Defender y fortalecer nuestros espacios de resistencia antifascista y anticapitalista
Tras más de una década ofreciendo un ocio alternativo para la juventud del barrio de Errekalde, el gaztetxe Etxarri II fue salvajemente desalojado el pasado viernes 4 de abril.
Este desalojo se enmarca en una ofensiva por parte de los Gobiernos dirigidos por el PNV, el PSE y el PSN contra los espacios juveniles okupados en distintas localidades de Euskal Herria.
El desalojo dejó imágenes de una brutalidad policial salvaje, con cientos de jóvenes heridos en las cargas policiales. La violencia policial fue tal, que un vecino del barrio perdió un testículo a causa de un disparo de la Ertzaintza.
Errekalde: un símbolo de resistencia y organización juvenil
Etxarri es el reflejo de una gran tradición de construcción de espacios juveniles alternativos en el barrio de Errekalde, uno de los más combativos de Bilbo. Este espacio, okuapdo en 2014, recogió el testigo del mítico gaztetxe de Kukutza, un espacio autogestionado, abierto y democrático, que funcionó como centro juvenil, cultural y de ocio para el barrio. Tras ser obligados a cambiar de ubicación en varias ocasiones fruto de los constantes desalojos y el acoso de la Ertzainza, el espacio se consolidó y funcionó de forma regular hasta el último desalojo.
El 24 de septiembre de 2011 Kukutza era brutalmente desalojado por un despliegue policial desproporcionado, con decenas de efectivos de la policía local y la Ertzaintza, cuya actuación fue vergonzosamente defendida por el ayuntamiento de Bilbo, en manos del PNV y el PSE en la época. Durante toda esa semana, Bilbo fue escenario de movilizaciones masivas, con miles de jóvenes en las calles para defender Kukutza[1].
El negocio de la vivienda contra nuestros espacios populares
En este caso, la beneficiada de esta represión salvaje será la constructora Amenabar, que venía exigiendo al Ayuntamiento de Bilbo el desalojo desde hace años. Como señalan los propios activistas del espacio, en 2016 ya se produjo un desalojo, que fue contestado con una nueva ocupación y, de nuevo en 2020, el Ayuntamiento volvió a la carga, intentando de nuevo un desalojo.
La razón de este continuo hostigamiento se explica por el interés de la millonaria constructora en poder construir pisos de lujo en la zona, y continuar aprovechando la crisis de la vivienda y el auge desorbitado de los precios para seguir haciendo caja. De hecho, según el proyecto presentado por la constructora, ninguno de los pisos bajará del medio millón de euros.
Durante toda la semana, numerosos agentes de la Ertzaintza se dedicaron a cercar y acordonar la zona, previendo una potente movilización contra el desalojo, tal y como finalmente sucedió y dejando claro cuál sería su objetivo el mismo viernes: desalojar a los y las jóvenes de Errekalde costase lo que costase.
El mismo día del desalojo, en el que se convocó una huelga estudiantil solidaria con los y las compañeras de Etxarri y contra la represión, miles de jóvenes se movilizaron en el barrio contra el desahucio. Durante el operativo, estos matones con porra y placa tomaron el control de los dos edificios colindantes al centro social, desde donde lograron finalmente llevar a cabo el desalojo. Como muestran las imágenes, que tardaron poco en hacerse virales, la violencia de la policía fue completamente salvaje.
Gaur milatik gora pertsona mobilizatu gara Errekalden Etxarri gaztetxearen desalojoa bertan behera gelditu dadila exijitzeko eta gaztetxea defendatzera dei egiteko.
— ETXARRI 2 GAZTETXEA (@Etxarri2gaztetx) March 28, 2025
Ostiralean denok Etxarrira!
Etxarritik ez dira pasako!
Gaztetxeak defendatu! pic.twitter.com/UxvL4gNZvg
Un vecino del barrio, Iker Arana, fue gravemente herido tras recibir el impacto de una bala de FOAM en la zona genital. Las declaraciones posteriores del joven no solo ponen en evidencia la violencia policial, sino también la impunidad con la que actúan sus responsables: “Apuntaron directamente y dispararon a bocajarro. Lo que me pasó a mí podría haberle pasado a cualquiera. Y si no lo contamos, lo normalizan”[2].
Como respuesta a la desproporcionada actuación policial, la asamblea de Etxarri convocó una manifestación por el histórico barrio obrero de Rekalde, que tuvo una participación masiva y entusiasta. Sin embargo, el cordón policial que bloqueaba el acceso a las inmediaciones del gaztetxe volvió a cargar, de nuevo con gran violencia y procediendo a identificar y detener a 5 personas.
La movilización juvenil en el punto de mira del PNV y la extrema derecha
Desgraciadamente, el desalojo de Etxarri II no es el primero que se produce en los últimos años. Nuestros espacios de militancia y participación política desarrollan su actividad con una espada de Damocles constante sobre su futuro.
En junio de 2022 el gaztetxe del Parque de Lamuza, en Laudio, fue también brutalmente desalojado, en medio de una movilización masiva en su defensa. La pasada semana, el diputado general de Araba, acompañado por la alcaldesa de Laudio (por EH Bildu y ex agente de la policía local), celebraban un pomposo acto en el espacio que antes ocupaba el gaztetxe, congratulándose de las políticas municipales en beneficio de la juventud. Una provocación en toda regla. Primero mandan la policía a reprimir a la juventud y después se ríen de todos nosotros y nosotras.
También hace pocas semanas, el 15 de marzo, el ayuntamiento de Burlata ordenaba el desalojo del gaztetxe del pueblo. Este hecho es aún más lamentable sabiendo que el gobierno municipal está en manos de EH Bildu. Durante los años que UPN estuvo al frente del gobierno de Iruñea, los ataques al gaztetxe Maravillas fueron una constante, mientras EH Bildu defendía una salida “negociada”. La salida negociada en el caso de Burlata se ha concretado en entregar mantas a las compañeras de Burlatako Gazte Asanblada movilizadas y encadenadas frente al ayuntamiento para defender el gaztetxe. Una salida que, siendo claros, se diferencia poco de los ataques de los gobiernos de UPN y PSN.
Los distintos gaztetxes y espacios juveniles que hemos levantado con el esfuerzo militante de miles de personas han servido para organizar la rebeldía de la juventud y para ofrecer una alternativa al ocio embrutecedor y capitalista, el único que nos puede ofrecer este sistema podrido. Cientos de actos culturales, conciertos, teatros y debates se han realizado en Etxarri y otros centros okupados y, pese a que moleste a los poderosos, se seguirán llevando a cabo. Ante la amenaza que supone el auge de la extrema derecha, defender nuestros espacios frente a los ataques del mafioso sector de la vivienda, perfectamente representado por el PNV, el PSE y UPN, debe ser una prioridad. Y como ha quedado claro en Errekalde, la única forma de hacerlo es con la lucha y la movilización.
Notas:
[1] La historia del gaztetxe Kukutza fue recogida magistralmente por Lutxo Egia en su libro colaborativo “Kukutza gaztetxea. Ellos por dinero, nosotras por placer”, editado por Txalaparta en 2012.
[2] «Quien me ha hecho esto no puede andar por la calle con un arma». Berria entrevista a Iker Arana, victima de la violencia de la ertzaintza