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Ni un paso atrás frente al chantaje patronal. ¡Este convenio se puede ganar!

Los pasados 6 y 7 de julio los trabajadores del Metal de Pontevedra protagonizaron dos nuevas y exitosas jornadas de huelga. Ya van seis desde el 15 de junio, con manifestaciones masivas, haciendo frente a la salvaje represión policial, que además de decenas de heridos deja un detenido en la última manifestación. Una auténtica vergüenza de mano del autodenominado Gobierno “más progresista de la historia”. ¡Hasta Amnistía Internacional ha pedido una investigación por disparos indiscriminados y uso excesivo de la fuerza!

La criminalización por parte de la patronal a través de los medios de comunicación, mañana, tarde y noche, con amenazas, mentiras, descalificaciones e incluso acusaciones de “semiterrorismo”, muestra el nerviosismo de estos empresarios sin escrúpulos de Asime, Atra e Instalectra ante el ambiente de rebelión que se expresa en cada nueva jornada de movilización, acostumbrados hasta ahora a hacer y deshacer a su antojo y a imponer convenios de miseria gracias a la sumisión de la burocracia sindical de CCOO y UGT.

Las plantillas están decididas, ¡ni un paso atrás en la lucha del metal! Y esta fuerza es la que está obligando a las direcciones sindicales de CCOO, UGT y la CIG a convocar nuevas jornadas de huelga. La presión es muy fuerte porque no se aguanta más. Sin embargo, en la última asamblea los tres sindicatos anunciaron sorpresivamente la desconvocatoria de las jornadas previstas para los días 12 y 13 de julio, así como la convocatoria de una huelga indefinida a partir del 18 de ese mes si las reuniones con la patronal “no eran fructíferas”.

El miércoles 12 patronal y sindicatos reanudaron las reuniones que han vuelto a dejar clara una cosa: lo único que pretende la patronal es ganar tiempo, desgastar la movilización y, por supuesto, no ceder en aspectos clave como, entre otros, el derecho a subrogación o las subidas de salario conforme al IPC. La lucha entra en una fase decisiva y hay fuerza para ganar, a condición de no ceder ante el chantaje patronal y fortalecer la movilización.

La experiencia del anterior convenio

En palabras de Celso Carnero, secretario de Industria de CCOO en Vigo, se trata de una estrategia basada en “un primer movimiento de defensa”, que consiste en desconvocar las jornadas del 12 y 13, “un segundo movimiento, llamar a la patronal para que se siente sí o sí”, y “un tercer movimiento de ataque” con huelga indefinida a partir del 18 de julio si las reuniones no eran “fructíferas”. Los pitidos no se hicieron esperar en cuanto se anunció la desconvocatoria de las jornadas previstas. Luego, cuando se anunció la indefinida volvieron a escucharse aplausos, pero había muchas caras de preocupación entre los asistentes, y no es para menos.

Aún está muy fresco en la memoria lo que ocurrió hace tan solo dos años, en abril de 2021, cuando CCOO y UGT firmaron un preacuerdo con la patronal recortando, por ejemplo, el salario de los eventuales en casi 100 euros mensuales, a espaldas de los trabajadores y desconvocando la huelga. Entonces la CIG, primer sindicato del sector, aunque lo rechazó, no dio ninguna batalla por continuar la lucha y también desconvocó la huelga. Del tremendo malestar que esto provocó surgió entonces la Plataforma de Traballadores del Metal, que dejó en evidencia el papel que tanto CCOO y UGT, por activa, como la CIG por pasiva, habían jugado contrariamente a los intereses de los afectados por el convenio, el mayor de toda Galicia.

Aquella lucha se cerró, pero toda esta experiencia no ha pasado en vano y lógicamente, con estos precedentes, la preocupación de lo que pueda pasar en las próximas horas está muy presente. Lo mismo ocurrió en el Metal de Cádiz. Hace dos años veíamos la tanqueta, la traición sindical firmando un convenio a espaldas y contra los trabajadores y, sobre todo, el empuje impresionante de los trabajadores del Metal que pusieron patas arriba la comarca e hicieron temblar a los empresarios. También allí CCOO y UGT salieron a su rescate y el conflicto se cerró.

Ninguna mesa de negociación conseguirá lo que no se arranque en las calles

Desde que estalló el conflicto, la patronal se ha mostrado salvaje contra los trabajadores en lucha. Su mensaje, además de criminalizador, ha sido muy claro, exigiendo la desconvocatoria de las huelgas. Bien, pues eso es lo que CCOO, UGT y CIG han hecho, pero a nadie se le escapa, digan lo que digan los dirigentes sindicales, que si la patronal se sienta a negociar y está dispuesta a hacer concesiones no es por desconvocar las huelgas sino por todo lo contrario. Solo cuando las movilizaciones son masivas y nos mantenemos firmes en la huelga es cuando los empresarios empiezan a ceder lo que antes declaraban innegociable.

En ninguna mesa de negociación se va a conseguir nada que no se haya arrancado antes con la movilización en las calles, esa es la realidad. Plantear, como han hecho los sindicatos, la mediación del AGA (Solución Extrajudicial a los Conflictos de Trabajo) es renunciar directamente a conseguir las reivindicaciones de los trabajadores. Lo sucedido estos días en las reuniones entre patronal y sindicatos muestra claramente que hacer concesiones retirando jornadas de huelga para darle una “oportunidad” a la patronal, lo único que hace es darle oxígeno. Tras el anuncio de la desconvocatoria, la patronal ha mostrado su confianza en retomar las negociaciones “y recuperar la paz social en el sector, que beneficia a todas las partes”.

Esa es la clave, buscan la paz social, y eso es justo lo que los trabajadores no les podemos ofrecer, hay que continuar la lucha sin dar ni un paso atrás. Sólo de esa forma se pueden conseguir las reivindicaciones: subida salarial del 4% los tres años de vigencia del convenio y revisión en relación con el IPC, reducción de la jornada en 24 horas anuales y derecho a subrogación de los trabajadores de empresas privadas (algo que todos los convenios del metal de Galicia ya recogen).

Es el momento de incrementar la presión y garantizar asambleas democráticas donde decidan los trabajadores

Esta lucha se ha convertido por derecho propio en una referencia para miles de trabajadores. Todos y todas miramos con admiración las manifestaciones y la potencia de una huelga ejemplar, y lo hacemos porque padecemos también la precariedad, el desempleo, la peligrosidad en el puesto de trabajo, porque sabemos que una victoria del metal de Vigo sería una victoria para el conjunto de la clase obrera y que abriría el camino a la lucha en más zonas y sectores.

Hay que echar toda la carne en el asador, preparar desde ahora mismo la huelga indefinida del 18 de julio, empresa a empresa, con comités de huelga elegidos por asambleas en cada centro de trabajo. Para evitar cualquier tipo de maniobra que descarrile el conflicto es imprescindible potenciar la organización de los trabajadores que son los que tienen que discutir las propuestas y tomar las decisiones en asambleas democráticas, e impedir así que ninguna burocracia sindical decida lo que no le corresponde. Hace falta un plan de lucha claro, un plan de movilizaciones que vaya a más allá de la huelga del metal, que involucre al conjunto de la población convocando una gran manifestación en Vigo fuera del horario laboral. Hay que poner en evidencia que la patronal está aislada y que los trabajadores tienen un apoyo masivo, poniendo encima de la mesa la convocatoria de una huelga general de toda la comarca si la patronal no cede. Esta lucha es de todas y todos, hay que unir fuerzas y doblegar a la patronal. Vuestra lucha es nuestra lucha. ¡Adelante compañeros, este convenio lo vamos a ganar!


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