El martes 29 de septiembre 10.000 personas llenaron las calles de Jerez de la Frontera, en un ambiente cargado de rabia y electricidad. La clase obrera de Jerez, convocada fundamentalmente por CCOO y UGT, arrastró a todas las capas de la población en una manifestación que duró dos horas. Había numerosas pancartas con el lema "Contra el terrorismo industrial" y una riada de camisetas azules con el lema "Por mi futuro, por tu futuro, por nuestro futuro. La fábrica de botellas no se cierra", exhibidas por miles de familias obreras que acudieron unidas a la marcha. Un reflejo de esto son las palabras finales del mitin del secretario de CCOO de Jerez, José Manuel Trillo: "dadnos un punto de apoyo y moveremos Saint Gobain, ¡Vicasa no cerrará!".
El martes 29 de septiembre 10.000 personas llenaron las calles de Jerez de la Frontera, en un ambiente cargado de rabia y electricidad. La clase obrera de Jerez, convocada fundamentalmente por CCOO y UGT, arrastró a todas las capas de la población en una manifestación que duró dos horas. Había numerosas pancartas con el lema "Contra el terrorismo industrial" y una riada de camisetas azules con el lema "Por mi futuro, por tu futuro, por nuestro futuro. La fábrica de botellas no se cierra", exhibidas por miles de familias obreras que acudieron unidas a la marcha. Un reflejo de esto son las palabras finales del mitin del secretario de CCOO de Jerez, José Manuel Trillo: "dadnos un punto de apoyo y moveremos Saint Gobain, ¡Vicasa no cerrará!".

Vicasa tiene fábricas en Alcalá de Guadaira (Sevilla), Azuqueca de Henares, Burgos, Montblanc (Tarragona) y Zaragoza. El 6 de septiembre, los dueños de la multinacional francesa Saint Gobain han notificado su intención de dar cerrojazo a la fábrica de botellas Vicasa, amenazando así directamente a uno de los pocos referentes industriales que existen en la ciudad y con 114 años de antigüedad. Esto destruiría el empleo de más de 250 trabajadores entre empleos directos e indirectos. El capitalista quiere cerrar sus puertas aunque se haya beneficiado de subvenciones por parte de la Junta de Andalucía y de un convenio con el Ayuntamiento en el cual se comprometían a abrir otra fábrica que incluso aumentaría los puestos de trabajo. Antonio Alba, presidente del comité de empresa, como otros muchos, ha pasado catorce años de su vida dentro de las cuatro paredes de la factoría. Y después de todo ese tiempo... "así es como me lo quieren pagar ahora".
La empresa alega que tienen pérdidas debido a la contracción del mercado, pero en ningún momento han mostrado sus libros de cuentas. Así cualquiera cierra una fábrica que ha dado beneficios durante más de un siglo. Esto es precisamente lo que tenemos que impedir. En la manifestación hemos repartido un millar de octavillas con las reivindicaciones que proponemos que se discutan entre los trabajadores y sus sindicatos son:
· Entrega a los trabajadores y sindicatos de los libros de cuentas de Saint Gobain Vicasa.
· Si la empresa no renuncia al cierre o a despedir, los trabajadores tienen todo el derecho a ocupar la fábrica con el objetivo de que sea expropiada por parte de la Junta y nacionalizada, manteniendo y aumentando el empleo.
· Ni un despido más en Jerez: unificación de la lucha de todos los trabajadores de las empresas de Jerez y de la provincia de Cádiz que amenazan con cerrar o despedir.

Extensión de la lucha a las otras cinco fábricas de la multinacional

La crisis demuestra que este sistema llamado economía de mercado, es decir el capitalismo, no funciona. En cuanto llega una crisis, hasta las empresas que tienen una gran producción y pingües beneficios aprovechan para llevarse las fábricas donde la mano de obra es más barata, como es el caso de Roca y Cerámicas Bellavista en Barcelona y Sevilla. Por eso los dirigentes sindicales, del PSOE y de IU deben rechazar la lógica de que no se puede obligar a un empresario a hacer lo que no quiere porque esta lógica lleva a negociar migajas y regalar subvenciones. Esto pasó con el cierre de Delphi y los despidos masivos en Qualytel en Jerez. En las próximas semanas de movilización, se necesitan reivindicaciones claras. Todo capitalista que no es capaz de mantener el empleo, pierde el derecho a "su" fábrica y es la Junta quien tiene el deber de apropiarse de ella y ponerla a producir bajo el control de los trabajadores. En la Junta y el gobierno central gobierna el PSOE, que ha sido votado por millones de jóvenes y trabajadores y a ellos tiene que responder en este asunto.

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