En la noche del lunes 21 de abril los trabajadores de las empresas concesionarias de la recogida de basuras en la ciudad de Madrid iniciaron una huelga indefinida por la mejora de sus duras condiciones de trabajo y por la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos cinco años, que alcanza el 12,5%.
Además de las subidas salariales y del establecimiento de pluses de nocturnidad y permanencia noche, los trabajadores reclaman mejoras sociales básicas para la conciliación con la vida familiar como no trabajar más de seis noches consecutivas, flexibilizar de elección de los períodos de vacaciones, aumentar los días de libre disposición.
También reclaman el fin de la completa arbitrariedad con la que las empresas gestionan la contratación y las promociones profesionales, que son utilizadas como arma de presión y represalia a quién reclama sus derechos. Por eso exigen la creación de una bolsa de contratación de personal eventual, que los fijos con jornada parcial pasen a jornada completa o que los ascensos se realicen por antigüedad.
Frente a estas demandas se alza la intransigencia total de las empresas concesionarias, que son, en su mayoría, filiales de algunas de las empresas más relevantes del Ibex-35. FCC, Valoriza (filial de Sacyr), PreZero, Acciona, OHLA y Urbaser, que en conjunto ganan miles de millones cada año, pretenden seguir engordando sus cuentas de resultados a costa de unas plantillas sometidas que desarrollan un trabajo tan necesario, sufriendo todo tipo de condiciones meteorológicas adversas y con unos ritmos que propician la siniestralidad laboral.
La posición de las empresas se ha visto reforzada por la decisión del Ayuntamiento de imponer servicios mínimos del 100% en algunos tipos de recogida y del 50% en el resto. Es un intento descarado del PP de romper la huelga y de obligar a los trabajadores a agachar la cabeza.
Pero, a pesar de todos estos intentos de la patronal y del PP por hacerles agachar la cabeza, los trabajadores del sector aguantan firmes y mantiene la huelga contra viento y marea. Su firmeza ya ha dado un primer resultado: el Servicio de Limpieza Urgente del Ayuntamiento de Madrid, que el PP quería utilizar como esquiroles para debilitar la huelga, se ha negado a actuar en solidaridad con los huelguistas, a pesar de las amenazas y presiones de altos funcionarios del Ayuntamiento apoyados por la Policía Local.

Los trabajadores rechazan el preacuerdo promovido por CCOO y UGT
La misma noche en que se iniciaba la huelga los dos grandes sindicatos CCOO y UGT, cómo viene siendo su modo de actuación desde hace ya unos cuantos años, firmaban un preacuerdo a la medida de los deseos de la patronal.
Pero esta vez pincharon en hueso. El martes 22 las asambleas de trabajadores rechazaron este preacuerdo de forma contundente: más de 940 votos en contra y solo 250 a favor.
De modo que, a pesar de sus intentos de ahogar la lucha, los dirigentes de CCOO y UGT se han estrellado contra una plantilla dispuesta a dar la batalla por sus derechos. Todo un ejemplo para las trabajadoras y trabajadores de otros sectores que han visto en los últimos años como sus condiciones de trabajo se precarizaban y como derechos conquistados hace décadas se perdían gracias a las políticas de conciliación y paz social de las burocracias de CCOO y UGT.
Un número cada vez mayor de trabajadores y trabajadoras han decidido decir ¡basta! al sindicalismo de despacho y moqueta que durante tantos años solo ha servido para enriquecer a los empresarios. Los trabajadores y trabajadoras de la recogida de basuras de Madrid, al igual que los de la enseñanza que irán a la huelga el próximo lunes a pesar de los intentos de los sindicatos mayoritarios por impedirlo, nos marcan el camino para recuperar derechos y conquistar unas condiciones de vida dignas.