Las razones de la lucha de los trabajadores de la empresa municipal de transporte de Sevilla, TUSSAM, son: contra la privatización y por la financiación pública de la empresa, contra los despidos y por la estabilidad laboral, por un servicio de calidad y un cambio de gestión. Durante la huelga del 19 y 20 de abril, los trabajadores, con el apoyo del Sindicato de Estudiantes, han difundido por la ciudad miles de octavillas solicitando la solidaridad de la población y respondiendo a las mentiras de los diarios sevillanos.
Las razones de la lucha de los trabajadores de la empresa municipal de transporte de Sevilla, TUSSAM, son: contra la privatización y por la financiación pública de la empresa, contra los despidos y por la estabilidad laboral, por un servicio de calidad y un cambio de gestión. Durante la huelga del 19 y 20 de abril, los trabajadores, con el apoyo del Sindicato de Estudiantes, han difundido por la ciudad miles de octavillas solicitando la solidaridad de la población y respondiendo a las mentiras de los diarios sevillanos.

La contundencia de la huelga, sus fechas clave (Feria de Abril), y el esfuerzo de los trabajadores para informar a los usuarios de la ciudad, ha conseguido un primer resultado: ahora la población sabe que los planes de privatización iban en serio y, por lo tanto, es más fácil bloquearlos. Segundo resultado: la dimisión del vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, y la promesa de la dirección del PSOE de sentarse a negociar un "plan de viabilidad" de la empresa desde cero. La voluntad de los trabajadores y su determinación, demostrada en los días de huelga, ha sido clave. Hay que decir que, de no haber hecho la huelga, ahora el plato del día sería la suspensión de pagos, un ERE, y más obscenidades.

Continuar con la presión para garantizar todos los empleos

Ahora, desde una posición de fuerza, los trabajadores y sindicatos deberán presionar también para la readmisión de los 140 trabajadores despedidos o a punto de serlo. Los trabajadores no están dispuestos a aceptar nada por debajo del mantenimiento de todos los puestos de trabajo y el compromiso de no privatización. Es necesario que los sindicatos (CCOO, ASC, CGT, UGT y SITT) defiendan también el mantenimiento del poder adquisitivo y no se dejen llevar por el previsible chantaje de que la empresa, para ser pública, debe ahorrar costes laborales.
Después de tanta campaña en contra y tantas mentiras, ahora los diarios de Sevilla enmudecen. Se han llevado un buen palo junto a sus amos de la patronal sevillana y andaluza (CES y CEA, que pedían la privatización de Tussam y la eliminación de las empresas municipales). El golpe lo han acusado también todos aquellos que dentro del PSOE se obstinaron en mantener al frente de la empresa municipal una dirección represiva y antiobrera, además de los que han coqueteado con la patronal.

La postura de Izquierda Unida

IU ha exigido la participación de la Junta de Andalucía en la financiación de la empresa municipal, lo cual es correcto y necesario. A diferencia del alcalde del PSOE, IU de Sevilla está defendiendo el transporte público y sugiere un proyecto opuesto a la privatización: "Lo mismo que de la grúa municipal, la empresa de Transportes tiene que disponer de instrumentos integrados y debe de ser gestionada de la misma manera integral. (...) Un grupo de actividades agrupadas bajo el paraguas de TUSSAM (autobús, tranvía, grúa municipal, bicicleta pública, agentes de movilidad, talleres municipales con túnel de lavado, ITV de autobuses, venta de gas para transporte, gestor de energía limpia, servicios discrecionales dentro de la ciudad, gestión de los espacios públicos de publicidad, etc.) harían de la empresa un potente operador, con perspectivas sólidas de gestionar bien la movilidad, siempre compleja, en una gran ciudad como esta". (Blog de Antonio Torrijos, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y portavoz municipal de IU).
La propuesta merece ser apoyada e IU tiene basarse en la movilización de los trabjadores y jóvenes de Sevilla, para poder presionar en el Ayuntamiento. Ya hemos visto que las palabras no son suficientes. Al mismo tiempo, cabe señalar una condición necesaria: un cambio radical en la gestión de Tussam, que debe pasar a tener una gestión y dirección transparente y respetuosa con los derechos de los trabajadores. Basta ya de directivos que cobran 140.000 euros al año y crean graves conflictos con la plantilla. Lo que desde las organizaciones  de la izquierda tenemos que defender es el control obrero sobre las finanzas y la gestión de la empresa municipal. Una reivindicación tan razonable como necesaria.

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