Este verano, la dirección de H&M comunicó al comité de empresa que íbamos a ser trasladados a Torrejón de Ardoz (Madrid). El objetivo de la empresa era, aparte de centralizar la distribución, acogerse al Convenio de Comercio de Madrid con lo que se rebajaban nuestros derechos laborales. En estas circunstancias, una de las claves era conseguir que la plantilla estuviera unida.
Tras ver los planes de la empresa, las delegadas lo primero que hicimos fue consultar con los trabajadores para llevar unas reivindicaciones que fueran avaladas por el conjunto de la plantilla.
La dirección de H&M nos decía en las reuniones que se mantendría la masa salarial igual que en Guadalajara, a pesar de que el salario base en el convenio de Comercio de Madrid es inferior. Lo que querían era crear un plus absorbible y compensable con la diferencia salarial entre ambas comunidades, esto significaba en la práctica una congelación salarial de 7 u 8 años hasta que el salario base en Madrid se equiparase con el que ya teníamos. Además, perdíamos muchos derechos: cinco horas de asuntos propios al mes, tres medias jornadas en ferias consideradas festivas en convenio, etc.
Tras varias reuniones, la empresa nos dio un ultimátum que consistía en que o firmábamos el 50% del plus como absorbible o compensable y el otro 50% como fijo o sería todo absorbible.
Desde el comité de empresa tomamos la decisión de convocar asambleas con los compañeros y proponer que este acuerdo se rechazara. Se explicó las condiciones que proponía la empresa y se votó. El resultado fue apabullante, la inmensa mayoría de la plantilla no aceptó la propuesta de la empresa. La respuesta de la dirección de H&M no se hizo esperar, y dos días después nos convoca a una reunión urgente donde nos comunica un nuevo acuerdo en el cual nos daba todo lo que la plantilla pedía, entre lo que está: transporte desde la estación de tren de Torrejón de Ardoz hasta la nave; mantenemos las condiciones salariales y los 8 años de congelación salarial que pretendía la empresa, se quedará en uno; mantenemos el 100% del salario en las bajas por enfermedad común; se mantiene el pago de los festivos y domingos como los teníamos.
Este ejemplo demuestra que la única forma de hacer frente a los intentos de recortar nuestras condiciones laborales es a través de la unidad de los trabajadores. Gracias a ello, la dirección de una de las multinacionales más importantes del mundo en el sector textil se ha visto obligada a mantener la mayoría de nuestros derechos.