El 11 de marzo los trabajadores de la Naval de Sestao se manifestaron desde la puerta del astillero hasta el Ayuntamiento de Sestao para exigir carga de trabajo ante el anuncio por parte de Construcciones Navales del Norte (CNN) -actual propietario tras la privatización del grupo Izar por la SEPI- de un ERE que afectará desde abril hasta septiembre a 181 trabajadores de forma rotatoria de los 420 que componen la plantilla fija y completando sólo hasta el 76% del salario bruto. El comité ha convocado huelgas en fin de semana para protestar por la incoherencia de plantear un ERE cuando la dirección anima a hacer horas extras, de 45.000 a 50.000 durante el año pasado.
El 11 de marzo los trabajadores de la Naval de Sestao se manifestaron desde la puerta del astillero hasta el Ayuntamiento de Sestao para exigir carga de trabajo ante el anuncio por parte de Construcciones Navales del Norte (CNN) -actual propietario tras la privatización del grupo Izar por la SEPI- de un ERE que afectará desde abril hasta septiembre a 181 trabajadores de forma rotatoria de los 420 que componen la plantilla fija y completando sólo hasta el 76% del salario bruto. El comité ha convocado huelgas en fin de semana para protestar por la incoherencia de plantear un ERE cuando la dirección anima a hacer horas extras, de 45.000 a 50.000 durante el año pasado.
Todos los sindicatos que componen el comité de empresa, salvo ELA, aceptaron negociar el ERE de la empresa, que finalmente ha conseguido implantarlo con la aprobación de UGT, que tiene tres representantes, CCOO con dos, el GTN, que cuenta con otros dos representantes y el CAT, con cuatro. ELA, con dos representantes abandonó la negociación denunciando que la empresa pretende cerrar de manera silenciosa el astillero.

Balance de la privatización del sector de astilleros

El balance de lo que ha significado la privatización de los astilleros públicos es desolador: el centro de motores de Manises (Valencia) fue liquidado. Sólo la parcela de 103.740 metros cuadrados, valía 60 millones de euros en 2007 con un uso industrial, y acordaron la recalificación del terreno para la construcción de viviendas. El astillero de Gijón, que fue adjudicado a la viguesa Factorías Vulcano por 2,8 millones de euros, pasó de 413 trabajadores a 150 y en menos de tres años se produjo el naufragio. El astillero sevillano fue privatizado y cedido a la empresa privada Astilleros de Huelva. Cuatro años después, tras cobrar generosas subvenciones han llevado la factoría a la ruina financiera, a pesar de la carga de trabajo. En estos años las condiciones de trabajo han empeorado sin cesar, y hace siete meses se planteó un ERE temporal, cuando ya muchos trabajadores habían sido despedidos o estaban sin cobrar, especialmente los auxiliares.
El astillero de Sestao llegó a contar con 3.500 trabajadores en su plantilla fija. Tras la segregación y posterior privatización en 2004 sólo cuenta con 400 trabajadores con contrato indefinido y unos 1.200 más subcontratados, según la carga de trabajo que existe en cada momento. En aquel momento las direcciones de UGT y CCOO, en lugar de unificar a todo el sector, aislaron las luchas en cada zona afectada y aceptaron la privatización con la promesa de carga de trabajo por parte de CNN hasta 2012 en el caso de Sestao. En palabras del presidente del comité de empresa en ese momento y secretario general de UGT-Margen Izquierda, Miguel Ángel Asporosa: "este hecho permite a la plantilla afrontar el futuro con tranquilidad".
Con este acuerdo se comprometía, en la práctica, la viabilidad futura de los astilleros, debilitando además la capacidad de presión de los trabajadores, al continuar aceptando reducción de plantilla. Desde entonces no se ha contratado ningún barco nuevo, pero eso sí, la empresa dispondrá de los terrenos del astillero en 2012 para la especulación urbanística, como denuncia el comité de empresa, y de paso se ha embolsado 36 millones de euros en beneficios en el ejercicio anterior.
El año pasado los trabajadores de auxiliares protagonizaron un paro espontáneo que paralizó la producción exigiendo la aplicación del convenio provincial del metal a todos los trabajadores, ya que la empresa estaba despidiendo trabajadores para contratar trabajadores inmigrantes con contrato de origen, pagando así la mitad de salario.
Ahora más de 2.000 familias dependen de la Naval en la Margen Izquierda, pero eso no importa a la empresa, ávida por sacar beneficios de la especulación. Este es el resultado directo de una política sindical equivocada. ¡Ya basta de tanta división sindical! Los ataques que están arreciando sobre los trabajadores con EREs por doquier, el pensionazo, la reforma laboral ponen encima de la mesa la necesidad de dar una respuesta unitaria de todos los sindicatos.

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