El Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio (Asturias) está usando los Planes de Empleo Local, destinados a personas con mayor dificultad para conseguir trabajo, para “subcontratar” mano de obra prácticamente gratis, ya que estos “planes de empleo” vienen subvencionados por el Principado de Asturias. Aprovechándose así de las necesidades económicas de los trabajadores que estamos pagando los efectos de esta crisis del capitalismo.
Según el “Contrato-Programa” entre el Principado, a través del Servicio Público de Empleo, y el ayuntamiento de San Martín, que regula estos planes, los trabajos a realizar son la “recuperación del hábitat minero industrial” y la “apertura de centros”. Sin embargo, los trabajadores temporales realizamos las funciones propias del personal fijo pero tenemos un sueldo muy inferior y unas condiciones laborales peores.
Ante la inminencia de las elecciones sindicales, y la necesidad de pedirnos el voto también a los trabajadores temporales, se organizaron asambleas donde se manifestó la indignación por una parte de la plantilla ante esta discriminación de trato. Y la respuesta de la sección sindical de UGT (en amplia mayoría y en connivencia con el gobierno del ayuntamiento, del PSOE) fue la del mal menor: mejor eso que estar en el paro sin cobrar nada.
Igualdad de derechos para fijos y temporales
A partir de una de esas asambleas un grupo de trabajadores empezamos a organizarnos para reivindicar la igualdad de derechos para todos los trabajadores. Remitimos un escrito al comité de empresa para trasladarles nuestras dudas y reivindicaciones principales: copia del convenio colectivo, igualdad salarial para todos los trabajadores con la misma categoría, información sobre las pagas extras, cobro de las horas extras y complementos salariales para todos los trabajadores que realizáramos esos trabajos, que la duración de todos los contratos fuera de un año para poder tener derecho a cuatro meses de paro y que nos explicaran cómo se calculan nuestros salarios a partir de las subvenciones que recibe el ayuntamiento por contratarnos. Solicitamos la convocatoria de una asamblea para aclarar todas nuestras dudas y que dicho comité defendiera nuestras reivindicaciones.
La respuesta del comité fue la negativa de convocar una asamblea, que no tenemos convenio colectivo, que nuestro sueldo se calcula quitando de la subvención la parte que corresponde pagar al ayuntamiento de Seguridad Social y dividiendo entre doce meses el resto del dinero de la subvención, que por tanto no tenemos derecho a pagas extras, que quien no quiera hacer horas a cambio de descansos que no las haga... haciendo de muro de contención y defendiendo los intereses del ayuntamiento en lugar de defender a los trabajadores como es su obligación.
Para colmo, todo está ocurriendo ante la pasividad tanto del Servicio Público de Empleo como del gobierno del Principado y las cúpulas sindicales, que permiten y no usan ninguna de las herramientas a su alcance para verificar el correcto funcionamiento de estos planes y la correcta utilización de las subvenciones procedentes de fondos públicos.
La sección sindical de CCOO ha sido la única que ha venido denunciando las injusticias e informando a los trabajadores, nos han apoyado y han defendido la necesidad de sacar a oposición todas las plazas necesarias para reducir la temporalidad. Por otro lado, desde que comenzamos a organizarnos se han conseguido algunos logros: la ampliación de los contratos que faltaban hasta cumplir el año, la concesión de permisos retribuidos por hospitalización de familiares...
En la última asamblea anterior a las elecciones, desde la sección sindical de CCOO nos comprometimos a denunciar públicamente estos hechos y a solicitar, tanto al propio aparato sindical como al ayuntamiento, la reunión del comité de seguimiento de estos planes para tratar nuestras peticiones.
Elecciones sindicales
Al final se celebraron las elecciones sindicales y obtuvimos una victoria parcial: UGT ha perdido cuatro representantes y CCOO ha ganado uno (antes tenía dos), quedándonos a dos votos de conseguir el cuarto. Pero, sin duda, el resultado para CCOO podría haber sido mayor si el aparato burocrático de UGT hubiera respetado el derecho a decidir libremente de los trabajadores. Alguien quitó los carteles de propaganda electoral durante el día de reflexión, el miedo propagado entre la plantilla de que quien proteste no volverá a entrar a trabajar en el ayuntamiento y el reparto de ciertos privilegios a algunos trabajadores afines a UGT para tenerlos de su lado...
Todas estas triquiñuelas propias de caciques de otros tiempos se producen hoy día con total impunidad, esto deja el descubierto su propia debilidad porque ya no pueden seguir engañando a la gente y sólo les queda recurrir a estos “métodos”. Aun así no podrán silenciar lo que está ocurriendo. Hay que seguir luchando por despertar entre los trabajadores un espíritu de colaboración por el bien común de todos, ése es el único método posible que tenemos los trabajadores de conseguir que nuestra opinión tenga peso en el funcionamiento de nuestra sociedad y de conseguir avanzar hacia un futuro mejor para todos nosotros. Todos podemos inspirar a otros compañeros llevando estas ideas a la práctica en la vida cotidiana de nuestros puestos de trabajo, que es la mayor parte de nuestras vidas.