La negociación colectiva, paralizada por la patronal

La forma en que se está abordando la crisis económica nos coloca a los trabajadores del sector privado y público en una situación cada vez más precaria. En el sector privado, los empresarios están aprovechando la Reforma Laboral para acabar con la negociación colectiva. De hecho, en la Comunidad Autónoma Vasca seis de cada diez trabajadores amparados por un convenio sectorial provincial lo tienen sin renovar. Esto supone anualmente una pérdida salarial para los trabajadores de unos 1.352 euros (para un salario medio de 26.000 euros)1, es decir, unos 130 millones de euros por cada 100.000 trabajadores.
En los casos en los que se intenta negociar, la patronal mantiene posturas abusivas. En la negociación del Convenio del Metal de Álava, el Sindicato Empresarial Alavés (SEA) además de pedir la desaparición del convenio, pide extender 15 horas la jornada anual, se niega a subir los salarios ni siquiera según el IPC, pretende aumentar la flexibilidad y pide que sea para tres años con una retroactividad de sólo seis meses. Esto ha hecho que los sindicatos se unan para luchar conjuntamente. ELA, UGT, CCOO y LAB realizaron concentraciones frente a la sede del SEA el 4 de noviembre; el día 18, en el valle de Aiala y el 16 de diciembre se manifestarán por las calles de Vitoria-Gasteiz para exigir un convenio “de avances” y pedir al SEA que “varíe su postura”.
En parecida situación se encuentran los trabajadores de Michelín que han iniciado la lucha por el convenio y han hecho durante el mes de octubre concentraciones delante de la fábrica todos los miércoles. Los trabajadores de la construcción también están en lucha por la negociación colectiva.

En lucha contra los despidos

En otros casos, como Esmaltaciones San Ignacio, la patronal ha optado por la deslocalización: después de descapitalizar la empresa la cierran y mantienen la producción en países donde los trabajadores tienen peores condiciones laborales y ningún derecho sindical. Los trabajadores de Esmaltaciones están haciendo manifestaciones periódicamente e intentando unirse a la lucha de otras empresas para tener más fuerza.
Ariza es otro ejemplo de descapitalización. La empresa creó otra a la que derivaba los beneficios y ahora poder fingir que no hay dinero. Cada día más empresas presentan EREs de extinción, es el caso de Copalsa donde los trabajadores están luchando contra el ERE que pretende despedir a 28 de los 56 trabajadores.
Además, la patronal está llevando una dura ofensiva contra los delegados sindicales y cualquiera que se distinga por defender los derechos de los trabajadores. Este es el caso de Vitemsa, donde han despedido a  tres trabajadores por este motivo.

Recortes en gasto social

Los trabajadores del sector público también están sufriendo la política económica. Justo tras las elecciones del 20-N, el lehendakari Patxi López anuncia los recortes en el presupuesto de personal y el cambio en las condiciones para percibir las ayudas sociales.
Ya los anteriores recortes habían tenido una repercusión en Educación y Sanidad. En la enseñanza desde principios de curso hasta el 11 de noviembre se han dejado de sustituir 40.019 horas2, lo que equivale a 333 profesores contratados durante un mes (eso sin contar las que no se cubrieron con sustitutos el curso anterior). En Sanidad, ya en julio de 2011 el Sindicato de Enfermería de Euskadi (SATSE), el Sindicato Médico de Euskadi (SME) y la Federación de Facultativos de Hospitales de Euskadi (FFHE) denunciaron la pérdida de calidad de la atención sanitaria en la sanidad pública vasca3.
No contentos con ello, además van a recortar las ayudas sociales a los más desfavorecidos. Las enmiendas pactadas por el PP y el PSE en el parlamento vasco, con la abstención del PNV, van a elevar el periodo previo de empadronamiento, de uno a tres años, para tener derecho a percibir la Renta de Garantías de Ingresos (RGI) y la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV), y penalizar con la exclusión del sistema a quienes rechacen una sola oferta de trabajo (ahora son tres). De esta forma, será mucho más difícil para inmigrantes y jóvenes, que se emancipan del hogar familiar, el cobro de estas prestaciones. Otra consecuencia será que los parados serán obligados a admitir cualquier tipo de trabajo por precario y mal pagado que éste sea, bajo la amenaza de quedarse sin ayudas, que ya de por sí eran insuficientes. Como excusa ponen el fraude, que no llega al 4% del gasto (unos 16 millones de euros en 2011), cuando el fraude fiscal es de 2.000 millones de euros. De paso aprovechan para potenciar los prejuicios xenófobos.
Todos estos ataques a los trabajadores se hacen con el pretexto de que no hay dinero. Mientras, el gobierno central ha destinado 27.000 millones de euros en 2011 a pagar los intereses que genera la deuda. Teniendo en cuenta que Sanidad invierte 4.255 millones de euros, Educación 2.843 millones y en subsidios al desempleo 30.474 millones no se puede decir que no hay dinero. El mismo González Pons, del PP, reconoce “que en 15 días se gasta en intereses de la deuda lo que se ahorró congelando las pensiones”4.
Unificar las movilizaciones

Desde El Militante estamos realizando una campaña pública, mediante el reparto de hojas y la colocación de carteles, defendiendo que las centrales sindicales unifiquen todos los conflictos para dar una respuesta unida y contundente a las pretensiones de la patronal: los compañeros de Michelín, los trabajadores que luchan contra el cierre de sus empresas, EREs y despidos como Esmaltaciones San Ignacio, Ariza, Copalsa, Vitemsa, los de la construcción, metal... tenemos la fuerza suficiente para frenar estos ataques y ganar la solidaridad del conjunto de la población. Así mismo, todos estos conflictos en empresas del sector privado deberían ligarse con la lucha de los trabajadores del sector público, donde se están produciendo movilizaciones y grandes recortes.
Es necesario coordinar las luchas y llevar a cabo asambleas democráticas y participativas, promover debates y asambleas igualmente en los barrios en colaboración con el 15-M. Necesitamos un sindicalismo de lucha, combativo y de clase y organizarnos para transformar la sociedad. Siempre ha sido necesario luchar por los derechos de los trabajadores, nunca nos han regalado nada, pero ahora más que nunca puesto que estamos perdiendo todo lo que se consiguió después de la dictadura.

1. www.ccoo-euskadi.net/comunes/temp/recursos/-1/1093260.pdf
2. irakaskuntza.labsindikatua.org/images/stories/argitalpenak/buletinDigitalak/publikoa/11_11_22/EAEDigi04.pdf
3.euskadi.satse.es/comunicacion/sala-de-prensa/galeria-multimedia/satse-denuncia-un-alarmante-deterioro-de-la-sanidad-publica-vasca.
4. www.20minutos.es/noticia/1219174/0/Gonzalez-Pons/intereses-deuda/mismo-congelacion-pensiones.

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