Después de la huelga del día 10 de agosto y los acuerdos pactados ese mismo día con la delegada de trabajadores, aún quedaba un aspecto muy importante al que la empresa debía dar una respuesta clara a sus empleados: el reconocimiento de la categoría profesional y el incremento de salario correspondiente. En Runcall Systems, al igual que muchísimas otras empresas del sector, la categoría profesional y las funciones realizadas en el puesto de trabajo casi nunca van emparejadas. Lo más habitual es que los trabajadores realicen labores que no son propias, sino de un puesto superior y que además la empresa no reconozca el esfuerzo, los conocimientos, ni el incremento salarial que supone.
Los empleados nunca han exigido a la empresa un aumento de sueldo, sino que se cumpliera el convenio en el cual se especifica que los empleados que llevan un año realizando las tareas pertenecientes a un nivel especialista como es el de gestor, de forma automática, sean promocionados y ascendidos en sueldo y categoría. Pero la empresa era incapaz de reconocer algo tan obvio.
A mediados de agosto la empresa anunció que mediante una auditoría se estudiaría si los empleados realmente realizaban funciones que no se correspondían a su categoría profesional y además que realizaría una mediación en el Departament de Treball para exponer los resultados. La empresa trató de poner fin a las negociaciones en esa reunión accediendo a un aumento de sueldo equiparable al de la categoría, pero no así al reconocimiento de la categoría profesional, algo totalmente inconcebible desde el punto de vista de la plantilla. Es más, la empresa quería hacer un examen para decidir qué empleados debían ser gestores y cuáles teleoperadores dividiendo así a la plantilla.
La empresa se presentó en la reunión sin los resultados que había prometido, es más, antes de presentarse ya había comunicado que ellos no iban a negociar la categoría profesional porque consideraban que no se cumplían los puntos descritos en el convenio para adjudicarla. Negando cualquier tipo de diálogo y a la vez tachando a la delegada de radical.
En la reunión de mediación la empresa quedó en evidencia por presentarse sin el resultado de su auditoría y porque el Departament dio la razón a los trabajadores; si por convenio está descrito que su categoría profesional es la de telegestor, la empresa debía admitirlo. Llegados a este punto, la empresa tenía que decidir si ceder o exponerse a una demanda formal por parte de la plantilla por incumplimiento del convenio.
Tras la reunión con el Departament, la empresa se ha comprometido a reconocer la categoría de telegestor. A falta de que la empresa se comprometa por escrito y sin ambigüedades, se trata de una nueva victoria de la lucha de los trabajadores de Runcall Systems y del sindicalismo combativo y de clase que hemos llevado a cabo todos los trabajadores.

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