Es necesario continuar las luchas al inicio del curso que viene con una huelga general de toda la comunidad de Madrid

La lucha contra la derecha en la Comunidad de Madrid ha llegado a un nuevo nivel. A finales de febrero comenzó un goteo constante de concentraciones educativas contra diferentes ataques (privatización de un colegio público de El Álamo, contra las fusiones de centros en Fuenlabrada, contra el decreto de infantil...) que ha culminado con los días de huelga de profesores y estudiantes de los días 7 y 21 de mayo.

 

Manifestación masiva en defensa de la educación pública

Es necesario continuar las luchas al inicio del curso que viene con una huelga general de toda la comunidad de Madrid

La lucha contra la derecha en la Comunidad de Madrid ha llegado a un nuevo nivel. A finales de febrero comenzó un goteo constante de concentraciones educativas contra diferentes ataques (privatización de un colegio público de El Álamo, contra las fusiones de centros en Fuenlabrada, contra el decreto de infantil...) que ha culminado con los días de huelga de profesores y estudiantes de los días 7 y 21 de mayo.

El espectacular seguimiento de la huelga el día 7  (un 84% entre el profesorado de primaria y secundaria, y un 90% entre los estudiantes) ya era una señal de que el cabreo y la frustración de todos estos últimos años de degradación y ataques a la educación pública por parte de la derecha había llegado al límite.

La magnífica manifestación del día 7 convocada por el Sindicato de Estudiantes, con 15.000 estudiantes y profesores, pese a que los sindicatos mayoritarios del profesorado no habían hecho un llamamiento explícito a participar en ella, era una demostración clara de que Madrid no es de derechas; lo único que hacía falta era un cauce de lucha, que es lo que los dirigentes de la izquierda no han sabido dar en estos últimos años.

La "concentración" del 7 por la tarde fue mucho más allá, 40.000 profesores, en un ambiente muy combativo, convirtieron la concentración en una manifestación, cortando la Cibeles, el Paseo de la Castellana y la Gran Vía, en una demostración clara de que la calle es nuestra y no de la derecha.

Desde luego, la huelga del día 21 ha supuesto un gran paso adelante en la lucha. Pese a las malas fechas para los estudiantes, a lo que hemos asistido es a una auténtica movilización de masas, con cerca de 90.000 personas, que quedará en la historia y en la memoria de la clase obrera madrileña. Estudiantes, profesores y padres recorrimos las calles de Madrid en un ambiente de lucha y decididos a llegar hasta el final. Este ambiente se pudo ver gráficamente en la propia manifestación, cuando los compañeros del Sindicato de Estudiantes, junto con miles de personas, decidimos que no podíamos limitarnos a ocupar la vía de servicio, como quería la policía y el gobierno de Esperanza Aguirre, y marchamos por el Paseo de la Castellana, como correspondía a la magnitud de la manifestación.

Con todo esto, es evidente que si los dirigentes sindicales diesen el paso siguiente, que es la convocatoria de una huelga general de toda la comunidad de Madrid, unificando todas las luchas que existen ahora mismo, tanto en educación como en el resto de servicios públicos: sanidad, limpieza, transporte... y los conflictos abiertos en diferentes empresas, el éxito estaría asegurado. Ya se ha anunciado la posibilidad de una gran manifestación en junio en defensa de los servicios públicos. Pensamos que es un paso adelante, pero sobre todo tiene que servir como un paso previo para la continuación de las luchas al inicio del curso que viene.

¡¡LA LUCHA SIRVE, LA LUCHA SIGUE!!

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