Millones de trabajadores del sector público y privado, estudiantes, pensionistas, parados, amas de casa..., han inundado las calles de las principales ciudades de todo el país. En Madrid más de 500 mil, en Barcelona 450 mil, 80 mil en Valencia, 35 mil en Alicante, 50 mil en Gijón, 70 mil en Zaragoza, 50 mil en Sevilla, 30 mil en Málaga, 30 mil en A Coruña, más de 20 mil en Vigo... y un largo etc, han vuelto a poner de manifiesto, en un ambiente combativo y lleno de confianza, la capacidad de lucha de la clase obrera a lo largo y ancho de todo el estado.
Los dirigentes de CCOO y UGT solo han necesitado poner el día y la hora tres días antes y toda la rabia, el descontento y el rechazo a la política de recortes y ataques a las conquistas históricas de los trabajadores, ha salido a la superficie demostrando una vez más la disposición a la lucha de los obreros de este país.
Durante todo 2011 los trabajadores y los jóvenes hemos dado numerosas pruebas de que la idea de la “apatía en la que están instalados los trabajadores”, defendida por los dirigentes de CCOO y UGT, es totalmente falsa, sobretodo después del 15 de mayo. Desde ese día y en numerosas ocasiones, millones de personas han inundado las calles contra los intentos de los capitalistas y los gobiernos que se pliegan a sus dictados, de hacer pagar a la clase obrera los efectos de la crisis capitalista.
También en la mayoría de las comunidades autónomas, cientos de miles de trabajadores públicos de todos los sectores han protagonizado y lo siguen haciendo, movilizaciones masivas contra los recortes de los servicios públicos y el deterioro de las condiciones de trabajo.
En gran parte de estas luchas hemos encontrado un denominador común: ha sido la organización por la base de los trabajadores y su decisión de emprender una lucha firme y contundente, lo que ha roto la resistencia de los dirigentes regionales o de las distintas federaciones de CCOO y UGT y los ha obligado a tomar el camino de la lucha.
Ante estos antecedentes las declaraciones de Toxo y Méndez hablando de ambiente de resignación entre la clase obrera, han puesto de manifiesto una vez más lo lejos que les ha llevado de la realidad de la clase trabajadora a estos dirigentes su estrategia de pactos, consensos y paz social con la patronal y el gobierno.
Como desde estas mismas páginas hemos explicado en numerosas ocasiones, en los cimientos de la sociedad hay desde hace mucho tiempo un descontento y una rabia acumulados como no se veía en décadas.
En la medida que CCOO y UGT, lejos de alentar la movilización, dar a los trabajadores confianza en sus propias fuerzas y movilizar continua y decididamente las estructuras sindicales para frenar la ofensiva patronal que estamos sufriendo diariamente los trabajadores en las empresas, se han dedicado a arrojar jarros de agua fría en el ánimo de los obreros insistiendo continuamente en nuestra supuesta debilidad, etc, esta rabia contenida ha explotado en diversas ocasiones y al margen de las estructuras sindicales. Las jornadas de movilización impulsadas por el movimiento 15-m han sido un claro ejemplo al respecto.
SE ACABARON LAS EXCUSAS
Después de la magnífica demostración de este 19 de febrero, ¿habrá todavía algún dirigente sindical que se atreva a poner en duda la disposición a la lucha de la clase obrera de este país?
Un simple anuncio en la prensa apenas 72 horas antes han bastado para que todas las previsiones de participación en las manifestaciones del 19-F hayan saltado por los aires. A pesar de todas las pruebas de la decisión de lucha de la clase obrera, Toxo y Méndez “necesitaban” una más cuando al convocar las manifestaciones de este domingo, hablaban de que era preciso “averiguar” si los trabajadores estaban dispuestos a luchar.
Pues ya tienen la prueba irrefutable; la decisión y la unanimidad de los trabajadores ha quedado claro.
Las excusas para no poner en marcha ya un calendario de movilizaciones contundentes, que empiece por la convocatoria de una huelga general en todo el estado se han acabado.
Las medidas aprobadas por el gobierno de la derecha y las que están cocinándose (el siguiente paso será un drástico recorte de los presupuestos de 2012 que puede llegar a 40 mil millones de euros) además de confirmar que el PP es el partido de los capitalistas, ha mostrado claramente el fracaso de la estrategia sindical basada en el pacto social y la aceptación de recortes “para evitar recortes mayores.”
Hay que organizar la lucha ya, abandonar los llamamientos a la negociación al PP y a la CEOE, que después de la aprobación de la reforma laboral y los planes que están haciendo públicos, suenan ridículos.
CCOO y UGT deben convocar ya una huelga general, deben romper con la patronal y el gobierno y basarse en la decisión y la fuerza de la clase obrera para derrotar sus planes.
