Los sindicatos CCOO y UGT convocaron una huelga general en el sector del Metal en 18 provincias para el 28 de octubre. El objetivo declarado era la necesidad de desbloquear la negociación del convenio colectivo donde la patronal mantenía una actitud de extrema dureza. Desde que, a principios de octubre, se hizo pública la fecha de esta huelga, se han firmado convenios en varias provincias (entre ellas Madrid, Zaragoza, Málaga, Pontevedra...) siendo al final 9 las zonas donde se ha mantenido la convocatoria. Según CCOO y UGT el seguimiento ha sido masivo, destacando Sevilla y Cantabria con un 90% y 95% de paro respectivamente.
Los sindicatos CCOO y UGT convocaron una huelga general en el sector del Metal en 18 provincias para el 28 de octubre. El objetivo declarado era la necesidad de desbloquear la negociación del convenio colectivo donde la patronal mantenía una actitud de extrema dureza. Desde que, a principios de octubre, se hizo pública la fecha de esta huelga, se han firmado convenios en varias provincias (entre ellas Madrid, Zaragoza, Málaga, Pontevedra...) siendo al final 9 las zonas donde se ha mantenido la convocatoria. Según CCOO y UGT el seguimiento ha sido masivo, destacando Sevilla y Cantabria con un 90% y 95% de paro respectivamente.

Los convenios firmados en los últimos días, con vigencia de entre 3 y 4 años, recogen fundamentalmente incrementos salariales (1,3% en Madrid, 1% en Zaragoza y Huesca, 1,25% en Cáceres,...) con cláusula de revisión salarial. La valoración que los sindicatos hacen de estos acuerdos es muy positiva y recuerdan que para el desbloqueo de estos convenios ha sido decisiva la convocatoria de huelga del sector del día 28.
Desde nuestro punto de vista es evidente que el llamamiento a la movilización y la perspectiva de entrar en un proceso de conflictividad laboral que pudiera radicalizarse y extenderse en el tiempo y en gran parte del Estado, ha creado desasosiego en la patronal y ésta ha decidido hacer algunas concesiones, por lo menos sobre el papel, para desactivar esta posible situación. Los sindicatos han denunciado en multitud de ocasiones numerosos casos en los que la patronal firma convenios para después incumplirlos de manera sistemática; el propio Toxo, Secretario Confederal de CCOO volvió a insistir en este punto el pasado 21 de octubre.
Por otro lado, para cualquier trabajador es positivo un aumento salarial, pero en este contexto de crisis económica y de ofensiva patronal, las preocupaciones y aspiraciones de los trabajadores van mucho más allá.

Estrategia sindical y aspiraciones reales de los trabajadores

Los datos que demuestran que las consecuencias de la crisis están recayendo sobre la clase obrera son de todos conocidos, pero creemos necesario reiterar por lo menos algunos: según CCOO, de enero a julio de este año el número de EREs autorizados (el 80% afectando a empresas del sector industrial) experimentó un incremento del 428% respecto al mismo período de 2008, afectando a 390.699 trabajadores, multiplicando por once el número de obreros afectados respecto al mismo período del año pasado.
El mismo sindicato insiste en un aspecto muy serio: "CCOO manifiesta preocupación porque se han comenzado a producir algunos signos que pueden suponer el inicio de un negativo cambio de tendencia (agosto y septiembre) que consistiría en que grandes empresas (automoción, transporte...) y sectores con un mayor nivel de estabilidad laboral, que en períodos recientes han registrado EREs de suspensión (temporal de empleo), ahora los transforman en expedientes de extinción y por tanto, esto se traduzca en una importante destrucción de empleo" (Noticias confederales, CCOO, 8-10-09).

Frenar la ofensiva patronal organizando la lucha del sector

Revertir esta situación es la principal preocupación de los trabajadores del Metal y de todos los sectores. En la medida que nos encontramos ante esta ofensiva patronal generalizada, cobra más importancia la necesidad de defendernos dando una respuesta general, unificando las fuerzas que, como la experiencia está demostrando, provincia a provincia o fábrica a fábrica quedan dispersas y dan sensación de debilidad, permitiendo que la patronal, en la práctica y en el día a día, siga manteniendo la iniciativa e imponiendo sus criterios.
La huelga general del Metal del día 28 de octubre estaba plenamente justificada, pero la forma de llevarla a cabo no fue la más adecuada. Al irse desgajando una provincia tras otra antes del día de la huelga se restaba fuerza a la convocatoria y dejaba más debilitadas a aquellas provincias donde no se había logrado arrancar concesiones a la patronal. Incluso los convenios firmados ya podían haber sido mejores. Lo que empezó siendo un paso adelante en la unificación de todo un sector acabó perdiendo fuelle a medida que se acercaba el día decisivo.
Además, más allá del convenio, la importancia de una movilización unificada es ayudar a los trabajadores a sacudirse la sensación de impotencia que genera el aislamiento en su empresa y demostrar a la patronal que cualquier ataque en cualquier empresa se va a encontrar con la respuesta unida de todos los trabajadores.

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