El 15
de junio los secretarios generales de CCOO y UGT, Toxo y Méndez, anunciaban en
rueda de prensa la convocatoria de una huelga general de 24 horas el próximo 29
de septiembre contra la reforma laboral aprobada por el gobierno. Esta fecha
coincide con la convocatoria por parte de la Confederación Europea de
Sindicatos (CES) de una jornada de luchas contra las medidas de ajuste en toda
Europa.
El 15
de junio los secretarios generales de CCOO y UGT, Toxo y Méndez, anunciaban en
rueda de prensa la convocatoria de una huelga general de 24 horas el próximo 29
de septiembre contra la reforma laboral aprobada por el gobierno. Esta fecha
coincide con la convocatoria por parte de la Confederación Europea de
Sindicatos (CES) de una jornada de luchas contra las medidas de ajuste en toda
Europa.
Esta convocatoria de huelga general es la consecuencia lógica de todo un periodo de sacrificios que los trabajadores han tenido que aceptar con los dientes apretados en los últimos años a través del aumento brutal del desempleo, EREs, congelaciones salariales y un descenso generalizado de los niveles de vida que no han servido de nada frente a la voracidad de los "mercados" ni para satisfacer las necesidades de la burguesía española e internacional. Todos estos sacrificios han sido impuestos en parte por una política sindical basada exclusivamente en el pacto y en el consenso con la patronal y el gobierno, política que se ha demostrado completamente fallida como demuestra el calado y la profundidad de los ataques que los trabajadores vamos a sufrir con la reforma laboral aprobada ya por el Consejo de Ministros. En los próximos días publicaremos un análisis más en profundidad de esta reforma.
El marcado giro del Gobierno PSOE hacia las posturas de la burguesía con el mayor recorte en gasto social en la historia de la democracia, la bajada de sueldos a los trabajadores públicos, la reforma laboral y la más que previsible subida en la edad de jubilación son la prueba palpable de que todavía se pretende hacer pagar más duramente a los trabajadores y la juventud con el peso de la crisis económica, además de lanzar un torpedo a la línea de flotación de los sindicatos con el debilitamiento de la negociación colectiva y la atomización de la clase trabajadora si esto se impone en las empresas.
Una gran mayoría de los trabajadores es consciente que para echar atrás estos ataques es necesario una campaña de movilizaciones contundentes, continuadas en el tiempo y bien organizadas, para conseguir esto es necesaria la participación consciente y activa de las plantillas a través de asambleas participativas y democráticas, bien convocadas, y hasta ahora no ha ocurrido nada de esto, es más, tan sólo hace unos días mientras se preparaba la movilización del 8 de junio de los trabajadores públicos, se insistía por parte de los dirigentes de CCOO y UGT en la necesidad de alcanzar un acuerdo en la reforma laboral, esto sólo tiene el efecto de transmitir una señal completamente equivocada, dando a entender a los trabajadores de que todavía es posible algún tipo de acuerdo.
Si los sindicatos quieren de
nuevo tomar la iniciativa en los aspectos fundamentales que afectan a las
condiciones laborales y sociales de la clase trabajadora, esta Huelga General
es la mejor oportunidad, organizar una movilización de esta envergadura dará
voz a todos los trabajadores en los centros de trabajo, señalando los puntos
débiles en los que se ha basado la acción sindical desarrollada en los últimos
años.
Hay que explicar claramente a qué nos enfrentamos, y que los ataques de la burguesía no han hecho más que empezar y se profundizarán. Hay que trasladar al conjunto de los trabajadores la gravedad de la situación y a la vez la firmeza y la determinación de que es posible parar estos ataques. Los trabajadores han respondido cuando se ha hecho una convocatoria seria, las manifestaciones del 8 de junio así lo demuestran, con una participación masiva en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga o Sevilla.
No hay disyuntiva posible, no se puede ceder a las presiones del Gobierno y la Patronal, hay que organizar seriamente la convocatoria de la huelga del 29 de septiembre para que sea un éxito rotundo, las condiciones para que sea así están dadas. Los dirigentes sindicales de CCOO y UGT tienen que dejar claro que el 29 de septiembre tendrá continuidad, la agresión a la que nos enfrentamos es de gran calado y sólo con una movilización masiva, unitaria, que vaya a más será posible dar una respuesta a la altura de los ataques que la burguesía tiene preparados.
Hay que participar masivamente en las concentraciones a nivel estatal que se han convocado para el 30 de junio y en el acto sindical de Madrid para primeros de septiembre, si son lo suficientemente masivas será un primer paso para conseguir una buena Huelga General y demostrar a los especuladores y banqueros que los trabajadores no están dispuestos a pagar la crisis que ellos han provocado. Y también es el momento de recuperar un sindicalismo asambleario, de clase y combativo.
¡Todos a la huelga el 29 de septiembre!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
