Hay que frenar las externalizaciones. Por una televisión pública de calidad

Hay que frenar las externalizaciones. Por una televisión pública de calidad

A lo largo del mes de febrero los trabajadores de RTVE han llevado a cabo una serie de huelgas y movilizaciones para exigir a la dirección de la empresa pública que se frene el proceso de externalizaciones que vienen sufriendo desde hace varios años, que culminarán el 3 de marzo con una huelga de 24 horas. Los paros parciales convocados el 17 de febrero fueron un rotundo éxito con un seguimiento del 80% de la plantilla, y 10 días después, más de 4.000 trabajadores de la corporación se manifestaron en Madrid.

Mala gestión, ¿culpa de los trabajadores?

El último Informe de Auditoria de RTVE, correspondiente al año 2008, ha revelado una serie de irregularidades que ponen en serio peligro el carácter público de la corporación. De acuerdo con el mismo, un tercio del presupuesto de RTVE corresponde a servicios externos (externalizaciones) que han convertido a la corporación en la "gallina de los huevos de oro" para las productoras privadas, muchas de ellas directamente relacionadas con cadenas privadas de televisión y radio (Cuatro, La Sexta...). También ha revelado otra serie de irregularidades con relación a dichas contrataciones, como la ausencia de fecha en algunos contratos, aumento de costes de determinadas contrataciones de hasta el 40%, así como contrataciones no autorizadas por el Consejo de Administración por encima de 7 millones de euros, que requieren de dicha aprobación, hasta varios meses después de haber firmado el correspondiente contrato.
Por otro lado, uno de los aspectos más sangrantes que denuncian los trabajadores es que mientras se gastan millones de euros en contratar con dichas productoras privadas (85,5 millones con Warner Bros, 44,3 millones de CPH Holding, y así más de 300 millones de euros), gran parte de la plantilla está parada sin carga de trabajo. ¡¡Los trabajadores reivindican poder trabajar!! Frente a esta situación el presidente de la corporación, Albert Oliart, ha cargado contra los propios trabajadores, acusándoles de "vagos" y responsabilizándoles de las externalizaciones por no querer flexibilizar sus condiciones de trabajo.
Al mismo tiempo que se realizan dichas acusaciones los 24 miembros del Consejo de RTVE han llegado a cobrar más de 3 millones de euros anuales, encabezando dicha lista Albert Oliart con 240.000 euros anuales. Según el citado informe los salarios de directivos se incrementaron en 2008, en comparación con el año anterior, hasta un 34,7%. A todo esto se añade además el fichaje de directivos externos y colaboradores, cobrando obviamente sueldos millonarios, que se han llegado a cifrar en hasta 400. Resulta bochornoso que Albert Oliart se permita el lujo de culpar de la situación de RTVE a los trabajadores.

Privatización encubierta; más dinero público para los empresarios

Lo que trata de hacer la dirección de RTVE es generar las condiciones para la privatización del ente público. Tal y como vemos en muchos otros sectores como la educación y la sanidad, se trata de degradar los servicios públicos con la intención de justificar su posterior privatización.
Las externalizaciones se han convertido en un jugoso negocio para el sector privado, y en un trasvase de recursos públicos para hinchar su cuenta de resultado, a costa evidentemente de tener contratados a becarios y mileuristas sin ningún tipo de garantía de estabilidad en el empleo. Una de las reivindicaciones fundamentales de esta lucha debería ser la prohibición completa de las subcontrataciones en RTVE, así como la ampliación de la oferta de trabajo público y de la plantilla para ofrecer una auténtica televisión de calidad, orientando de esta manera la lucha a obtener la simpatía y solidaridad de los trabajadores de las productoras privadas y de otras cadenas de radio y televisión que padecen condiciones laborales deplorables.

La lucha de los trabajadores de RTVE debe ser una lucha de todos los trabajadores del sector

En los últimos años los trabajadores del sector audiovisual han protagonizado importantes luchas, y en muchos casos con reivindicaciones similares a las de los trabajadores de RTVE. Un caso emblemático ha sido la lucha de los trabajadores de Telemadrid, que a lo largo del año pasado convocaron con éxito varias jornadas de huelga contra las externalizaciones, reclamando más producción propia, y que recientemente han ganado en los tribunales una nueva sentencia que condena a la Comunidad de Madrid por vulnerar su derecho a huelga. Actualmente diarios como El País o agencias de noticias como EFE se están planteando reducciones salariales (de hasta el 8%) y despidos.
Ante esta situación es necesario que los dirigentes sindicales de CCOO y UGT unifiquen estas luchas, incluidos los trabajadores de numerosas productoras privadas que carecen de cualquier tipo de representación sindical, y que planteen un programa de lucha con reivindicaciones comunes a todo el sector, que en última instancia padece los mismos problemas y está sometido a los mismos ataques por parte de la patronal. 

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