Para salvar el planeta: ¡Luchar por el socialismo!
En los últimos años, millones de personas hemos salido a las calles para luchar contra los recortes y la austeridad, contra el desmantelamiento del Estado de bienestar, por los derechos de la mujer trabajadora y ahora también contra el cambio climático.
Las huelgas climáticas mundiales protagonizadas por millones de jóvenes no solo son un reflejo de la profunda crisis del sistema capitalista, también de la preocupación que existe entre la juventud y la clase trabajadora sobre el estado del planeta.
De forma totalmente cínica, los grandes monopolios económicos y políticos utilizan ese genuino sentimiento para potenciar la idea de que todas y todos somos culpables por igual de la crisis ecológica, como si un trabajador y el director ejecutivo de Coca-Cola contaminaran por igual; de hecho, según un estudio de Break Free From Plastic, Coca-Cola es, junto con Pepsi y Nestlé, la multinacional que más contribuye a la contaminación de los océanos con plásticos de un solo uso. Este planteamiento solo pretende ocultar la verdadera raíz del problema: el modo de producción capitalista.
En este contexto de auge de la lucha ecologista, han surgido iniciativas que plantean que se puede caminar hacia una capitalismo ecológico, haciendo que las empresas se conciencien y comprometan, reduciendo sus beneficios en favor de implementar medidas más caras pero respetuosas con el medio ambiente. Es el caso del conocido Green New Deal en EEUU. Sin embargo, el problema es que la razón de ser del capitalismo es la búsqueda del máximo beneficio, cueste lo que cueste. Esto hace que los planteamientos para regularlo y transformarlo “en verde” sean en realidad imposibles. ¡Son incompatibles con la propia naturaleza del sistema!
Necesitamos una revolución. ¡Únete a Izquierda Revolucionaria!
No se trata de gestionar mejor el capitalismo sino de acabar con él. Es urgente expropiar las principales palancas de la economía y ponerlas bajo el control democrático de la población, de las trabajadoras y los trabajadores. Solo de esta manera podremos comenzar a planificar la producción siguiendo criterios exclusivamente científicos y sociales, garantizando el equilibrio ecológico y la sostenibilidad, restaurando los recursos y riquezas que recibimos y tomamos de la naturaleza, asegurando que se cubren las necesidades básicas de todas y todos —vivienda, sanidad, educación…— acabando con la precariedad y la explotación.
Existen los medios, la tecnología y el conocimiento para acabar con la barbarie ecológica, pero su aplicación requiere de un nuevo tipo de organización social, una sociedad socialista liberada de cualquier tipo de opresión, donde no regirá la cruda ley del beneficio capitalista sino el beneficio de los intereses de la inmensa mayoría de la población. Necesitamos dar un paso al frente y levantar una alternativa ecologista anticapitalista y revolucionaria. Para construir esa alternativa ¡únete a Izquierda Revolucionaria!
• Nacionalización bajo control democrático de los trabajadores de todas las multinacionales de la energía. Cierre de las centrales nucleares y plan público de inversiones para establecer una industria energética 100% ecológica y sostenible, ampliando los puestos de trabajo y garantizando los existentes. ¡No a la pobreza energética!
• Por una red de transporte público, gratuito, de calidad y ecológico. Plan masivo de inversiones para hacer las ciudades 100% sostenibles.
• Nacionalización de las industrias automovilísticas, aeronáuticas y navales, y transformación de su producción para hacerlas viables y no contaminantes.
• Nacionalización de la tierra, la industria pesquera, ganadera y de procesamiento de alimentos. ¡Por una alimentación sostenible, ecológica y sana para el conjunto de la población!
• Empresas públicas de reciclaje bajo el control democrático de trabajadoras y trabajadores. ¡Basta de hacer negocios con el ecologismo!
• Por una producción sostenible planificada democráticamente por el conjunto de la clase trabajadora y la juventud. Nacionalización de la banca y los grandes fondos financieros para llevar a cabo todos estos planes. ¡Por la transformación socialista de la sociedad!