El pasado 18 de noviembre me presentaron un escrito en el que me notificaban la celebración, el próximo 30 de noviembre, de una asamblea para revocarme como delegado de personal.
Quien realmente está promoviendo mi revocación es la empresa. Los jefes utilizan a algunos trabajadores y encargados, pero éstos están engañados por las maniobras y mentiras de la empresa.
Para empezar, tenemos que señalar que la revocación supondrá mi despido. No es la primera vez que los empresarios actúan así. Primero impulsan la revocación de los delegados que han defendido a los trabajadores para inmediatamente despedirlos. Así buscan dar un escarmiento al conjunto de la plantilla para que renunciemos a nuestros derechos.
¿Por qué la empresa actúa así? Desde que conseguimos un delegado de personal, hace dos años, hemos actuado como la voz de los trabajadores del Tropical. Hasta entonces, los trabajadores no habíamos tenido nunca una voz propia. La empresa hacía y deshacía a su antojo, imponiendo sus condiciones laborales e incumpliendo la ley. Los trabajadores del Tropical sufríamos una situación de indefensión.
Hemos tratado de actuar como contrapeso a las presiones de la empresa, escuchando a los trabajadores y defendiendo nuestros derechos. Nadie podrá negar que desde que logramos esta posición las condiciones laborales han mejorado. Sin delegado de personal, la empresa no hubiera dudado en hacer caer sobre los trabajadores el peso de la crisis. Sólo tenemos que ver otros restaurantes similares para darnos cuenta de lo que estamos hablando (La Masía, por ejemplo). La empresa nunca quiso que tuviéramos delegado de personal.
Hemos desarrollado la acción sindical en un contexto muy duro de crisis y oposición de la empresa, pero siempre defendiendo lo nuestro. Además, nadie puede echarnos en cara que no hayamos buscado el diálogo con la empresa: escuchando las propuestas del jefe, explicándoselas a los trabajadores y proponiendo contrapropuestas beneficiosas. Recientemente, ante los intentos de la empresa de que se finalizara el ERE incumpliendo la ley, presentamos una alternativa que garantizaba las condiciones de trabajo de los compañeros (aplicar una reducción de jornada del 15%, un día o dos noches). La intención de la empresa es que, conjuntamente con ella, cometamos un fraude que se volvería en contra nuestra fácilmente.
Algunos trabajadores pueden pensar ingenuamente que, “quitándome de en medio”, es decir, tomando partido por los jefes, la situación laboral mejorará en el Tropical. Pero, realmente, sucederá justo lo contrario. La empresa no actúa inocentemente. La empresa tiene planes que no van a ir ni mucho menos en beneficio de los trabajadores. ¡Qué nadie se engañe! Los jefes están preparando un ataque contra nosotros como sucede en otras empresas. Pero para ello, necesitan apartarme y poner de delegado de personal a alguien afín a los intereses de los socios. Esto es lo que sucederá si permitimos mi revocación: no habría nuevas elecciones democráticas donde pudiera presentarse un candidato de los trabajadores, sino que directamente pasaría a ser delegada de personal la relaciones públicas, por haber quedado segunda en las elecciones sindicales de hace dos años. Creemos que ella actuaría no como delegada de los trabajadores, sino en nombre de la empresa y sólo para la empresa.
Última hora: Al cierre de la redacción nos ha llegado la información de que la coacción y presión brutal de la empresa, unido a la movilización de los encargados y familiares del empresario, ha conseguido finalmente la revocación de Gabriel.
Logros de los trabajadores tras dos años de representación sindical:
· Regularización de la situación de varios compañeros. Tenían contratos precarios y cobraban por debajo de lo establecido en el convenio, sin disfrutar de vacaciones retribuidas.
· Aumento salarial de los servicios extraordinarios para las categorías más bajas. Consiguiendo la subida salarial más significativa de los últimos cinco años.
· Actualización de los sueldos base, según indicaba el Convenio.
· Exposición del calendario de vacaciones.
· Asesoramiento laboral a aquellos compañeros que lo han necesitado.
· Negociación del ERE. Conseguimos unas condiciones de aplicación que no se hubieran dado en los mismos términos y modos que hemos vivido si no hubiera sido por nuestra mediación. No han primado los intereses de la empresa que buscan que la crisis la paguemos nosotros.
· Una posición sindical consecuente, que nos ha permitido lograr todo lo anterior, y también, defender los intereses y derechos de los trabajadores. Consiguiendo la voz que antes no teníamos. La voz que quieren callar para restablecer las condiciones precarias que se daban en el pasado.