En octubre se cumplen ocho años del inicio de la guerra en Afganistán y
los imperialistas no han conseguido ni uno solo de sus objetivos,
pretendían acabar con los talibanes y hoy, de nuevo, éstos controlan
una parte importante del país y la inestabilidad se ha extendido al
vecino Pakistán.
En octubre se cumplen ocho años del inicio de la guerra en Afganistán y los imperialistas no han conseguido ni uno solo de sus objetivos, pretendían acabar con los talibanes y hoy, de nuevo, éstos controlan una parte importante del país y la inestabilidad se ha extendido al vecino Pakistán.
Los imperialistas se han esforzado a lo largo de estos años en presentar la ocupación de Afganistán como una "guerra buena" cuyo objetivo principal era devolver la democracia al país. Para legitimar la ocupación y dotarla de credenciales democráticas, el 20 de agosto organizaron las segundas elecciones presidenciales desde el inicio de la guerra. Difícilmente se pueden calificar de democráticas unas elecciones celebradas a punta de fusil y donde están prohibidos los partidos políticos, los candidatos sólo se pueden presentar a título individual y a las mujeres se las prohíbe presentarse.
La abstención fue muy elevada, fuentes oficiales sitúan la participación entre el 30-35%, aunque en muchas de las zonas pastunes la participación ha sido prácticamente nula. Cada día que pasa aparecen nuevas pruebas de fraude, según la BBC durante la campaña electoral periodistas británicos encontraron tarjetas electorales a la venta en las calles de Kabul, los censos electorales estaban llenos de nombres falsos, como por ejemplo, Britney Jamilia Spears, personas que cuando iban a votar llevaban en su poder varias tarjetas electorales con nombres diferentes o la tinta utilizada para tomar la huella de los votantes que se podía lavar fácilmente con cualquier detergente casero. Como decía uno de los candidatos, Ramazan Bashardost, un ex alto cargo del Banco Mundial, "éstas no son unas elecciones, son una comedia".
Karzai se ha proclamado ganador de las elecciones, algo que no complace a los imperialistas que desde hace tiempo quieren deshacerse de él y preferían que ganase el segundo candidato, Abdulá Abdulá. Esa es la razón de que después de proclamar lo "democráticas" que habían sido las elecciones, más tarde pusieran en duda los resultados. Cuando Karzai estaba a punto de declararse vencedor con el 54% de los votos, la Comisión de Reclamaciones Electorales, formada mayoritariamente por la ONU, ha pedido un nuevo recuento porque "existe una prueba clara y convincente de fraude", dicen que han recibido más de 2.000 quejas. Ahora han ordenado el recuento en aquellos colegios donde ¡ha votado más del 100% del electorado! o donde un solo candidato ha conseguido más del 95% de los votos.
Un callejón sin salida
Estos ocho años de ocupación y guerra han provocado más de 30.000 víctimas civiles y más de tres millones de refugiados. Aunque durante los últimos años ha sido la guerra en Iraq la que ha acaparado los titulares, la realidad es que la guerra en Afganistán proporcionalmente está provocando más muertes y de seguir así, representará una carga económica mayor para EEUU que el conflicto en Iraq. Actualmente hay casi 100.000 soldados (62.000 norteamericanos), además de 70.000 contratistas civiles (mercenarios privados). Si sumamos los soldados y policías afganos hablamos de 300.000 hombres que no han conseguido controlar el país. Como reconocen los propios jefes militares y los gobiernos occidentales, los talibanes e insurgentes cada vez tienen más fuerza y para ello no sólo han propuesto dedicar más recursos, sino enviar antes de final de año otros 30.000 soldados.
Otra de las pretensiones de esta guerra era poner fin a la producción y comercio de opio, pero actualmente el tráfico de drogas representa el 60% de la economía. Por ejemplo, en la zona controlada por el ejército español la producción de opio ha aumentado más de un 800%.
A pesar de la propaganda sobre las bondades de esta guerra la realidad es que la oposición popular va en aumento. Las últimas encuestas mostraban como en Alemania el 85% de la población está en contra de la guerra y a favor de la retirada inmediata de las tropas, en Francia es el 55%, en Gran Bretaña un 66% piensa que se deben retirar "lo más rápido posible", en Australia es el 66%, en Canadá un 52%, Italia un 56% y en el Estado español, una encuesta publicada por El País en 2008 decía que el 56% estaba a favor de la retirada de tropas y otra de La Vanguardia mostraba cómo un 69% se oponía al envío de más soldados.
El gobierno de Zapatero debe retirar las tropas
Estas últimas semanas la guerra en Afganistán ha sido noticia en el Estado español debido a los combates de las tropas españolas con los talibanes a finales del mes de agosto y en el que murieron 19 talibanes. Al gobierno PSOE no le ha quedado más remedio que reconocer la peligrosidad de la misión y ha decidido el envío de otros 200 soldados más, con lo que serían ya casi 1.000. Una de las primeras medidas del gobierno PSOE nada más llegar al poder en marzo de 2004 fue sacar a las tropas españolas de Iraq pero siguió manteniéndolas en Afganistán con el argumento de que se trata de una "misión humanitaria". Como decía recientemente Malalai Joya, parlamentaria afgana expulsada recientemente del parlamento por ser mujer: "España está apoyando a los señores de la guerra, a los traficantes de opio y a los criminales de guerra en Afganistán".
Las tropas españolas se encuentran estacionadas en Herat, y esa zona es precisamente donde ahora están avanzando los talibanes y donde se han intensificado los combates. Además, se ha convertido en la más costosa de las misiones en el extranjero del ejército español, en 2007 ya ascendía a 1.500 millones de euros.
Por mucho que el gobierno del PSOE pretenda calificar la presencia de las tropas españolas en Afganistán como una "misión de paz", la realidad es que se trata de una guerra y ocupación imperialistas, que está provocando muerte y sufrimiento a miles de víctimas inocentes. Por esa razón los jóvenes y trabajadores igual que dijimos "no a la guerra y ocupación imperialista de Iraq", también debemos exigir la salida inmediata de las tropas españolas de Afganistán y que el gobierno del PSOE deje de colaborar con los imperialistas en sus guerras de rapiña y saqueo.
Los imperialistas se han esforzado a lo largo de estos años en presentar la ocupación de Afganistán como una "guerra buena" cuyo objetivo principal era devolver la democracia al país. Para legitimar la ocupación y dotarla de credenciales democráticas, el 20 de agosto organizaron las segundas elecciones presidenciales desde el inicio de la guerra. Difícilmente se pueden calificar de democráticas unas elecciones celebradas a punta de fusil y donde están prohibidos los partidos políticos, los candidatos sólo se pueden presentar a título individual y a las mujeres se las prohíbe presentarse.
La abstención fue muy elevada, fuentes oficiales sitúan la participación entre el 30-35%, aunque en muchas de las zonas pastunes la participación ha sido prácticamente nula. Cada día que pasa aparecen nuevas pruebas de fraude, según la BBC durante la campaña electoral periodistas británicos encontraron tarjetas electorales a la venta en las calles de Kabul, los censos electorales estaban llenos de nombres falsos, como por ejemplo, Britney Jamilia Spears, personas que cuando iban a votar llevaban en su poder varias tarjetas electorales con nombres diferentes o la tinta utilizada para tomar la huella de los votantes que se podía lavar fácilmente con cualquier detergente casero. Como decía uno de los candidatos, Ramazan Bashardost, un ex alto cargo del Banco Mundial, "éstas no son unas elecciones, son una comedia".
Karzai se ha proclamado ganador de las elecciones, algo que no complace a los imperialistas que desde hace tiempo quieren deshacerse de él y preferían que ganase el segundo candidato, Abdulá Abdulá. Esa es la razón de que después de proclamar lo "democráticas" que habían sido las elecciones, más tarde pusieran en duda los resultados. Cuando Karzai estaba a punto de declararse vencedor con el 54% de los votos, la Comisión de Reclamaciones Electorales, formada mayoritariamente por la ONU, ha pedido un nuevo recuento porque "existe una prueba clara y convincente de fraude", dicen que han recibido más de 2.000 quejas. Ahora han ordenado el recuento en aquellos colegios donde ¡ha votado más del 100% del electorado! o donde un solo candidato ha conseguido más del 95% de los votos.
Un callejón sin salida
Estos ocho años de ocupación y guerra han provocado más de 30.000 víctimas civiles y más de tres millones de refugiados. Aunque durante los últimos años ha sido la guerra en Iraq la que ha acaparado los titulares, la realidad es que la guerra en Afganistán proporcionalmente está provocando más muertes y de seguir así, representará una carga económica mayor para EEUU que el conflicto en Iraq. Actualmente hay casi 100.000 soldados (62.000 norteamericanos), además de 70.000 contratistas civiles (mercenarios privados). Si sumamos los soldados y policías afganos hablamos de 300.000 hombres que no han conseguido controlar el país. Como reconocen los propios jefes militares y los gobiernos occidentales, los talibanes e insurgentes cada vez tienen más fuerza y para ello no sólo han propuesto dedicar más recursos, sino enviar antes de final de año otros 30.000 soldados.
Otra de las pretensiones de esta guerra era poner fin a la producción y comercio de opio, pero actualmente el tráfico de drogas representa el 60% de la economía. Por ejemplo, en la zona controlada por el ejército español la producción de opio ha aumentado más de un 800%.
A pesar de la propaganda sobre las bondades de esta guerra la realidad es que la oposición popular va en aumento. Las últimas encuestas mostraban como en Alemania el 85% de la población está en contra de la guerra y a favor de la retirada inmediata de las tropas, en Francia es el 55%, en Gran Bretaña un 66% piensa que se deben retirar "lo más rápido posible", en Australia es el 66%, en Canadá un 52%, Italia un 56% y en el Estado español, una encuesta publicada por El País en 2008 decía que el 56% estaba a favor de la retirada de tropas y otra de La Vanguardia mostraba cómo un 69% se oponía al envío de más soldados.
El gobierno de Zapatero debe retirar las tropas
Estas últimas semanas la guerra en Afganistán ha sido noticia en el Estado español debido a los combates de las tropas españolas con los talibanes a finales del mes de agosto y en el que murieron 19 talibanes. Al gobierno PSOE no le ha quedado más remedio que reconocer la peligrosidad de la misión y ha decidido el envío de otros 200 soldados más, con lo que serían ya casi 1.000. Una de las primeras medidas del gobierno PSOE nada más llegar al poder en marzo de 2004 fue sacar a las tropas españolas de Iraq pero siguió manteniéndolas en Afganistán con el argumento de que se trata de una "misión humanitaria". Como decía recientemente Malalai Joya, parlamentaria afgana expulsada recientemente del parlamento por ser mujer: "España está apoyando a los señores de la guerra, a los traficantes de opio y a los criminales de guerra en Afganistán".
Las tropas españolas se encuentran estacionadas en Herat, y esa zona es precisamente donde ahora están avanzando los talibanes y donde se han intensificado los combates. Además, se ha convertido en la más costosa de las misiones en el extranjero del ejército español, en 2007 ya ascendía a 1.500 millones de euros.
Por mucho que el gobierno del PSOE pretenda calificar la presencia de las tropas españolas en Afganistán como una "misión de paz", la realidad es que se trata de una guerra y ocupación imperialistas, que está provocando muerte y sufrimiento a miles de víctimas inocentes. Por esa razón los jóvenes y trabajadores igual que dijimos "no a la guerra y ocupación imperialista de Iraq", también debemos exigir la salida inmediata de las tropas españolas de Afganistán y que el gobierno del PSOE deje de colaborar con los imperialistas en sus guerras de rapiña y saqueo.