El acuerdo alcanzado por los dirigentes de CCOO y UGT con el gobierno y la patronal la semana  pasada significa un recorte generalizado de las pensiones:

  • La edad legal de jubilación quedará fijada en los 67 años, dos más que actualmente.
  • Para mantener el derecho a jubilarse a los 65 años habrá que haber cotizado durante  38 años y medio.
  • El período de cómputo para calcular la pensión pasará de 15 años a 25. Esto  provocará un recorte del importe de las pensiones, como el propio Toxo reconoce en  el periódico Público de ayer. Aunque lo justifica porque mejorará la pensión de  aquellos que echen mucho tiempo en el paro antes de jubilarse, es indudable que  serán más los trabajadores perjudicados porque ese recorte es general, no depende ni  de los años que se tengan cotizados, ni de la edad de jubilación ni de ninguno otro  factor.
  • Los años cotizados para tener derecho al 100% de la pensión pasan de 35 a 37. Una  persona con sólo 35 años cotizados sufrirá un recorte del 4'5% en su pensión.
  • La edad mínima de jubilación se eleva de 61 a 63 años con carácter general, aunque  habrá excepciones. La penalización por anticipar la jubilación será de un 7'5% por año.
  • Se endurecen los requisitos para la jubilación parcial con contrato de relevo.
  • Por si todo esto no fuera ya suficientemente grave, el acuerdo también establece que,  a partir de 2027, cada cinco años se revisará el sistema de pensiones (edad, período  de cómputo y años cotizados) de forma automática, abriendo así la puerta a más  recortes en el futuro.

Todo esto se firma a cambio de algunas migajas, como que los becarios y las mujeres que  solicitaron una excedencia por maternidad tendrán derecho a computar un máximo de dos  años de cotización (aunque el tiempo como becario o la excedencia hubiesen durado mucho  más), o que habrá una nueva ayuda para parados sin ingresos (que parece será inferior a los  426 € eliminados en diciembre).

Este acuerdo provocará un importante recorte en las pensiones futuras y, por tanto,  representa un retroceso grave en los derechos de los trabajadores. Además, el recorte no está  justificado, pues el sistema público de pensiones no está en peligro, por mucho que la  campaña de mentiras a la que asistimos, alimentada por economistas a sueldo de la banca,  pretenda convencernos de lo contrario. El objetivo del recorte de las pensiones públicas es  obligar a quien quiera tener una pensión digna (y pueda pagarla) a suscribir fondos privados, y  que así los bancos, que son los gestores de esos fondos, nos roben aún más a base de  comisiones, etc. En definitiva, lo que está detrás del recorte de las pensiones públicas son los  intereses de la banca. Esta es la verdad y el resto es palabrería.

Y si lo que ya se conoce de la reforma de las pensiones es suficientemente grave, cabe  preguntarse si aún no nos espera alguna sorpresa más. Porque, increíblemente, toda la  información de la que disponemos los trabajadores para saber qué va a pasar con nuestras  pensiones procede de los medios de comunicación. En la era de Internet es inaceptable que,  como mínimo, el texto del acuerdo no esté colgado en las webs oficiales de CCOO o UGT, a  disposición de cualquier trabajador.

Toda esta negociación se llevó con un secretismo inaceptable, pero una cosa parecía clara:  mantener la edad de jubilación en los 65 años era una línea roja. Lamentablemente, Toxo y  Méndez cruzaron esa línea roja que ellos mismos habían marcado: con esta reforma de las  pensiones, la edad legal de jubilación quedará en los 67 años, como quería el gobierno.

Hoy somos muchos los afiliados de CCOO que nos sentimos engañados por los dirigentes de  nuestro sindicato. Pero de igual manera que la victoria democrática en unas elecciones  generales no le da derecho a un gobierno a hacer lo que le dé la gana, la victoria democrática  en el congreso de un sindicato no le da derecho a su dirección a firmar lo que le parezca. El  consejo confederal de CCOO no puede decidir la firma de la reforma de las pensiones sin que  los afiliados y los trabajadores tengan la posibilidad de expresar su opinión. ¡Son las pensiones de todos, no las suyas! ¡Tenemos derecho a opinar! ¡No sigamos callados, no sigamos pasivos!

La voz de la base tiene que llegar a la cúpula de nuestro sindicato. Los delegados de CCOO en  SDS estamos movilizándonos para que la democracia obrera sea la que tome las decisiones en  el sindicato y que los derechos de los trabajadores sean el único objetivo de nuestra  organización.

Desde la Sección de CCOO en SDS creemos que para defender un modelo de sindicalismo  distinto del que siguen actualmente las cúpulas sindicales es necesaria la participación de  todos los trabajadores. Por eso te invitamos a afiliarte a CCOO e implicarte con nosotros en la  defensa de un sindicalismo combativo, democrático y de clase, que nos permita combatir las  contrarreformas que se están llevando a cabo y luchar por los derechos de todos los  trabajadores. Para afiliarte ponte en contacto con algún compañero de CCOO o en la página de

CCOO: http://www.ccoo.es/csccoo/menu.do?Afiliate

Un fraternal saludo,

Sección Sindical de CCOO en SDS

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