El pasado mes de julio Fèlix Millet se vio implicado en una investigación de la fiscalía de Barcelona en que se intenta aclarar el desvío de dinero por parte de la Associació Orfeó Català - Palau de la Música y de la Fundació Orfeó Català de la que él era presidente. Día tras día crecen las implicaciones del caso que protagoniza Millet y su mano derecha Jordi Montull, ex director administrativo de la Fundació Orfeó Català, ambos imputados por apropiación indebida y falsedad. El juez los dejó en libertad sin fianza tras prestar declaración, a pesar de los cargos y de la gigantesca malversación de fondos de origen público, que asciende a 20 millones de euros. Este caso está teniendo una honda repercusión política en toda la sociedad catalana.
¿Quién es Fèlix Millet
y con quién se relaciona?
Fèlix Millet es hijo de una conocida familia pudiente, su padre era presidente del Banco Popular y forma parte de la "sociedad civil", eufemismo con el que se autodenomina la burguesía catalana. Ha sido presidente o vicepresidente de innumerables entidades, entre las que cabe destacar el Palau de la Música, la Agrupació Mutua, La Caixa, el Liceu y el Barça. Ha tenido estrecha relación con la élite de la sociedad, una red de empresarios, banqueros, políticos y familias poderosas que según él mismo reconoce, y se vanagloria, no son más que 400; entre ellos destacan: Josep Lluís Núñez, ex-presidente del Barça y empresario de la construcción, Josep Piqué, Jordi Pujol, Miquel Roca, Pasqual Maragall, etc.1
El caso viene precedido por dos hechos sorprendentes. Por un lado, la fiscalía solicitó cuatro veces la imputación de Millet y Montull al juez de instrucción número 30 de Barcelona. El juez desestimó las tres primeras a pesar de que los imputados ya habían confesado varios delitos (ahora sabemos que no todos). Y, por otra parte, Hacienda ignoró en 2002 una denuncia anónima detallada del expolio que estaba sufriendo el Palau. Ahora, cuando ya se ha destapado el delito por otros medios a Hacienda le ha parecido que sí es relevante enviar esta denuncia al juez.
El hecho es que desde hace años Millet y Montull han desviado dinero de la entidad que dirigían hacia fines poco altruistas. Una parte del dinero ha ido a parar al patrimonio personal de Millet y familiares: viajes, reformas en inmuebles de propiedad, dietas, sueldos, bodas, etc. Otra parte del dinero desviado fue a parar a la Fundació Trias Fargas, la fundación de Convergència Democrática de Catalunya (CDC). El año 2005, en uno de los pocos ejercicios en que la fundación de CDC hizo constar el origen de las aportaciones, se puede observar que el 90% de éstas vienen de la fundación de Millet y una decena de constructoras: Copisa, Comsa y Fomento de Construcciones y Contratas controlada por Esther Koplowitz entre otras.
Millet también desvió fondos de la fundación para pagar las deudas que tenía el ex líder de ERC, Àngel Colom, tras disolver el efímero Partit per la Independència que lideraba conjuntamente con Pilar Rahola. Colom, actual dirigente de CDC, dice que recibió 72.000 euros y niega haber cobrado 150.000 euros que constan en el recibo que él mismo firmó.
¿Qué está en juego?
El malestar por el trato VIP de los imputados ha sido un auténtico escándalo político y ha tenido un fuerte impacto social. Mientras la consigna oficial del momento es que "todos" deben hacer sacrificios para salir de la crisis, el caso Millet destapa el derroche y la impunidad con la que actúa la fracción más pequeña y privilegiada de la sociedad. Esto siempre ha sido así, pero evidenciarlo tan claramente y además en el actual contexto, se ha convertido en un problema político para la burguesía, en la medida que el caso ahonda aún más en la deslegitimación del Estado como institución imparcial, de la clase dominante como clase necesaria para el desarrollo general de la sociedad y de la política burguesa como pilar de la "democracia" y la participación de los "ciudadanos" en sus propios destinos.
1. El nivel de camaradería y colaboración entre esta casta queda muy bien reflejado en una recomendable entrevista a Millet que ha publicado El Periódico (www.elperiodico.com, 03/10/2009).
¿Quién es Fèlix Millet
y con quién se relaciona?
Fèlix Millet es hijo de una conocida familia pudiente, su padre era presidente del Banco Popular y forma parte de la "sociedad civil", eufemismo con el que se autodenomina la burguesía catalana. Ha sido presidente o vicepresidente de innumerables entidades, entre las que cabe destacar el Palau de la Música, la Agrupació Mutua, La Caixa, el Liceu y el Barça. Ha tenido estrecha relación con la élite de la sociedad, una red de empresarios, banqueros, políticos y familias poderosas que según él mismo reconoce, y se vanagloria, no son más que 400; entre ellos destacan: Josep Lluís Núñez, ex-presidente del Barça y empresario de la construcción, Josep Piqué, Jordi Pujol, Miquel Roca, Pasqual Maragall, etc.1
El caso viene precedido por dos hechos sorprendentes. Por un lado, la fiscalía solicitó cuatro veces la imputación de Millet y Montull al juez de instrucción número 30 de Barcelona. El juez desestimó las tres primeras a pesar de que los imputados ya habían confesado varios delitos (ahora sabemos que no todos). Y, por otra parte, Hacienda ignoró en 2002 una denuncia anónima detallada del expolio que estaba sufriendo el Palau. Ahora, cuando ya se ha destapado el delito por otros medios a Hacienda le ha parecido que sí es relevante enviar esta denuncia al juez.
El hecho es que desde hace años Millet y Montull han desviado dinero de la entidad que dirigían hacia fines poco altruistas. Una parte del dinero ha ido a parar al patrimonio personal de Millet y familiares: viajes, reformas en inmuebles de propiedad, dietas, sueldos, bodas, etc. Otra parte del dinero desviado fue a parar a la Fundació Trias Fargas, la fundación de Convergència Democrática de Catalunya (CDC). El año 2005, en uno de los pocos ejercicios en que la fundación de CDC hizo constar el origen de las aportaciones, se puede observar que el 90% de éstas vienen de la fundación de Millet y una decena de constructoras: Copisa, Comsa y Fomento de Construcciones y Contratas controlada por Esther Koplowitz entre otras.
Millet también desvió fondos de la fundación para pagar las deudas que tenía el ex líder de ERC, Àngel Colom, tras disolver el efímero Partit per la Independència que lideraba conjuntamente con Pilar Rahola. Colom, actual dirigente de CDC, dice que recibió 72.000 euros y niega haber cobrado 150.000 euros que constan en el recibo que él mismo firmó.
¿Qué está en juego?
El malestar por el trato VIP de los imputados ha sido un auténtico escándalo político y ha tenido un fuerte impacto social. Mientras la consigna oficial del momento es que "todos" deben hacer sacrificios para salir de la crisis, el caso Millet destapa el derroche y la impunidad con la que actúa la fracción más pequeña y privilegiada de la sociedad. Esto siempre ha sido así, pero evidenciarlo tan claramente y además en el actual contexto, se ha convertido en un problema político para la burguesía, en la medida que el caso ahonda aún más en la deslegitimación del Estado como institución imparcial, de la clase dominante como clase necesaria para el desarrollo general de la sociedad y de la política burguesa como pilar de la "democracia" y la participación de los "ciudadanos" en sus propios destinos.
1. El nivel de camaradería y colaboración entre esta casta queda muy bien reflejado en una recomendable entrevista a Millet que ha publicado El Periódico (www.elperiodico.com, 03/10/2009).