Nueva publicación de la FFE
Los olvidados de la Transición. Testimonios de un periodo sangriento, es una declaración ética para rescatar la voz de las y los jóvenes estudiantes, trabajadores, militantes que, demostrando un arrojo y un compromiso excepcionales, lucharon contra la bestia franquista para conquistar las libertades democráticas y fueron víctimas de la brutalidad policial, de los disparos de las bandas fascistas y de la impunidad con que todos estos crímenes salvajes fueron sepultados por el régimen del 78.
Recuperar la verdad de lo ocurrido sin falsificaciones ni filtros prefabricados, y poder rendirles así un sentido tributo a tantos luchadores y luchadoras, es el motivo de esta nueva publicación de la Fundación Federico Engels en colaboración con el Colectivo por los Olvidados de la Transición (COT) y Garaje Ediciones.
En el origen de este proyecto están las maravillosas jornadas sobre la Transición Sangrienta que celebramos el mes de octubre de 2024 en el Espacio Rosa Luxemburgo de Madrid, y que permitió escuchar a muchas de las víctimas y familiares de los jóvenes asesinados durante la Transición por la policía, la Guardia Civil y las bandas fascistas que trabajan a su servicio.
Los olvidados de la Transición es una obra coral, hecha desde el corazón pero también desde la razón y el convencimiento de que la militancia y la recuperación de la memoria histórica de nuestra clase es clave para conseguir lo que aquella generación intentó: acabar con una dictadura feroz y conquistar una sociedad libre de explotación y opresión.
El libro es también el resultado del esfuerzo y las excelentes aportaciones de Pablo Mayoral, Olga Gutiérrez y Javier Almazán, corazón y alma del COT, y del inmenso trabajo que previamente realizó Manuel Ruiz, hermano de Arturo Ruiz, asesinado por los disparos de una banda de sicarios fascistas el 23 de enero de 1977 en una manifestación a favor de la amnistía. Manuel, quien empeñó su vida a buscar la justicia para su hermano, nos dejó en 2023, pero como destacan sus compañeros y amigos en este libro su honestidad, su voluntad y perseverancia han sido decisivas para llegar hasta aquí, su “labor en la construcción del COT localizando y movilizando a tantos familiares de tantas víctimas (...) no puede sino calificarse de admirable. Y, siempre, de forma desinteresada”.
El núcleo central del texto lo conforman, como no podía ser de otra manera, los testimonios de las víctimas, familiares y amigos de los jóvenes que pagaron con su vida o su libertad el atreverse a luchar, y se completa con numerosos materiales, entre ellos poemas de Javier Almazán y reflexiones sobre el sentido político de la Transición y su legado.
Sí, el 20 de noviembre de 1975 moría el asesino Francisco Franco. Dos días más tarde, Juan Carlos I de Borbón era proclamado su sucesor como jefe del Estado y rey de España en las Cortes franquistas. Todo con el visto bueno de Washington. Pero tras la muerte del dictador, las políticas represivas de los primeros gobiernos de la monarquía chocaban frontalmente con la fuerza de los trabajadores y la juventud, con las huelgas, las ocupaciones de fábricas y universidades, las manifestaciones masivas.
La historia oficial pretende sepultar en el olvido que el precio por conquistar las libertades democráticas fue elevadísimo: más de 300 asesinados por la policía y las bandas fascistas entre 1973 y 1981, miles de torturados en cuartelillos y comisarías, de presos políticos, despedidos y exiliados.
Todos los que se implicaron en alumbrar el régimen del 78, acordaron un pacto de punto y final para otorgar impunidad a los responsables de los crímenes de la dictadura y del postfranquismo. La Ley de Amnistía de 1977 fue ese muro ante el que se han estrellado los esfuerzos de las familias por averiguar la verdad de lo sucedido, y por hallar un mínimo de justicia y reparación. Y no podemos dejar de señalar que la izquierda gubernamental apuntaló esos pactos, para que la memoria de esos años siga cubierta por un manto de olvido y por la leyenda de una Transición “pacífica y modélica”.
Este libro excepcional viene a desmentir este relato que, todavía hoy, el Gobierno del PSOE-Sumar se empeña en propagar.