Ahora, ¡construir un movimiento de masas que luche por el socialismo!

En lo que puede describirse como un terremoto político, la activista de izquierdas Alejandra Ocasio-Cortez derrotó en las primarias del Partido Demócrata, por 15 puntos de diferencia, al hasta ahora dirigente del Partido en el 14 distrito congresual  en Queens, Nueva York, Joe Crowley. Ocasio-Cortez forma parte de Socialistas Democráticos de  América (DSA), destacando los  medios de comunicación que se trata de  una victoria sin precedentes para una "socialista democrática", así como una inesperada derrota para el establishment político del Partido Demócrata.

 Un resultado que encierra grandes lecciones respecto a la estrategia política necesaria de cara a derrotar a Trump, así como sobre las condiciones favorables existentes para la creación de  un nuevo partido político en los EEUU que este al servicio de la clase trabajadora y no de las élites empresariales.

Quién es  Alejandra Ocasio y qué  representa  su victoria

Ocasio-Cortez fue una de las organizadoras de la campaña presidencial de Bernie Sanders en 2016, y en su propia campaña defendió un programa similar reclamando “Medicare para Todos” (sanidad pública para todos), educación universitaria gratuita, sacar a las grandes corporaciones de la política, reforma migratoria, reforma penitenciaria (incluyendo acabar con las prisiones privadas) o solidaridad con Puerto Rico. En las últimas semanas de su campaña, su oposición total a la vergonzosa política de Trump de separar a las familias de inmigrantes y su apoyo para que se elimine el ICE , jugaron un papel clave para que consiguiera la victoria.

Joe Crowley, su oponente en las primarias, es el presidente del Partido Demócrata de Queens y el cuarto Demócrata más relevante de la Cámara de Representantes. Desde varios medios de comunicación se apostaba por él como candidato de cara a reemplazar a Nancy Pelosi, actual Presidenta a la Cámara, si los Demócratas volvían a ganar las elecciones legislativas en noviembre. The New York Times describió el resultado de estas primarias Demócratas al Congreso como "la derrota más significativa para un mandamás Demócrata en más de una década, y que repercutirá en todo el partido y en todo el país" (26/06/2018).La derrota que acaba de sufrir en Queens no sólo le cuestiona a él, sino a todo el establishment político en general y al establishment Demócrata en particular; a las grandes empresas, especialmente aquellas que le financiaron y apoyaron públicamente; y a los principales medios de comunicación, que se mantuvieron firmes en su apoyo a Crowley frente a cualquier intento de romper el monopolio del poder político de las grandes corporaciones. También es una importante lección para aquellos que, desde la izquierda, apoyaron escandalosamente a Crowley, especialmente los dirigentes de diversos  sindicatos locales y el Partido de las Familias Trabajadoras.

Desde Socialist Alternative (CIT en EEUU) nos sentimos satisfechos y satisfechas de  haber  colaborado en esta campaña para derrotar a Crowley y al establishment. Esta victoria ha inspirado a la clase trabajadora y sin duda impulsará la formación de  nuevas candidaturas independientes de izquierdas como la de  Cynthia Nixon (que compite  contra el  gobernador de Nueva York Andrew Cuomo y también ha apoyado a Ocasio) o la de  Julia Salazar, también miembro del DSA, que se postulará para el Senado estatal  en Brooklyn, y que ha visto como en las últimas semanas se incrementaban significativamente las donaciones para su candidatura.

Una victoria histórica y un serio aviso para el capital norteamericano

La victoria de Ocasio es un serio aviso para todos los Demócratas al servicio de los grandes capitalistas, pero el establisment tomará buena nota y utilizará todas las herramientas a su alcance para frenar el ascenso de este tipo de candidaturas alternativas e independientes de izquierdas. Por eso desde la izquierda necesitamos preparar nuestras fuerzas, utilizando esta victoria como un trampolín, no solo para conseguir nuevas victorias electorales, sino para construir un movimiento bien organizado desde abajo que luche por conseguir las reivindicaciones por las que Ocasio-Cortez  ha hecho campaña.

Si Ocasio y el resto de candidaturas independientes organizan su creciente número de seguidores en estas líneas, darán un gran impulso a este emergente movimiento de izquierdas tanto en la ciudad de Nueva York como en el resto de los EEUU, estableciendo raíces profundas en los barrios obreros y en los centros de trabajo de cara a unificar y dar voz a los diferentes movimientos sociales en lucha. Ocasio-Cortez y Cynthia Nixon deberían organizar cuanto antes mítines masivos por toda la ciudad de Nueva York de cara a impulsar la lucha por un “Medicare para Todos”, por el salario mínimo de los 15 dólares la hora, por una educación universitaria gratuita y contra la criminalización, separación y encarcelamiento masivo de inmigrantes y por el cierre del ICE.

La impresionante victoria electoral de Ocasio-Cortez la ha  situado en el centro de la política nacional. Salvo en el caso, poco probable, de que alguien decida retarla dentro del partido, seguramente entrará al Congreso el próximo año como líder de una izquierda en ascenso. Los líderes pro-establishment del Partido Demócrata han tratado de minimizar el significado de su victoria, pero para millones de personas en los Estados Unidos su victoria ha generado grandes esperanzas en que pueda haber cambios progresistas en la política norteamericana y también en que pueda producirse un giro a la izquierda dentro del Partido Demócrata. 

Desde Socialist Alternative hemos explicado que las profundas divisiones en la base del Partido Demócrata y en su dirección, totalmente vinculada a los grandes poderes económicos, refleja la profunda crisis social del capitalismo en los EEUU, la pérdida de confianza en sus instituciones y el enorme descontento entre la clase trabajadora y la juventud, que se enfrentan a una desigualdad cada vez mayor. Sin embargo consideramos que el único camino para avanzar en defensa de nuestros intereses no es una batalla interna en el seno del Partido Demócrata, sino la creación de un nuevo partido de masas que represente los intereses de  la clase trabajadora y de los sectores oprimidos de la sociedad. Siempre hemos instado a Bernie Sanders, hoy la principal figura de la izquierda en EE.UU., a impulsar la creación de este nuevo partido. Hace dos años conseguimos recopilar  más de 120.000 firmas solicitando a Bernie que impulsara su candidatura como independiente, pero lamentablemente, y fruto de su negativa, pagamos un precio enorme en las elecciones presidenciales de 2016, al ser Hillary Clinton quien enfrentase el discurso reaccionario de Trump.

Somos conscientes, sin embargo, de que la visión dominante en la izquierda sigue siendo hoy confiar en una posible reforma del Partido Demócrata y que la victoria de Ocasio-Cortez reforzará esas expectativas. No obstante, incluso desde esa perspectiva y dentro del Partido Demócrata, aún se podría hacer mucho más para combatir a la dirección pro empresarial que dirige el partido. Sanders y su movimiento Our revolution (Nuestra Revolución), y Justice Democrats, que apoyaron la candidatura de Ocasio, deberían haber construido e impulsado durante los últimos meses 18 meses el movimiento en las calles contra Trump y su agenda reaccionaria, y deberían haber construido una organización democrática de masas. El propio Sanders está mejor posicionado que nadie de cara a impulsar este tipo de lucha activa, masiva, sostenida desde abajo que se necesita. Si bien Our revolution ha logrado victorias en algunas elecciones primarias, la izquierda podría haber enviado al Congreso a muchos más candidatos de izquierdas, candidatos favorables a la clase trabajadora en torno a un programa de lucha y con una fuerza organizada a sus espaldas.

Apoyarse en el movimiento de masas para enfrentar las presiones del sistema

Ocasio-Cortez ha manifestado en diversas entrevistas que quizás funde un nuevo grupo en el Congreso (Cámara de Representantes). Sin duda la formación de un pequeño grupo en el Congreso que rechace el dinero de las grandes empresas y luche por políticas de izquierdas sería un cambio muy positivo en la política norteamericana. Millones de personas les apoyarían dentro y fuera del Partido Demócrata. Sin embargo, si Ocasio-Cortez y otros candidatos están decididos a luchar por los intereses de la mayoría  necesitarán una estrategia de cara a hacer frente a la feroz resistencia que van a encontrar por parte de la dirección capitalista del Partido Demócrata, así como de los Republicanos y de los grandes poderes económicos y empresariales. El Congreso es un entorno hostil donde se puede aislar a los genuinos representantes de la clase trabajadora. Desgraciadamente, tenemos demasiados ejemplos en la historia de políticos progresistas elegidos por plantear con audacia políticas en favor de los trabajadores, pero que finalmente se adaptan y claudican bajo las presiones del cargo.

Para enfrentarse a los grandes bancos y multinacionales norteamericanas, a los republicanos, así como a la dirección del Partido Demócrata, Ocasio-Cortez y los y las candidatas que le sigan en su agenda política tendrán que contar con el movimiento de masas fuera del propio Congreso. Este es el enfoque adoptado por nuestra concejala en Seattle Kshama Sawant y nuestros compañeros y compañeras de Socialist Alternative en Seattle. En 2013 nuestra compañera entró como concejala en el Ayuntamiento de Seattle presentándose como una candidata de izquierdas independiente y centrando su campaña en la lucha por un salario mínimo de 15$ por hora para la ciudad. Ni un solo miembro del ayuntamiento, tras ser elegida Sawant, apoyó esta reivindicación, pero desde Socialist Alternative lanzamos la campaña “15$ Now” (15 dólares ya), una campaña a la que cualquiera podía unirse. Gracias a la organización y la presión del movimiento en los seis  primero meses tras la toma de posesión de Sawant, Seattle se convirtió en la primera gran ciudad en establecer un salario mínimo de 15$ por hora.

Con una más que probable congresista, el DSA tienen ahora un enorme oportunidad tanto para movilizar un apoyo a nivel nacional en favor de Ocasio y otros y otras candidatas socialistas de cara a ganar elecciones - como los tres miembros de DSA que recientemente ganaron primarias para el Gobierno estatal en Pennsylvania- como para construir un movimiento más amplio y luchar por un programa político en favor de la clase trabajadora.

Una medida fundamental para que un representante de la clase trabajadora siga representando los intereses de la misma una vez en el cargo, es ajustar su salario al salario medio de un trabajador. El salario de un congresista es de 174.000 dólares, sin incluir otros beneficios como el seguro médico. Esto coloca a los representantes públicos muy por encima del nivel de vida de la mayoría de las personas a las que representan, especialmente en un área como Queens, mayoritariamente de clase trabajadora e inmigrante. Este cambio en su nivel de vida implica que dichos representantes públicos dejan de preocuparse por el alquiler, la atención médica, la educación y todas esas dificultades que padece la clase social a la que representan. Por ello, desde Socialist Alternative defendemos que cada representante de la clase trabajadora debe ganar el salario medio de aquellos a los que representa. En el caso del Distrito de Ocasio-Cortez, el ingreso promedio es de 53.000 dólares. Con el fin de mantener los mismos niveles de vida que sus electores, Ocasio-Cortez debería cobrar lo mismo, donándose el resto a movimiento sociales en lucha.

Por  la creación de un partido independiente de la clase trabajadora

Ocasio-Cortez llevó adelante una dura campaña al margen de la élite empresarial y de los propios recursos del Partido Demócrata. Como puso de manifiesto en el mitin público en el que participó con  Socialist Alternative hace unas semanas, su campaña salió adelante gracias al esfuerzo y aportaciones de sus seguidores, sin ayuda del Partido Demócrata. Como ha quedado demostrado con la campaña de Bernie Sanders, las campañas de Kshama Sawant en 2013 y 2015 al Ayuntamiento de Seattle, y nuevamente con Ocasio-Cortez, los candidatos alternativos de la izquierda pueden obtener buenos resultados, e incluso ganar, confiando y apoyándose en pequeñas donaciones de aquellos y aquellas a las que representan, la gente humilde y la clase trabajadora. Todo esto resalta la necesidad de construir un partido independiente de la clase trabajadora.

En nuestra opinión, un nuevo partido es tan posible como necesario para derrotar al establishment capitalista y a sus representantes políticos. No estamos de acuerdo con aquellos que dicen que el Partido Demócrata puede transformarse. Como escribimos anteriormente, "convertir realmente a los demócratas en un ‘partido obrero’ requeriría crear estructuras de control democrático que respondan ante sus miembros, rechazar el dinero de las grandes empresas y construir activamente movimientos de masas para luchar por un cambio real para los trabajadores y los oprimidos. La dirección pro-capitalista de  los  demócratas aprovecha cualquier oportunidad para desmovilizar a las masas y preferiría mucho antes escindir o destruir el partido que enfrentarse a ese destino. Una estrategia mucho más realista es comenzar a sentar las bases  para la creación de un nuevo partido de masas para la clase trabajadora, aprovechando campañas como la de Ocasio-Cortez como un primer paso.”

 En Nueva York, hemos hecho un llamamiento al DSA para que apoye impulsar un nuevo partido socialista de izquierdas como una herramienta de cara a construir movimientos y de cara a apoyar candidatos y candidatas socialistas y tener representantes electos que rindan cuentas. Después de la emocionante victoria de Ocasio-Cortez, es posible ir incluso más allá y llamar a Ocasio-Cortez, Cynthia Nixon, el Partido de las Familias Trabajadoras, el Sindicato Nacional de enfermeras, el DSA y otros, a comenzar a discutir el lanzamiento de este nuevo partido de masas independiente de izquierdas que rechace las donaciones de las grandes empresas, que luche por un programa anticapitalista y que presente candidatos contra el establishment del Partido Demócrata e independientes del mismo.

La oposición a las reivindicaciones progresistas y socialistas en el Partido Demócrata por parte de sus dirigentes es solo un reflejo de la clase a la que representan, la clase de los multimillonarios. El capitalismo se encuentra en una grave crisis, como demuestra la creciente e inmensa desigualdad y su carácter insostenible medio ambientalmente. En una situación de aumento de conflictos militares y guerras, de inseguridad alimentaria, de falta de agua potable y de incremento de la contaminación del aire, de una crisis sin precedentes para acceder a una vivienda, de crisis medioambiental y de mayores ataques a la clase trabajadora, personas de color, mujeres, inmigrantes y personas LGBTQ, el capitalismo ha demostrado ser incapaz de garantizar incluso las necesidades más básicas.

Los representantes de izquierdas, socialistas, deben utilizar sus posiciones públicas como una plataforma de cara a impulsar luchas de masas que vayan más allá de lo que es aceptable para este sistema, apuntando así la necesidad de luchar por una sociedad socialista. Desde Socialist Alternative defendemos tomar y convertir en propiedad pública las 500 principales multinacionales del país y que sean gestionadas democráticamente por los trabajadores y el conjunto de la ciudadanía; una planificación socialista democrática de la economía basada en los intereses de la abrumadora mayoría de la población y en defensa del medio ambiente; y unos EE.UU. y un mundo socialistas.

NOTAS

1  Distrito por el que se elige un congresista para la Cámara de Representantes de los EE.UU. (equivalente al Congreso de los Diputados).

 2 Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos. Fuerza policial cuyo único cometido es la represión, persecución y encarcelamiento de inmigrantes ilegales.

 3 El Senado del Estado de Nueva York.

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