Los trabajadores de Tussam están padeciendo un duro ataque a las condiciones laborales, que con lucha y sacrificio alcanzaron en la empresa. Los medios de comunicación insinúan que Tussam es deficitaria porque los trabajadores cobran demasiado. Con esta excusa, la dirección de la empresa está eliminando ayudas sociales a los empleados, ahorrando una miseria -0,2% de la deuda de la compañía municipal- y ha despedido a decenas de trabajadores.
Los trabajadores de Tussam están padeciendo un duro ataque a las condiciones laborales, que con lucha y sacrificio alcanzaron en la empresa. Los medios de comunicación insinúan que Tussam es deficitaria porque los trabajadores cobran demasiado. Con esta excusa, la dirección de la empresa está eliminando ayudas sociales a los empleados, ahorrando una miseria -0,2% de la deuda de la compañía municipal- y ha despedido a decenas de trabajadores.
La gerencia ha amenazado con privatizar líneas. Pero, ¿qué significa que Tussam "pierde dinero"? Las prestaciones sociales que figuran como "pérdida" son conquistas sociales: títulos de viaje gratuitos para la tercera edad y los parados, y otros bonos necesarios. Además, los beneficios sociales de los que han disfrutado los trabajadores y trabajadoras de Tussam son conquistas laborales justas que se arrancaron con la lucha.
Cabe añadir que Tussam está para dar servicios de calidad, tal y como piden sus trabajadores y usuarios, no para empatar ingresos y gastos. El hecho de que los costes económicos sean superiores a los ingresos provoca que cada año el Ayuntamiento deba hacer transferencias. Estas transferencias no lo cubren todo así que el Ayuntamiento hace tiempo ha recurrido al endeudamiento con los bancos, exponiendo de esta manera a Tussam a las sanguijuelas financieras. Los gastos financieros (intereses sobre la deuda con los bancos) han crecido la friolera del 40% en tan sólo el trienio 2007-2009, casualmente los que tienen relación con la gestión y no con el sueldo de los trabajadores. Además, se desperdicia dinero público de la gerencia en los asuntos judiciales por graves conflictos* provocados por ella misma en contra de los trabajadores. Otro aspecto importante es el sueldo de los directivos, de no cobrar tanto, el gasto descendería considerablemente.

Los salarios no son el problema

Refiriéndonos en cifras a los sueldos de los trabajadores podemos decir: los ingresos de Tussam han aumentado en un 50% entre 2004 y 2009, mientras que en el mismo período los gastos de personal han crecido sólo un 30%. Las cifras demuestran un aumento importante de la productividad. Por tanto, los argumentos contra los trabajadores son falsos y esconden la intención de privatizar la empresa pública.
El verdadero problema no son los salarios, sino la falta de financiación pública. Si la productividad del trabajo ha aumentado, ¿para qué despedir? La congelación salarial no tiene fundamento: en el contexto actual de subida de los precios, la luz, el IVA, la congelación salarial supone en realidad una bajada.
¿Cómo no vamos a ser solidarios con quienes están luchando por sus derechos, que también son los nuestros? Debemos defender:
· No a la privatización.
· Estabilidad en el empleo.
· Garantía de financiación pública de Tussam.
· Mantenimiento del poder adquisitivo y del empleo.
· Readmisión de los casi 140 despedidos.
· Dimisión de los directivos de la empresa responsables de represión sindical.
· Reforzar las líneas que lo necesitan y mejorar conexiones de los barrios.
· Mantener los beneficios sociales.
· Control obrero de las cuentas de Tussam.
· Basta de regalar dinero a los bancos.
¿Quién, sino los trabajadores, puede aportar las soluciones? Lo que tiene que hacer el ayuntamiento de Sevilla es escuchar a los trabajadores. La Junta debe aportar toda la financiación necesaria. El PSOE debe girar urgentemente hacia la clase trabajadora, garantizar sus puestos de trabajo y nivel adquisitivo.

* Entre los incidentes más destacados resalta el caso de los ocho trabajadores expedientados en una huelga, en mayo de 2007, en la que se acusó a estos de causar desperfectos, y los cuales ganaron el juicio. Sin embargo, desde la dirección de la empresa se mantuvo la postura de acusación a pesar de que el caso había sido archivado por falta de pruebas. Se realizaron huelgas pidiendo que el expediente a los trabajadores fuera retirado. Finalmente, ante la insistente presión de la dirección y la gerencia de Tussam, uno de los ocho trabajadores, José Luis Alonso Falcón, decidió poner fin a su vida el 18 de noviembre de 2008, ante su agobiante situación laboral. Tenía pareja y dos hijas. Recordamos que la gerencia se empecinó y luego perdió el juicio en contra de 407 trabajadores, que se habían dado de baja médica como consecuencia de la muerte del trabajador. El Juzgado de lo Social número 9 desestimó la solicitud de la empresa de que la jornada fuera declarada como "huelga ilegal encubierta". Anteriormente hubo otro suicidio de un trabajador.

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