La profunda crisis del capitalismo que estamos viviendo está teniendo como consecuencia más dramática una explosión del desempleo de masas. En el caso del Estado español la situación se está volviendo insostenible, con una tasa de desempleo superior al 21% (EPA), una cifra de 5 millones de parados y más de 1,2 millones de hogares con todos sus miembros desempleados. Después de la aprobación de la reforma laboral más regresiva de la historia reciente de nuestro país, la reforma de las pensiones o la retirada de la ayuda de 426 euros para los parados de larga duración, millones de parados tenemos más difícil no sólo el pago de las facturas, sino el sustento alimenticio de nuestras familias, sin expectativas de que esta situación mejore. Según el propio gobierno para que el paro comience a remitir, hace falta un crecimiento económico superior al 3%, por lo que las previsiones inmediatas son el mantenimiento de un desempleo de masas en los próximos años.
Tras las cifras del paro hay auténticos dramas humanos, la desesperación de los que sólo tenemos nuestro trabajo para subsistir y que ahora se nos niega. Millones de parados desde que empezó la crisis hemos intentando sin éxito volver a trabajar, mientras se iban agotando las ayudas y subsidios. Es ahora cuando millones de parados empezamos a quedarnos sin ningún tipo de ingreso y sin poder hacer frente a los pagos. Son los mismos culpables de la crisis, los empresarios y banqueros que no perdonan ni hipotecas, ni alquileres y que incluso fuerzan las subidas de los precios haciendo aun más terrible e insostenible la situación. Desahucios, cortes de luz, de teléfono, imposibilidad de llenar un deposito de gasolina para poder seguir buscando empleo, alquileres sin pagar, listas de morosos, familias forzadas a volver al hogar paterno y autenticas peripecias incluso para poder comer.
Los parados no tenemos la culpa de la crisis y por tanto reivindicamos nuestro derecho a no ser los pagadores de la misma. Nos negamos a resignarnos, podemos trabajar y tenemos derecho a hacerlo para vivir. Después de los ingentes beneficios empresariales ganados durante la época de boom, de las fortunas amasadas en la orgía de especulación y los enormes recursos desviados a la ostentación, el lujo y el despilfarro de una pequeña capa de la población, cada ERE, despido y perdida de derechos laborales queda hoy aun mas injustificado.
Hasta la fecha, la respuesta a esta sangría del desempleo ha sido casi inexistente por parte de las direcciones de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, que no sólo no se han opuesto de forma contundente a los despidos ni han defendido un plan global de lucha contra el paro, sino que tampoco han articulado ningún mecanismo para organizar las demandas y reivindicaciones de los trabajadores desempleados. Así las cosas, de un tiempo a esta parte estamos asistiendo al surgimiento, todavía muy puntual, de algunas plataformas de parados que tratan de aglutinar y defender las necesidades más inmediatas de este colectivo. No obstante, en ningún modo deben entenderse estas plataformas de parados como algo enfrentado a las organizaciones sindicales y mucho menos al resto de la clase trabajadora. Todo lo contrario. Pensamos que este tipo de plataformas puede ser un foco de atracción para muchos trabajadores que no se ven en este momento representados en los sindicatos, por los motivos señalados anteriormente, y que, con una orientación correcta pueden contribuir de forma importante a la lucha general del movimiento obrero.
A pesar de la terrible situación por la que millones de trabajadores parados estamos atravesando, la experiencia que hemos impulsado los trabajadores marxistas desempleados en distintas zonas como Málaga o Sevilla con la organización de Comités de Parados, demuestra que podemos organizarnos y luchar. Estas experiencias tan positivas demuestran la necesidad de que los grandes sindicatos, CCOO y UGT, hagan un trabajo sistemático entre esta capa de trabajadores, que con un potencial de lucha enorme, muchas veces quedan atomizados y dispersos. Vincular a los trabajadores en paro con los que no lo están, apoyar desde comités de parados las movilizaciones de empresas en lucha y secundar las movilizaciones de los comités de parados y sus reivindicaciones frente a ayuntamientos o comunidades autónomas desde los sindicatos, es una tarea urgente e imprescindible para vincular a estos millones de trabajadores y trabajadoras con el resto de la clase.
- Por la defensa de todos los puestos de trabajo. ¡No a los eres! ¡Nacionalización de las empresas en crisis bajo control democrático de los trabajadores y sus organizaciones!
- Los trabajadores queremos vivir de nuestro trabajo, pero si la sociedad no puede garantizar un empleo para todos, seguimos teniendo derecho a vivir dignamente. ¡Exigimos un puesto de trabajo digno o un subsidio indefinido de 1.100 euros al mes mientras dure la situación de desempleo!
- A pesar del aumento del paro, la jornada laboral se está alargando de forma abusiva para muchos trabajadores, que incluso se ven abocados a hacer horas extras más baratas o gratis. Por el reparto del empleo. Reducción de la jornada laboral a 35.h sin reducción salarial.
- El gobierno ha regalado miles de millones de euros a la patronal y los bancos, mientras para las familias trabajadoras se recortan gastos sociales esenciales. Son muchas las necesidades sociales que no están cubiertas actualmente, sobre todo en educación, sanidad, atención a los ancianos, guarderías públicas, infraestructuras, etc… Exigimos un plan de inversiones en infraestructuras sociales para crear empleo público digno y de calidad.
- Todos los planes estatales de ayuda al empleo que gestionan los ayuntamientos deben ser puestos bajo el control de los trabajadores parados, los comités y los sindicatos para su gestión, y deben ser cubiertos con empresas públicas. No al negocio de los empresarios privados con los planes públicos de empleo.
- Por una oferta pública formativa, de calidad y gratuita para todos los parados. No a las medidas aprobadas por el gobierno que con la excusa de combatir el empleo sumergido, se transforma en ataques contra los parados para reducir sus derechos y el cobro de subsidios.
- La especulación inmobiliaria infló artificialmente los precios de la vivienda para beneficiar a un puñado de parásitos. Los bancos se han beneficiado suficientemente de esta situación en los últimos años, además de las ayudas millonarias del gobierno, mientras se han multiplicado los embargos y desahucios por impago. ¡Congelación de todas las hipotecas mientras dure la situación de desempleo! ¡Revisión de los intereses de los créditos hipotecarios hasta reducir el pago de la vivienda a precios sociales y accesibles a las familias obreras y paradas!
- Para garantizar el mantenimiento del empleo, es necesario que los resortes productivos estén en manos de la sociedad. Renacionalización de los sectores privatizados (minería, construcción naval, metalurgia, etc). Nacionalización de la banca, los latifundios y los grandes monopolios bajo control obrero.