El pasado sábado 12 de agosto arrancó la Feria de Málaga 2023. Como cada año desde hace casi cuarenta, el Sindicato de Estudiantes –Libres y Combativas e Izquierda Revolucionaria estamos participando en esta nueva edición con dos grandes casetas que se han vuelto a convertir en un punto de encuentro de la izquierda combativa. Cada día y cada noche centenares de jóvenes, trabajadores y trabajadoras, nos acompañan para disfrutar, bailar, cantar y pasarlo en grande en un espacio seguro, libre de machismo, LGTBIfobia y racismo.
Con echar un rápido vistazo a la Feria podemos ver que nuestras casetas destacan por ser completamente distintas a la mayoría: llenas de consignas políticas, murales antifascistas, lonas decorativas en defensa de los derechos de las mujeres trabajadoras, con material político, bien iluminada y donde todas y todos los compañeros voluntarios que trabajamos en ellas cuidamos cada detalle para fomentar un ocio sano, lo opuesto del modelo embrutecedor que el Partido Popular, las macrodiscotecas, empresarios de la noche y el sistema capitalista ofrece.
La propia existencia de nuestras casetas recoge una de las mejores tradiciones del movimiento obrero: la financiación revolucionaria de las organizaciones de la izquierda para garantizar su intervención política independiente. Este es precisamente el ánimo y el espíritu que nos motiva: obtener los recursos económicos necesarios para sacar nuestros panfletos, nuestro periódico, organizar nuestras reuniones, cada huelga y manifestación.
Para nosotros y nosotras, la Feria de Málaga es una actividad fundamental. Por eso, más de 60 compañeros de todos los rincones del Estado estamos participando activamente en las tareas que unas casetas de estas dimensiones conllevan. A pesar de la privatización salvaje que la Feria ha sufrido a lo largo de décadas, el Ayuntamiento del PP no ha conseguido expulsar la voz de aquellos y aquellas que defendemos que la fiesta y la reivindicación pueden ir de la mano, que las mujeres y el colectivo LGTBI necesitamos de espacios donde podamos sentirnos seguras y ser quienes realmente somos. El día a día de la clase obrera es una pelea y batalla constante. Sufrimos la precariedad, tenemos que aguantar a jefes explotadores, soportar a babosos y machistas, hacer malabares para llegar a fin de mes mientras no ahogamos en barrios de cemento abandonados y destruidos. Por eso es tan importante que existan casetas como éstas, donde poder desconectar, escuchar música combativa, hablar de política y recordar la fuerza que tenemos cuando nos ponemos en marcha y nos organizamos.
Todavía quedan muchos días de Feria, pero las imágenes y vídeos de los primeros turnos ya hablan por sí solos. Queremos una Feria sin bandas fascistas, donde la extrema derecha no se pasee con impunidad protegidos por la Policía, sin agresiones machistas y libre de drogas que nos envenenan.
Os invitamos a venir a nuestras casetas a disfrutar de precios populares, de la música que te apetezca escuchar, a bailar y a cantar con tus amigos y amigas, y a seguir financiando la lucha de la juventud y la clase trabajadora. Cada euro irá dedicado a construir el Sindicato de Estudiantes, Libres y Combativas e Izquierda Revolucionaria. Si tú también quieres la revolución, ¡pásate por las casetas 154-155-156!