En Cortes de la Frontera, al igual que en muchos otros puntos del Estado, los trabajadores estamos dispuestos a luchar. Desde el Comité de Parados hemos intentado convertirnos en una herramienta de lucha válida, ya que desgraciadamente y pese a nuestra insistencia para que cambien su política, mientras la situación cada día se deteriora más, PSOE e IU en el pueblo siguen atrincherados sin plantear ninguna alternativa de lucha ni oposición a los recortes dejando sin defensa a su base social. Así, los trabajadores acuden a nosotros, sabiendo que la única salida pasa por, como venimos defendiendo hace más de dos años, la movilización colectiva y la participación directa. Prueba de todo esto es que hace menos de un mes, y ante la decisión del alcalde de privatizar la campaña de la saca del corcho de este año, los corcheros, incluso algunos que tenían garantizado su puesto de trabajo, acudieron a nosotros exigiéndonos que debíamos parar la privatización de las corchas, que ellos solos no podían, que debíamos hacerlo con el apoyo del comité y, sobre todo, con los métodos de lucha del comité.
Por la socialización de las corchas

Privatizar la gestión de las corchas, en vez de ser gestionada por el propio ayuntamiento, tiene consecuencias gravísimas: menos jornales, menos trabajadores, peores condiciones laborales, abaratamiento de los quintales, desvío de las ganancias a la empresa privada en lugar de a las arcas municipales.
Teniendo en cuenta que ya en la campaña del año pasado los corcheros, arrieros, recogedores…, dieron un gran ejemplo de trabajo, eficacia y rendimiento, queda claro que los trabajadores no han fallado. Quienes sí han fallado han sido el alcalde y sus concejales, que ni siquiera cumplieron con los pagos a su debido tiempo, pagando la demasía con 10 meses de retraso.
Con la decisión de privatizar las corchas el alcalde incumple otra promesa más, gobierna a espaldas del pueblo y de los propios corcheros. Pero los trabajadores ya no estamos dispuestos a callar y, de manera inmediata, convocamos una asamblea de corcheros de la que salió la convocatoria de una concentración de protesta frente al ayuntamiento para exigir la socialización de la campaña de las corchas, mucho más en estos momentos en los que la cifra de parados es la más alta de la historia de la democracia en nuestro pueblo, y en los que hay familias viviendo en la auténtica miseria y dependen de esta campaña.

Éxito de la concentración

A pesar del poco tiempo con el que contamos, la concentración fue todo un éxito, no sólo por la respuesta de los trabajadores, sino por la conciencia y decisión allí mostrada por todos nosotros, en defensa de la gestión pública de nuestros recursos naturales, eje central del programa del comité. Al entrar al ayuntamiento a explicar la situación de los corcheros, dos trabajadores, en representación del resto de funcionarios, bajaron a solidarizarse con nosotros y a mostrar su apoyo.
Mientras todo esto pasa, la situación política es dramática y cada vez se agrava más. Los gobernantes y la oposición cada día dan más pruebas de su incapacidad, todos los miembros de la Junta de Gobierno están expulsados de sus propios partidos. En la reunión que convocó la concejala de Empleo hace unos diez días —a la que se presentaba con los precedentes de haber traicionado la promesa electoral, no sólo de la gestión pública de las corchas, sino también de la creación de una comisión local de empleo en la que estuviesen representados los trabajadores y que velara por la transparencia en el reparto de los contratos municipales, ambas propuestas copiadas literalmente del programa del comité— los trabajadores dijeron basta, perdieron el miedo y le exigieron explicaciones y apoyaron y defendieron contundentemente la postura allí defendida por los compañeros del comité. Ante esto, la concejala no pudo más que perder los papeles, llorar, criminalizar a los trabajadores y unos días después, presentar su dimisión como concejala de empleo, eso sí, sin entregar el acta de concejal.
Aunque a día de hoy, no sabemos en qué ha quedado todo eso, lo que sí sabemos es que la situación empeora cada día más, que son ya cuatro la nóminas atrasadas a los trabajadores municipales, y que sólo en la movilización y en la lucha colectiva está la solución. Así, desde el comité, seguimos adelante más fuertes y unidos que nunca, decididos a no parar hasta conseguir nuestros objetivos. En estos días, los funcionarios municipales se han decidido a luchar, cuestión que saludamos con entusiasmo. A pesar de que el  sindicato CSIF es quien está aconsejando a los compañeros aislar esta lucha, y separarla artificialmente de las reivindicaciones del resto de trabajadores, sabemos que contamos con el apoyo y respeto de los trabajadores municipales y, por ello, seguimos en la lucha explicando que la unión de todos los trabajadores es la única salida.

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