Un episodio fundamental en la lucha por la hegemonía mundial
En las últimas décadas China y Rusia han conquistado plazas cruciales en el mundo africano. Y éstas no han sido arrebatadas a Occidente por medio de ningún choque militar decisivo. Por el contrario, la expansión del bloque chino-ruso ha sido promovida por la propia decadencia del imperialismo occidental y la potencia económica del gigante asiático.
El último ejemplo de este histórico avance han sido los últimos acontecimientos en Níger, una antigua colonia francesa que suministra una buena parte del uranio que Francia necesita para el funcionamiento de sus centrales nucleares. El Gobierno de Níger, uno de los últimos aliados de las potencias occidentales en el Sahel, fue derrocado a finales de julio por un golpe de Estado protagonizado por un grupo de militares que, inmediatamente, recibió el apoyo de la cúpula del ejército y fue saludado con grandes manifestaciones populares que enarbolaban banderas rusas.
Rusia y los mercenarios de Wagner han jugado un papel activo en este golpe. El hecho de que un país clave como Níger caiga del lado ruso no es un detalle. Es otro ejemplo más del cambio dramático que se está operando en la correlación de fuerzas mundial.
Rusia se ha hecho fuerte en África ocupando el espacio que han dejado Francia y la OTAN
Otro caso paradigmático es la República Centroafricana (RCA), históricamente tutelada por Francia. Tras una guerra civil salvaje entre distintas tendencias religiosas, la ONU impuso un embargo de armas en 2013[1]. Pero Francia no quería continuar implicada en el conflicto, y la propia ONU sugirió que Rusia ocupara su lugar.
En 2017 el Consejo de Seguridad de la ONU levantó el embargo permitiendo que Rusia suministrara armas y adiestramiento militar para la reconstrucción del ejército regular de RCA. Estos “asesores” no fueron otros que los hoy famosos mercenarios de Wagner, que llegaron por centenares.
Pero esto no fue suficiente para apuntalar al Gobierno centroafricano, que en 2021 se enfrentó al levantamiento del expresidente y señor de la guerra François Bozizé. El Gobierno, incapaz de sostenerse con sus propias fuerzas, requirió el auxilio del Gobierno ruso que desplegó una enorme fuerza militar en la zona: 2.000 mercenarios que en unas pocas semanas impusieron el "orden" made in Moscú.
Inmediatamente la fusión de los mercenarios rusos con el Gobierno centroafricano dio un salto. Se integran en el Estado Mayor del ejército, se ocupan de la seguridad presidencial y son la única fuerza que realmente mantiene el statu quo ante la debilidad del ejército regular.
Sin embargo, el altruismo no es un atributo muy habitual entre los mercenarios y, estos en concreto, no son baratos. A cambio de sus servicios, el grupo Wagner recibe unos 2,5 millones de euros al mes, derechos de explotación de minas de diamantes, oro, madera y algunos otros negocios. También se les permite establecer bases, con aeropuerto propio, donde transitan todo tipo de personas y mercancías, sin pasar por ningún control fronterizo.
El proceso es parecido en el resto del continente[2]. Rusia ha estado jugando un papel creciente en Mali y el Sahel tras la retirada de las tropas francesas[3], y los mercenarios rusos han aparecido en muchos países del continente como Yemen, Libia, Sudán, Mozambique, Madagascar...
Entre 2015 y 2019, Moscú firmó 19 tratados de colaboración militar con África, y en 2020 Moscú cerró un acuerdo para establecer una base naval en Port Sudán, estratégica para el control del Mar Rojo y el canal de Suez4.
El objetivo de todos estos movimientos es claro: explotar su liderazgo como fuerza de choque en África llenando los bolsillos del complejo militar industrial ruso, asegurar zonas de influencia geoestratégicas para Putin, y apuntalar el poder económico de China en el continente.
China potencia dominante en África
Hace unos 25 años los países occidentales, presionados por la crisis de deuda y buscando nuevos mercados de inversión más rentables, comenzaron a restringir sus préstamos a África. En ese momento China era una potencia en pleno desarrollo y necesitaba expandir su capital y ganar posiciones en el control de los recursos naturales y materias primas[4].
China comenzó una importante campaña de inversión de capitales. En 2006 sus principales inversiones en el continente africano se circunscribían a 7 países (Egipto, Chad, Nigeria, República Democrática del Congo, Zambia, Angola y Sudáfrica), pero rápidamente se expandieron y hoy prácticamente toda África recibe importantes inversiones chinas[5], principalmente en infraestructuras, energía, logística, recursos minerales y bienes inmuebles6.
Fruto de esta agresiva campaña de “invasión con capitales”, los puertos participados por capital chino rodean todo el continente y es probablemente el actor más destacado en el desarrollo de carreteras y vías ferroviarias para conectar rutas comerciales[6].
Pero el papel de China no se queda solo ahí, sino que también está determinando la reestructuración de las comunicaciones intra e interurbanas, especialmente en el centro y este africano. Por ejemplo, a día de doy China ha copado el mercado automovilístico tanzano[7].
Obviamente el imperialismo chino no es esa fuerza progresista y liberadora que presenta una parte de la izquierda internacional, manteniendo una posición acrítica con el régimen de Xi Jinping. Aunque es verdad que el desembarco de tropas chinas es prácticamente inexistente en África y eso ya es una diferencia crucial con la historia de atrocidades que acumula el colonialismo francés, inglés y norteamericano en África, hay que entender el fondo de lo que está pasando.
El régimen de capitalismo de Estado chino ha utilizado su fuerza financiera para establecer contratos que le benefician y son muy rentables, e incluyen cláusulas que obligan a comprar sus materiales y contratar su capacidad productiva. Ésta ha sido una estrategia clave para posponer la crisis de sobreproducción en China y comprar la paz social, a cambio de redoblar la sobreexplotación en sus nuevas zonas de influencia[8].
Y esta estrategia la ofensiva ha dado frutos. Hoy China controla financieramente sectores económicos clave[9]:
Por otro lado, el principal origen de las importaciones en África —y en el mundo— es China[10].
Y África depende, en un porcentaje importante, de China para colocar sus exportaciones7:
Y aunque China ha conquistado estas posiciones moviendo capitales también tiene alguna presencia militar, y cuenta con miles de mercenarios sobre el terreno para proteger sus inversiones[11].
¿Puede el imperialismo occidental frenar al bloque chino-ruso en África?
Con el pie cambiado y a rebufo de los acontecimientos, las potencias occidentales proyectan movilizar grandes inversiones para sostener el pulso con China y Rusia: unos 570.000 millones de dólares en inversiones se han proyectado hasta 2027[12]. Pero estos planes del capital occidental se encontrarán grandes dificultades para materializarse.
En primer lugar, porque China ya lleva la delantera. Esto genera el siguiente dilema ¿Está Occidente dispuesto a invertir en el desarrollo de infraestructuras que conecte una mina china con un puerto chino? Además, es imposible que Occidente explote nuevos nichos de riqueza sin reforzar su interdependencia con China y favorecer al bloque adversario de alguna forma.
Efectivamente, no han tenido el vigor imperialista suficiente para mantener sus áreas de influencia, y ahora carecen de la fuerza para arrebatárselas.
¿Son China y Rusia potencias progresistas en África?
Los regímenes de China y Rusia explotan el pasado colonial de África para expandir su influencia diplomática y para dotarse de una base de apoyo entre la población local.
Obviamente, estas campañas tienen un caldo de cultivo real con el que conectar entre una población que ha sufrido un brutal expolio colonial y neocolonial por las potencias occidentales. Occidente ha hundido a África en la guerra, el sufrimiento y la pobreza tanto en el pasado como en la actualidad y se ha lucrado generosamente gracias a eso.
Un ejemplo de lo que ha supuesto esta opresión en las últimas décadas es el de las violaciones en masa de mujeres y niños llevadas a cabo por los soldados pertenecientes a las Misiones de Paz de la ONU[13]. Las “democracias modélicas de Occidente” dejaron actuar a estos energúmenos hasta que, obligados por el escándalo, tuvieron que empezar a tomar medidas cosméticas. En 2016, 120 soldados abandonaron RCA acusados de violación. En 2017, un año después, ocurrió lo mismo con otros 629.
La ONU alega que se trata de casos aislados que corrige con tanta rapidez como puede. Pero otro informe reveló que en Haití fueron violadas más de 2.000 mujeres entre 2004 y 2017 por los cascos azules[14], y a esto, hay que sumar el uso indiscriminado de la violencia para defender los intereses espurios de tal o cual Gobierno prooccidental y los asesinatos extrajudiciales que siempre quedan impunes14.
Obviamente cifras de estas dimensiones, y en lugares tan separados, ponen en evidencia que no son casos aislados. Se trata del modus operandi clásico de las potencias coloniales occidentales.
La doble moral burguesa y el mito de progreso sobre el que se levanta Occidente obliga a verter lágrimas de cocodrilo sobre estos crímenes. Pero la triste verdad es que mientras los cascos azules sean eficaces protegiendo los intereses exteriores de la burguesía occidental sus crímenes son un incómodo “daño colateral” que prefieren guardar bajo la alfombra —aunque tengan que tomar alguna medida cuando sus chicos van demasiado lejos—.
Por ello, cuando China y Rusia lanzan campañas de propaganda tienen un eco entre la población local. Es natural. Rusia puede decir que nunca oprimió África. Incluso se beneficia de la imagen que dejó el apoyo de la URSS a los movimientos y guerrillas de liberación nacional. A ojos de las masas africanas, las relaciones con la extinta URSS fueron mucho más amables y beneficiosas que con los países occidentales.
Por otra parte, el pueblo chino libró una guerra revolucionaria durante muchos años que culminó con la derrota de las potencias coloniales occidentales, y especialmente del imperialismo estadounidense, en 1949. El triunfo de Ejército Popular de Liberación dirigido por Mao y el Partido Comunista de China, a pesar de su carácter estalinista, supuso un paso de gigante para unificar la nación y crear las condiciones de avances impensables.
A diferencia de Rusia, el proceso de restauración del capitalismo en China ha sido pilotado por la burocracia del PCCh con resultados mucho más notables. El régimen de capitalismo de Estado que lidera Beijing se ha convertido en un modelo a seguir para muchas naciones africanas que en el pasado fueron colonizadas por Occidente.
Esta gran influencia diplomática se ha hecho evidente con la guerra de Ucrania. En las asambleas generales de la ONU que se han celebrado en 2022, el 52% de los Estados africanos se han abstenido de condenar la intervención rusa manteniendo la misma posición que China al respecto.[15]
Pero de ahí a concluir que China o Rusia, y sus fuerzas de choque sobre el terreno, actúan como una suerte de liberadores es confundirlo todo. Y los trabajadores africanos también se están percatando de ello.
Un ejemplo muy reciente lo tenemos en Mali[16]. En 2020 los mercenarios rusos junto con el ejército regular ejecutaron a unos 500 civiles. Y desde 2021, las masacres se han cobrado la vida de otros 2000.
En el caso de la RCA, inicialmente se vio a los mercenarios rusos como una esperanza de orden en medio del caos y la violencia. Pero estos no se han comportado de forma diferente que los casos azules, el ejército regular y los señores de la guerra. Han dejado un reguero de niños, niñas y mujeres violadas, de torturas y de asesinatos.
China no ofrece mayor oxígeno a las masas africanas. Por la naturaleza de sus acuerdos comerciales, impulsan la explotación de la mano de obra en condiciones inhumanas. Los ejemplos de las explotaciones mineras que patrocinan, o las condiciones en que trabajan miles de obreros de las subcontratas que levantan puertos y carreteras, reportados en numerosas crónicas e informes, hablan por sí solos[17].
China y Rusia no llegan al continente africano con un mandato humanitario, sino como potencias imperialistas en ascenso que movilizan sus recursos y mueven sus fichas diplomáticas y militares para garantizarse el control de materias primas agrícolas, mineras e industriales de primer orden, para asegurarse el dominio de rutas comerciales, y tener la situación política más estable posible mediante Gobiernos amigos, que no tienen nada de socialistas ni de comunistas. Es bueno señalarlo, para no llorar en el futuro.
El legado de Occidente permite a China y Rusia presentarse como un factor de estabilidad
China y Rusia están apareciendo como un factor de estabilidad a corto plazo para amplios sectores de la clase dominante del continente africano. Y es así por el completo desastre que ha supuesto la intervención del FMI y del imperialismo occidental y el reguero de caos que han dejado a su paso.
África vive una crisis de deuda. Pero el factor desestabilizador no ha sido la deuda China. El problema está siendo la deuda contraída con Occidente[18].
Por ejemplo, en diciembre de 2022 Ghana declaró la suspensión de pagos a los acreedores. Con una inflación del 40% y una devaluación de la moneda del 50%, el pago de la deuda se comía el 70% de los ingresos del país y la carga se hizo insoportable. Pues de los 26.800 millones de euros de deuda externa del país, la inmensa mayoría pertenece a grandes fondos de inversión norteamericanos (entre ellos, el más conocido: Blackrock). Solo el 6% de esa deuda se debe a préstamos chinos.
Níger, uno de los últimos aliados del imperialismo occidental en África – al menos hasta hace unos pocos días - acaba de sufrir un cambio político que anticipa un radical giro en sus relaciones exteriores. Níger es el tercer productor mundiales de uranio y también produce oro y otros minerales importantes, como torio, estaño o molibdeno. Gran parte de la producción de energía eléctrica de Francia y Canadá depende del uranio nigerino pero, a pesar del enorme valor de sus exportaciones, la población de Níger ocupa uno de los primeros lugares en el ránking mundial de la pobreza. Según datos de la Cruz Roja[19], 4,4 millones de nigerinos pasan hambre, algo más del 20% de la población.
La miseria de Níger ha alimentado la insurgencia islamista, con su secuela de saqueos y matanzas de la población campesina. La presencia militar francesa y norteamericana en el país no se ha traducido en absoluto en una mejora de la seguridad interna. El único objetivo de las tropas occidentales en Níger es asegurar el correcto funcionamiento de las minas de uranio, aunque ello signifique dejar a la población a merced de bandas criminales.
Nadie puede extrañarse de que, siguiendo el ejemplo de los países vecinos, un grupo de militares haya decidido poner fin a este estado de cosas. Aunque formalmente la nueva Junta no se ha pronunciado sobre su alineamiento internacional todo indica que Rusia ha ganado un nuevo e importante aliado en la zona. La sorpresiva reunión en San Petersburgo entre el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, y representantes del Gobierno de Níger hace escasos días, coincidiendo con la cumbre Rusia-África, es un indicador claro no solo de una nueva victoria del imperialismo ruso, sino del papel que el Grupo Wagner sigue jugando en África.
En los próximos días veremos si las amenazas de intervención militar lanzadas por el Gobierno francés con apoyo de Estados Unidos se quedan en meras bravatas o si deciden pasar a la acción, abriendo así una crisis de gran alcance para todo el continente africano. De momento, la decisión de la nueva Junta de suspender las exportaciones de uranio a Francia son un claro exponente de su decisión de romper los lazos con el imperialismo occidental, que les conduce de lleno a la alianza con el bloque ruso-chino.
Un futuro revolucionario en África
Lo que está claro es que el capitalismo es horror sin fin en África y la entrada de Rusia y China no afloja la presión sobre las masas.
Por el contrario, China está conectando y proletarizando África. Junto con ella, Rusia está desplegando una gran brutalidad en coalición con los ejércitos regulares africanos. El resultado es que a medio plazo también se acumula material explosivo: el descontento y el fermento revolucionario entre amplias capas de los oprimidos y los trabajadores no dejará de extenderse.
Ante la ausencia de organizaciones marxistas de grandes dimensiones que agrupen y coordinen esta rabia social, en muchas ocasiones son los islamistas quienes capitalizan la situación; dando lugar a nuevas atrocidades[20].
Sin embargo, aún en estas circunstancias, la clase obrera encuentra el camino de la revolución, como hace dos años en Sudán[21]. Pero no solo eso, hace un año se sucedían las protestas contra la inflación en Ghana, Sierra Leona, Mozambique, Sudáfrica, Sudán y Senegal. Y este mismo año hemos asistido a nuevas protestas en Túnez, Senegal, Kenia y Sudáfrica[22].
Los trabajadores del mundo occidental no podemos ser ajenos a lo que ocurre en África. La guerra contra las pensiones que ha lanzado la burguesía francesa —aún a costa de desencadenar un verdadero levantamiento social— no se puede desconectar de la retirada de sus tropas en sus zonas de influencia.
Las viejas potencias ya no pueden explotar a las viejas colonias como antes. Para sostener sus márgenes de beneficio solo queda aplastar a la clase obrera en casa y redoblar su explotación. Ambos fenómenos son dos caras de una misma moneda. Con este escenario, y con la deriva ultraderechista en Europa; debemos esperar nuevas ofensivas de la austeridad, recortes, precarización de la juventud y empobrecimiento de la clase obrera.
La única alternativa que nos queda a los trabajadores, aquí y en África, es levantar organizaciones de combate que abanderen el internacionalismo proletario. Organizaciones comunistas revolucionarias que se hermanen en la lucha contra los imperialismos, por el socialismo y la liberación nacional.
Notas:
[1] Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 2127 (2013) relativa a la República Centroafricana: https://www.un.org/securitycouncil/es/sanctions/2127#:
[2] El flanco debil de la OTAN. Política Exterior: https://www.politicaexterior.com/el-flanco-debil-de-la-otan/
[3] Russia’s Wagner Group in Africa: Influence, commercial concessions, rights violations, and counterinsurgency failure, Brookings: https://www.brookings.edu/articles/russias-wagner-group-in-africa-influence-commercial-concessions-rights-violations-and-counterinsurgency-failure/
[4]La deuda asfixia a África, pero China no es la única responsable. El País: https://elpais.com/planeta-futuro/2023-03-02/la-deuda-asfixia-a-africa-pero-china-no-es-la-unica-responsable.html
https://12ft.io/proxy?q=https%3A%2F%2Felpais.com%2Fplaneta-futuro%2F2023-03-02%2Fla-deuda-asfixia-a-africa-pero-china-no-es-la-unica-responsable.html
[5] China Global Investment Tracker: https://www.aei.org/china-global-investment-tracker/
[6] China teje un telaraña sobre el África negra. La Vanguardia: https://www.lavanguardia.com/vanguardia-dossier/20200415/473659844715/china-telarana-recursos-africa.html https://www.lavanguardia.com/vanguardia-dossier/20200415/473659844715/china-telarana-recursos-africa.html
[7]China mueve las ciudades africanas. El Orden Mundial en el s.XXI: https://elordenurbano.com/china-mueve-las-ciudades-africanas/
[8] El Capitalismo chino y la lucha por la hegemonia. Marxismo Hoy: https://fundacionfedericoengels.net/index.php/marxismo-hoy/product/view/6/185
[9] En qué sectores invierte China en África. El Orden Mundial: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/sectores-invierte-china-en-africa/
[10]La competición comercial entre China y Estados Unidos. El Orden Mundial: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/competicion-comercial-china-estados-unidos/
[11] Los 'Wagner chinos' se expanden por África: https://www.elmundo.es/internacional/2023/06/28/649ade35e4d4d82e208b458e.html
[12] El G-7 busca contrarrestar la influencia de China en los países en desarrollo. El País:
https://elpais.com/internacional/2022-06-26/el-g-7-busca-contrarrestar-la-influencia-de-china-en-los-paises-en-desarrollo.html
[13] Cascos azules acusados de abuso sexual abandonarán la República Centroafricana. El mundo: https://www.elmundo.es/internacional/2017/06/22/594bc0fc268e3eac728b458f.html
[14] Los cascos azules de la ONU abusaron de 2.000 mujeres y niñas en Haití, según un informe. La Vanguardia: https://www.lavanguardia.com/internacional/20191219/472357642967/haiti-abusos-onu-mujeres-minustah.html
[15] ¿Qué papel juega Rusia en África ante la llegada del mundo multipolar?. Pensamiento crítico: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/06/15/pensamiento-critico-que-papel-juega-rusia-en-africa-ante-la-llegada-del-mundo-multipolar/
[16] How Russia’s Wagner Group Is Fueling Terrorism in Africa. Foreign Policy. LIbre en: https://www.genocidewatch.com/single-post/how-russia-s-wagner-group-is-fueling-terrorism-in-africa
[17] https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/10/30/el-lado-oscuro-de-las-inversiones-chinas-desastre-ecologico-y-explotacion-laboral/
[18] La deuda asfixia a África, pero China no es la única responsable. El País: https://elpais.com/planeta-futuro/2023-03-02/la-deuda-asfixia-a-africa-pero-china-no-es-la-unica-responsable.html
[19] https://www.ifrc.org/article/niger-urgent-action-needed-hunger-grips-communities
[20] La presencia rusa en África. Revista Española de Defensa: https://www.defensa.gob.es/Galerias/gabinete/red/2023/02/p-52-55-red-402-rusia-africa.pdf
[21] Izquierda Revolucionaria - Sudán. El golpe militar es respondido con otro levantamiento revolucionario
[22] La subida de precios dispara las protestas en África. El País: https://elpais.com/internacional/2022-07-14/la-subida-de-precios-dispara-las-protestas-en-africa.html