La organización de estas protestas ha levantado ampollas entre el Partido Popular que ante el miedo a la magnitud de las mismas, organizó un despliegue policial completamente desproporcionado de cientos de agentes de la Policía Nacional que no dudaron un momento en atacar a los manifestantes a diestro y siniestro, teniendo como resultado varios heridos y más detenidos.

Un grupo de representantes del Sindicato de Estudiantes en Canarias estuvimos presentes en la manifestación en la que miles de personas con pancartas, pitos, cacerolas, y nuestras propias voces pedimos la dimisión del ministro de educación, y que se llevará con él la LOMCE, el Decreto de Becas y el Tasazo. La comunidad canaria defendimos durante la mañana del 25 de enero la educación pública con uñas y dientes, porque no podemos permitir que desmantelen nuestros servicios públicos que tanto costó a nuestros padres y abuelos arrebatar de las manos de la dictadura franquista.

Desde el Sindicato de Estudiantes denunciamos públicamente la acción represiva de la policía al cargar contra los miles de manifestantes que nos congregábamos a las puertas de la catedral y que estábamos ejerciendo legítimamente nuestro derecho a manifestar nuestra opinión como ciudadanos libres. Además, desde esta organización exigimos responsabilidades por parte de la Delegación del Gobierno de Canarias y de la Policía Nacional por la represión ejercida. Además no podemos dejar de denunciar al Obispado de Tenerife, que ha tenido la poca vergüenza de invitar a este nostálgico del franquismo, el ministro peor valorado de la historia de la democracia a venir a nuestra comunidad y provocarnos inaugurando una catedral, como si de repente se destaparan los motivos de la LOMCE y de las políticas del PP.

Si consideran que la represión va a acabar con la lucha, desde el SE les decimos que se equivocan. La comunidad canaria no va a permitir que nos callen jamás, seguiremos en la lucha, defendiendo lo que nos pertenece le guste a quien le guste y no vamos a permitir que este gobierno que nos quiere devolver al franquismo convierta la educación en un coto privado para empresas como la Iglesia Católica. No permitiremos que la represión nos calle y volveremos a las calles, una y otra vez, con o sin el ministro para reivindicar el derecho a una educación pública gratuita y de calidad para todos y todas.

¡Basta de represión a los que luchamos!