UN PLAN DE MOVILIZACIÓN QUE UNIFIQUE LAS LUCHAS

HUELGA GENERAL DEL SECTOR AUTOMOVILISTICO Y DEL METAL

NACIONALIZACIÓN DEL SECTOR AUTOMOVILISTICO

 

 

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